Usted está aquí: miércoles 21 de septiembre de 2005 Espectáculos TUMBANDO CAÑA

TUMBANDO CAÑA

Ernesto Márquez

¿Y la medalla Aguirre Beltrán?

ABUNDANDO EN LO que informábamos acerca de la cancelación del Festival Afrocaribeño de Veracruz por parte de las autoridades del Instituto Veracruzano de la Cultura (Ivec), destaca que no sólo se haya dejado de realizar la fiesta cultural más relevante de la africanía en el país, sino que de paso se ha cancelado la entrega de la medalla Gonzalo Aguirre Beltrán, presea muy valorada por aquellos dedicados al estudio e investigación de la etnicidad y de lo que el sabio de Tlacotalpan dio en llamar nuestra "tercera raíz".

LLAMA LA ATENCION cómo a los funcionarios del Ivec no les apetece festejar/ponderar la labor de uno de los grandes investigadores y defensores de lo nuestro, cuyo nombre se ubica entre los de Francisco Javier Clavijero, los hermanos Lerdo de Tejada y Francisco del Paso y Troncoso, ilustres veracruzanos que con su talento y virtudes científicas, modificaron la concepción de la cultura y la historia de ese estado y de nuestra nación.

EL DOCTOR GONZALO Aguirre Beltrán (Tlacotalpan 1908- Xalapa 1996) es, sin duda, una de las figuras intelectuales más destacadas de nuestro país, por la pluralidad de sus intereses, la profundidad de sus investigaciones y sus aportaciones a la teoría antropológica social y médica, bajo las cuales crecieron y se formaron varias generaciones de antropólogos de México y América Latina.

MEDICO CIRUJANO DE profesión, tuvo interés por los problemas sociales siendo aún estudiante de medicina, interés y "compromiso" que le impulsaron a estudiar la carrera de antropología, y con ello, abordar de una manera científica los asuntos relacionados con la población indígena de México. En ese sentido, la génesis de su obra data de 1940, cuando publica El señorío de Cuauhtochco, luchas agrarias en México durante el virreinato, estudio en el cual se han basado muchos intelectuales dedicados al tema de la formación de los dominios territoriales y a los antecedentes de los movimientos revolucionarios zapatistas.

DOS AÑOS MAS tarde inicia un trabajo de gran trascendencia: el estudio etnohistórico de La población negra de México, 1519-1810, publicado en 1946. Un clásico que dio paso a Cuijla, esbozo etnográfico de un pueblo negro (1958), que, junto a otras publicaciones referente al origen y comercio de esclavos en México, constituyen un cuerpo teórico de suma importancia que ha influido hasta el presente en los estudios de interetnicidad y de afroamericanismo.

AL RESPECTO, DOS grandes figuras en el campo del africanismo, Melville Herskovitz y Roger Bastide, expresaron su reconocimiento a la labor investigadora y difusora de Aguirre Beltrán. Herskovitz, por ejemplo, escribe: "El estudio del negro en el México colonial, por Gonzalo Aguirre Beltrán, ha demostrado la utilidad del método etnohistórico en la investigación afroamericana en una región del Nuevo Mundo que, previamente, nunca había sido estudiada en tales términos. Su análisis de las derivaciones tribales de los esclavos negros, con particular referencia a los introducidos en México, puede considerarse casi definitivo para el Nuevo Mundo en general."

EN EL CAMPO de la medicina sus aportaciones sobre la materia social, así como sus estudios médicos, siguen siendo de provechos para los estudiantes de historia de la medicina, antropología médica y para quienes atienden servicios de salud en comunidades indígenas.

COMO SERVIDOR PUBLICO, Aguirre Beltrán tuvo importantes cargos: fue director del Centro Coordinador Tzeltal-Tzotzil (1951), subdirector (1952) y director (1970) del Instituto Nacional Indigenista, director del Instituto Indigenista Interamericano (1966), subsecretario de Cultura Popular y Educación Extraescolar y rector de la Universidad Veracruzana, donde fundó la Escuela de Antropología, el Instituto de Antropología y el museo de ese estado. Cargos desde los cuales impulsó la atención integral de los indígenas y favoreció la publicación de trabajos científicos sobre el tema.

DURANTE SUS ULTIMOS años fue investigador en la Universidad Nacional Autónoma de México y en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, donde concretó en publicaciones muchas de las ideas e intereses que desarrolló a lo largo de su vida.

SU LEGADO TRASCENDENTE y ejemplo de humanista motivó a que en su honor, en 1996, justo el año de su deceso, se instituyera la medalla que lleva su nombre y con la cual se ha honrado a ilustres investigadores y estudiosos de lo étnico y social, como Silvio Zavala Vallado, Fernando Benitez, José Emilio Pacheco, Enrique Florescano, Félix Báez-Jorge, Adriana Naveda Chávez-Ita, entre otros, orgullosos por el ejemplo de procedencia.

AHORA QUE NO hay más Festival Afrocaribeño uno se pregunta si los responsables de la difusión cultural en Veracruz seguirán o no con la práctica del reconocimiento al ilustre pensador tlacotalpeño.

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