Usted está aquí: lunes 26 de septiembre de 2005 Economía El gobierno foxista desaprovechó ingresos petroleros extras: Ortiz

"¿Dónde está ese dinero; dónde está la infraestructura creada con él?", cuestiona

El gobierno foxista desaprovechó ingresos petroleros extras: Ortiz

Con su actual estructura, la economía nacional no puede crecer "ni siquiera" 5 por ciento anual

Grupos de presión obstaculizan las reformas necesarias, asegura el gobernador del BdeM

ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y DAVID BROOKS ENVIADOS

Ampliar la imagen La inminencia del proceso electoral, que concluir�on la elecci�e nuevo presidente en 2006, abre la posibilidad de avanzar en los cambios necesarios para fortalecer la econom�del pa� afirma Guillermo Ortiz Mart�z, gobernador del Banco de M�co. Se requiere "acci�ol�ca" y abordar la reforma econ�a sin pasiones ni sentimentalismos, plantea FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano

Washington, DC, 25 de septiembre. Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México, considera que el país está estancado en la economía y dividido en la búsqueda de consenso sobre el futuro que desea. Y también perdiendo oportunidades. "¿Dónde está el dinero del petróleo?", cuestiona. En el gobierno foxista, dice, ha habido más de 30 mil millones de dólares adicionales a lo presupuestado. "¿Dónde están las carreteras que se hicieron con ese dinero?", insiste. La inminencia del proceso electoral, que concluirá con la elección de nuevo presidente en 2006, abre la posibilidad de avanzar. Lo que se requiere es "acción política" y abordar la reforma económica sin pasiones ni sentimentalismos, plantea.

El gobernador del Banco de México considera que con su actual estructura, la economía no puede crecer más. "Ya no digamos 7 por ciento al año, ni siquiera 5 por ciento". Y directamente establece que hay grupos de presión, entre los que identifica a sindicatos y empresarios, que se oponen a las reformas para no perder privilegios. "Tenemos una industria de telecomunicaciones de las más caras del mundo", añade, al referirse a una de las áreas en las que se ha identificado la necesidad de hacer cambios.

Ortiz Martínez se repone de una lesión en el brazo derecho, que lo obliga a llevar cabestrillo. Estuvo desde el jueves en esta ciudad para participar en la asamblea anual de otoño del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En estos días se ha reunido con banqueros internacionales y gestores de fondos de inversión con intereses en México; también estuvo en una reunión privada organizada por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, en la que se discutió el efecto de la mayor presencia de China en esta región.

En un hueco de la agenda, concedió una entrevista a La Jornada en la oficina de México en el FMI. En la charla llama la atención sobre lo que identifica como "ausencia de un sentido de propósito" en la discusión que sostienen los actores políticos, económicos y sociales sobre el futuro del país.

-Se ha reunido en estos días con banqueros e inversionistas
y con personas que tienen intereses en México. ¿Cuáles son las inquietudes?

-No hay una preocupación especial sobre el país. Preguntan. Y las preguntas tienen que ver con la agenda de modernización que está detenida. Tiene que ver con el entorno político, las campañas de los distintos precandidatos, la postura que probablemente tendrán sobre estos asuntos, las plataformas electorales y obviamente si se van a discutir o no los temas nacionales de importancia.

En este punto, acota que el tema de fondo respecto de la economía mexicana no es la desaceleración del segundo trimestre de este año, cuya causa, asevera, está plenamente relacionada con una menor actividad en Estados Unidos y, por tanto, es de carácter temporal. "Las preguntas de fondo son: ¿por qué México no crece a una tasa más alta?, ¿por qué no crece satisfactoriamente en un entorno mundial relativamente favorable?"

Considera que un factor, no el único, es China, que compite directamente en los mercados con los productos manufactureros de México. "No hemos respondido a esa competencia. Y si nos planteamos por qué no hemos respondido a esa competencia, entonces vamos llegando al fondo".

El punto que considera esencial es lo que el país hará para crecer en los siguientes años "a las tasas que necesitamos, ya no hablamos de 7 por ciento, sino cuando menos 5 por ciento, que debía ser un crecimiento potencial posible para México y hoy no lo es. Hoy el crecimiento potencial está entre 3 y 4 por ciento, que es muy bajo. Ese es el punto fundamental".

