Todos ellos, también desaparecidos por la dictadura
Admite la fuerza aérea uruguaya un segundo vuelo con 18 presos políticos
Montevideo, 20 de septiembre. La fuerza aérea uruguaya efectuó un segundo vuelo en octubre de 1976 con el traslado desde Buenos Aires a Montevideo de 18 detenidos políticos, que permanecen desaparecidos, además de valores por 6 millones de dólares.
El matutino La República dio cuenta de lo anterior, al citar fuentes militares, e indicó que la existencia de ese vuelo había sido confirmada en un informe entregado hace unos meses por la fuerza aérea al presidente socialista Tabaré Vázquez, aunque fuentes de la presidencia negaron tener conocimiento de tales datos.
Pero el ejército confirmó, a decir del diario, en un nuevo informe que entregará al gobierno detalles de ese segundo vuelo con prisioneros políticos que se efectuó el 5 de octubre de 1976, quienes después habrían sido asesinados y enterrados en fosas comunes del batallón de infantería paracaidista número 14, en Montevideo.
Un primer traslado tuvo lugar el 24 de julio de ese año, de acuerdo con el informe de la fuerza aérea. Sin embargo, no está claro si esos cuerpos enterrados fueron removidos.
Con todo, en el predio que ha sido señalado como lugar de varios enterramientos se ha mencionado que se ubica el de la ciudadana argentina María Claudia García Irureta Goyena de Gelman, nuera del poeta Juan Gelman, quien hace unos años logró la recuperación de su nieta Macarena, nacida en cautiverio y robada a su madre desaparecida posteriormente.
Un cuerpo de arqueólogos argentinos y uruguayos ha estado buscando restos de desaparecidos en predios militares de Montevideo y zonas cercanas, a partir de datos aportados al Ejecutivo por oficiales retirados y en actividad.
Esas tareas, que se iniciaron en abril pasado, no han arrojado hasta ahora resultados positivos.
La fuerza aérea, apuntó La República, en su informe oficial entregado a la presidencia reconoció haber realizados dos vuelos con el traslado de prisioneros, en las fechas ya citadas y cuyo destino habría sido una unidad militar.
Agregó que dichas operaciones áreas fueron ordenadas por el comando general de la fuerza aérea, y a solicitud del Servicio de Información de Defensa (SID) y coordinadas por ese servicio.
De hecho, las tareas de embarque, desembarque y posterior traslado estuvo a cargo del SID, por lo que supuestamente los tripulantes desconocían la cantidad e identidad de los pasajeros.