Combates y atentados dejan cerca de 40 muertos en diversos puntos de Irak
Se fortalece la resistencia chiíta; enfrenta al ejército de EU en Bagdad
Blair se dice "sorprendido por la ferocidad" de los rebeldes iraquíes pero rechaza un repliegue
Ampliar la imagen Iraqu� se manifiestan en Ramadi, al este de Bagdad, en repudio a la constituci�laborada con el patrocinio estadunidense y que ser�ometida a refer�um el pr�o mes FOTO Reuters Foto: Reuters
Bagdad, 25 de septiembre. Las milicias del clérigo Moqtada Sadr enfrentaron hoy a tropas estadunidenses en el este de Bagdad, en una nueva señal del fortalecimiento de la resistencia chiíta, tres días después de haber protagonizado una protesta contra tropas británicas en Basora, en el sur de Irak.
La comunidad chiíta ofreció además una muestra de alianza con la minoría sunita al acompañar una manifestación en Ramadi -100 kilómetros al este de Bagdad- en rechazo a la constitución elaborada con el patrocinio estadunidense, que será sometida a referéndum el 18 de octubre próximo.
Los hechos de guerra en el país arrojaron este domingo un saldo de 38 muertos, 10 de los cuales fueron abatidos en Ciudad Sadr, la zona suburbana del este de Bagdad habitada principalmente por chiítas, adonde tropas estadunidenses entraron en la madrugada del domingo para detener a miembros del Ejército del Mehdi.
Este es el primer choque entre las tropas estadunidenses de ocupación y los guerrilleros leales a Moqtada Sadr desde la rebelión de Najaf y Ciudad Sadr, que concluyó en el verano de 2004 con el canje masivo de armas por dinero.
Según la policía iraquí, 10 guerrilleros murieron en combates con fusiles y ametralladoras, que duraron dos horas. Un vocero del comando de ocupación aseguró que el intercambio con los milicianos sobrevino después de que la tropa estadunidense fue atacada.
Sin embargo, un vocero del Ejército del Mehdi relató que los soldados estadunidenses hicieron disparos esporádicos desde su ingreso a Ciudad Sadr, lo que provocó la muerte de cinco civiles que salieron de sus casas cuando vieron que había una movilización militar.
También en el este de la capital, en un barrio denominado Nuevo Bagdad, un atentado con un coche cargado de explosivos fue perpetrado contra una patrulla de una unidad de elite que provocó la muerte a 13 agentes.
De acuerdo con información de The Independent, un comando armado emboscó en la capital a un convoy del Ministerio del Interior para apoderarse de 754 mil dinares (unos 235 mil dólares) que eran transportados por un vehículo blindado del Ministerio de Finanzas. El asalto causó la muerte de nueve policías.
En Mussaieb, 55 kilómetros al sur de Bagdad, seis civiles murieron y 19 resultaron heridos cuando una bomba colocada en una motocicleta estalló en un mausoleo chiíta donde había decenas de peregrinos que iban en camino a la ciudad santa de Kerbala.
En Londres, mientras tanto, el diario The Observer publicó en su edición del domingo que el gobierno británico planea comenzar el retiro de sus tropas en mayo.
Sin embargo, el primer ministro británico, Tony Blair, y el ministro de Defensa, John Reid, desmintieron la versión que citaba fuentes oficiales, pero sin mencionar sus nombres.
Los ataques de la resistencia chiíta en la región de Basora han generado presiones al gobierno británico, toda vez que el número de bajas asciende a casi 100 muertos en dos años y medio de ocupación.
Blair dijo en una entrevista con la televisora BBC que está sorprendido de la "ferocidad" de los rebeldes iraquíes y reconoció que no previno una situación así, pero reiteró que el ejército británico seguirá en Irak hasta que las fuerzas gubernamentales iraquíes sean capaces de controlar la situación.
La guerra en Irak marcó el inicio del congreso anual del Partido Laborista -en la cual milita Blair- a pesar de que el primer ministro dijo en la semana que quería centrar la discusión en la creación de una "nueva agenda" para Gran Bretaña.
Las organizaciones de base laboristas no lograron meter el tema en las discusiones centrales del Congreso que se desarrolla en Brighton, aunque esperan que el asunto sea tratado en la agenda de política exterior y algunas agrupaciones anunciaron la realización de manifestaciones de protesta contra la ocupación.
La invasión a Irak es señalada como una de las causas de que el partido en el poder haya perdido la mitad de sus militantes, al quedar actualmente con unos 200 mil, según datos de la Afp.