-Cuando usted escucha estas preguntas sobre la forma en que piensa que responderán a estos temas los candidatos a la Presidencia, ¿qué responde?

-Respondo que es muy positivo que esta coyuntura se está dando en un momento en que justamente va a haber una elección presidencial. Estos temas ya han sido bastante discutidos y el diagnóstico está bastante claro. El punto es cómo lograr que la agenda de modernización del país se convierta en la agenda nacional. La oportunidad política es buena porque los candidatos van a estar discutiendo sus ideas y propuestas, y espero que esta discusión sirva para hacer conciencia entre la opinión pública y los legisladores.

Guillermo Ortiz trae unos ejemplos a colación. Asia, no sólo China, es la región con mayor dinamismo económico en el mundo. Esto se explica, afirma, porque esas naciones tienen un sentido de planeación y visión de largo plazo. En los años 60 América Latina tenía casi el doble de ingreso per cápita que los países asiáticos. Hoy en día ellos duplican al de los latinoamericanos. La tasa de crecimiento per cápita promedio en aquellas naciones ha sido de 5.4 por ciento y de 1.8 por ciento en Latinoamérica (1.9 por ciento en México), abunda. Algo similar, agrega, ocurrió con España, Portugal, Grecia e Irlanda, que ingresaron en la hoy Unión Europea en los años 70 y 80. "Algo hicieron bien ellos y algo hicimos mal nosotros".

-Hablemos del caso de México. ¿Qué se hizo mal aquí?

-Seguimos obviamente modelos de sustitución de importaciones que en algún momento tuvieron éxito, pero no pudimos hacer a tiempo el cambio para abrirnos. México lo hizo a mediados de los años 80; los asiáticos, mucho antes; tuvieron una política educativa muy definida a incrementar primero la calidad de la educación de la población. Corea era un país que hace 45 años tenía un índice de analfabetismo peor que el que entonces tenía México, y ahora tiene un nivel de educación formidable. Corea invierte más de 5 por ciento del producto interno bruto (PIB) en tecnología e investigación. Recuerdo que en los años 60, cuando estábamos hablando de las maquiladoras, algunos decían: no queremos ser un país maquilador como Corea. ¡Uf, ya quisiéramos estar como Corea! Esos son los grandes temas.

-Eso ya es pasado. Hacia delante, ¿cómo deben atacarse estos temas?

-El diagnóstico está claro. Tenemos un problema serio en materia energética, una energía cara en México. Importamos gas natural de un país (Estados Unidos) que no lo tiene. No podemos incrementar la plataforma petrolera porque no hemos podido reponer el petróleo, no tenemos capacidad. Aun cuando el petróleo se fuera a 100 dólares, no podemos producir mucho más que ahora. Todos sabemos que los yacimientos importantes de petróleo están en aguas profundas del Golfo de México, y no los podemos explorar por los problemas de marco legal y constitucional que tenemos. Los brasileños que están explorando en Cuba acaban de encontrar gas. Es paradójico que nosotros nos limitemos. Y hay otras rigideces de las que ya he hablado antes.

"Pero no son sólo las reformas estructurales que ya han sido tan comentadas, incluyendo la fiscal. Nosotros hemos hablado de esas reformas e hicimos un seminario hace dos años con el Senado, en el que se invitó a muchas personalidades. Entonces, el diagnóstico ahí está, lo que se requiere es acción política, la cual debe incluir que la gente se dé cuenta de dónde estamos y qué es lo que tenemos que hacer para prosperar, para reducir realmente la pobreza, generar empleos y reducir desigualdades. El sector privado (se refiere a una iniciativa en la que está involucrado el empresario Carlos Slim, divulgada la semana pasada) sacó una propuesta y es lo mismo que hemos venido diciendo; está muy bien."

-Pero no hay acciones concretas.

-La diferencia con otros casos donde ha habido éxito es que la gente se pone de acuerdo: el gobierno, el sector privado, los partidos políticos. Esto no quiere decir que no haya discusiones o disputas, sino que exista un sentido de propósito, de tener claro hacia dónde queremos ir. Nosotros estamos peleando todo el tiempo. Estamos pensando con atavismos. Cuando hablamos en México de política económica siempre tenemos que tener una lección de historia.

