Usted está aquí: lunes 26 de septiembre de 2005 Política Insiste la Iglesia católica en que no recibe dinero alguno que provenga del narco

Cualquier sacerdote que lo acepte se hace cómplice de algo ''abominable'', señala

Insiste la Iglesia católica en que no recibe dinero alguno que provenga del narco

Tres arquidiócesis y un obispado publicaron el desmentido en sus suplementos informativos

ALMA MUÑOZ

La Iglesia católica rechaza el dinero de los narcotraficantes, porque detrás de él hay muchos hogares desintegrados, esperanzas destruidas, violencia y asesinatos, y cualquier sacerdote que lo acepte se hace cómplice de algo ''abominable'', aseguró la Arquidiócesis de México. También precisó, a través de su periódico Desde la Fe, que quienes se dedican al comercio de las drogas tienen derecho a restituirse, al igual que los ''malos patrones que se han hecho ricos pagando salarios injustos a sus trabajadores'', como también los políticos que ''inexplicablemente gozan de fortunas inmensas de las que por una antigua tradición mexicana nadie les pide cuentas''.

Este inicio de semana tres arquidiócesis y un obispado reiteraron, a través de sus suplementos informativos o sus páginas electrónicas, que los ministros de culto católico no reciben narcolimosnas, al tiempo que exaltaron los mensajes del papa Benedicto XVI, donde asegura que el deterioro de las sanas formas de convivencia social y la gestión pública contribuyeron a incrementar en México los fenómenos de corrupción, impunidad, infiltración del narcotráfico y del crimen organizado.

Para la curia de Guadalajara, el pontífice no hizo más que ejemplificar sobre la ''podredumbre nacional''. Pero en su publicación semanal la Iglesia tapatía no menciona expresamente al obispo de Aguascalientes, Ramón Godínez Flores, responsable con sus declaraciones de sacar a relucir el tema de las narcolimosnas. En cambio resalta que los donativos que recibe la Iglesia para sus obras de caridad y apostolado se administran de forma transparente, lo mismo que la institución reconoce como justas y saludables las leyes que prohíben y sancionan el narcotráfico y el lavado de dinero.

Inclusive acusó a los medios de comunicación de sacar de contexto las declaraciones sólo aludidas. ''En varias ocasiones se han levantado voces acusando a la Iglesia católica de lavar dinero del narcotráfico. En este tenor hay más mito que verdad. Es noticia fresca y amarilla para el sensacionalismo que priva entre nosotros.''

Por otra parte, a través de Desde la Fe, el Arzobispado de la Ciudad de México destacó un artículo del padre Sergio G. Román, quien rememoró que, en 1997, el canónigo de la Basílica de Guadalupe José Raúl Soto Vázquez, durante una misa por las víctimas de los terremotos de 1985, mencionó que la respuesta del mundo ante los damnificados había sido muy generosa y que incluso los narcotraficantes habían colaborado dando dinero para las víctimas. Olvidó mencionar que en esa ocasión el sacerdote exaltó las obras de ''servicio social'' de Rafael Caro Quintero y el extinto Amado Carrillo Fuentes, quienes, agregó, ''no por ello dejan de ser pecadores''.

De acuerdo con G. Román, los narcotraficantes tienen derecho al arrepentimiento y a regresar al ''buen camino''. Y si dejan de ser criminales, entonces tienen ''obligación de dar buen uso al dinero malamente ganado. Deben restituirlo haciendo el bien directamente o por medio de instituciones de caridad''. Eso, subrayó, ''también vale para los narcotraficantes, cuyo dinero está manchado de sangre. ¿Yo, sacerdote, puedo negarle a uno de ellos que regrese a la caridad de la Iglesia el dinero mal habido? No puedo, iría contra las normas de la moral cristiana''.

Como hicieron la arquidiócesis de Morelia y la diócesis de Toluca, la Curia metropolitana enalteció el mensaje que la semana anterior emitió la Conferencia del Episcopado Mexicano respecto de que la Iglesia católica rechaza cualquier conducta pública contraria a la ética moral cristiana; así como colaboraciones con el negocio de la droga, y que se exige que el donante se identifique, cuando se trata de cantidades grandes.

 
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