-Esa es una realidad del país.

-Es una realidad que tenemos que transformar si queremos ser un país próspero y moderno. Si no, nos vamos a quedar donde estamos, cada vez más rezagados.

-Quizá no sea falta de colaboración entre poderes. Se han modificado casi 20 leyes en el sector financiero estos últimos cuatro años. ¿Hay otras razones que expliquen el rechazo a otras reformas?

-Quizá porque el sector financiero es menos controvertido. Cuando se habla de energía, ¡ah!, entonces se despiertan pasiones, sentimientos. Creo que cada reforma por definición ataca a un grupo de interés. Entonces se esperan reacciones en contra de parte de los afectados: en algunos casos son los sindicatos, en otros casos son quienes tienen ciertos privilegios, empresarios protegidos en algunos sectores. Tenemos una infraestructura deficiente, un transporte caro, telecomunicaciones caras. Un estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) muestra que México es de los países más caros en prácticamente todo: telefonía celular, en larga distancia, en todo.

Con el proceso electoral de 2006 en la mente de prácticamente todos los actores políticos en México, hay más oportunidad de avance, según interpreta Guillermo Ortiz. "Es el momento de avanzar", asegura. Ahora que el sector privado ha expuesto su agenda de modernización, abunda, es momento de que los candidatos a la Presidencia se pronuncien sobre lo que van a hacer. Se requiere saber, añade, si las propuestas de los contendientes políticos "son compatibles o no, no con una ideología, no con un cliché, no con un nombre. No se trata de si son propuestas liberales o neoliberales o progresistas o nacionalistas. Llámenlas como quieran. El punto es que se tienen que tomar acciones para que haya inversión en infraestructura, en capital humano, en educación de calidad, en tecnología".

-Usted dice que hay sectores que por defender sus intereses bloquean las reformas. Pero la experiencia de México también muestra que en el pasado las reformas terminaron con un alto costo para la sociedad.

-Se tiene que discutir todo esto de manera abierta, racional, concisa. Con números y experiencias. Un caso. En Chile habrá elecciones próximamente. En ese país existe un consenso nacional sobre la estabilidad. La izquierda propone que el superávit sea uno por ciento y la derecha que sea de 1.5 por ciento. Esa es la discusión, nadie cuestiona el hecho de que haya un superávit fiscal condicionado por los precios del cobre. Que en época de vacas gordas se ahorre para tener lleno el granero en la época de vacas flacas.

Abunda: "Nosotros somos incapaces de hacer eso. Todavía estamos en discusiones agrias sobre qué hacer con los excedentes petroleros. En esta administración hemos tenido excedentes petroleros de más de 4 por ciento del PIB por encima del presupuesto (unos 32 mil millones de dólares). ¿Dónde están? Se gastaron en los estados, en esto o aquello. Pero, ¿dónde está la infraestructura? ¿Dónde están las carreteras que se hicieron con ese dinero? Creo que no se aplicaron los recursos productivamente. Se debieron ahorrar para inversiones en infraestructura, para gastar cuando bajen los precios del petróleo.

-Por lo que dice, pareciera que el país marcha hacia la mediocridad.

-Me resisto a creer que tenemos un destino así. Al revés. Necesitamos ponernos de acuerdo como sociedad. Tampoco somos los únicos que estamos en esa encrucijada en América Latina. En la región son pocos los países que han logrado resolver estos temas y consolidar instituciones. En México hemos avanzado mucho en el tema de estabilidad. Tampoco tenemos que escamotear nuestros logros. El tema fundamental hoy es crecimiento económico y como estamos hoy no se va a lograr.

-¿Considera que en los meses que faltan para la elección y el cambio de gobierno se mantendrá un ambiente de estabilidad en la parte financiera y económica?

-Creo que sí. Debemos acostumbrarnos a la estabilidad. No veo por qué la economía se puede descarrilar en la parte financiera. Tenemos la casa mucho mejor apuntalada que antes. Al revés, a mí me parece que este periodo electoral es una oportunidad para tener una discusión nacional realmente profunda. Sacar las reformas antes de la elección sería buenísimo porque conviene a todos los que están participando. El que vaya a gobernar finalmente va a tener que hacer las reformas y si ya llega con parte del camino andado sería lo mejor para todos.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.