Usted está aquí: lunes 19 de septiembre de 2005 Espectáculos MELON

MELON

Luis Angel Silva

Las cosas como son

HACE ALGUN TIEMPO me quejaba de los espacios soneros que se habían perdido. De unas semanas acá la XEW, que, por cierto, este mes cumple años, me ha dado la sorpresa de programar, sobre todo en las madrugadas de viernes y sábado, música cubana de muy buena calidad.

POR DESGRACIA, MI alegría no es completa ya que repiten el repertorio de una manera desesperante. Como siempre los encargados de la programación dan la impresión de realizar su trabajo al "ahí se va". A este, su enkobio, le urge saber por qué no le dan la importancia que merece la música cubana, en especial el son, porque aunque no es música nuestra, es notorio que ha tomado carta de naturalización en este México lindo y querido.

NI QUE DECIR de las otras difusoras que transmiten o, mejor dicho, pretenden difundir buen jícamo (sic). Las dos que conozco utilizan una programación en verdad infumable. Sólo tienen espacios decentes en cantidades pequeñísimas y nos regalan bodrios en aras, según los mandamases, de tener rating.

DESDE QUE MI asere Jaime Whaley me participó de que La voz de la América Latina estaba difundiendo saoco del bueno, no he movido la aguja del cuadrante de mi radio, porque lo que ofrecen las otras dos difusoras no sólo atentan contra el buen gusto, sino que simple y sencillamente es agresión al oído.

HACE MAS DE 35 años Sergio Rod (R.I.P.) y éste, su enkobio, empezamos en Radio Felicidad un programa llamado Festival Latino. Por intereses de personas y grabadoras que no voy a mencionar, no duró mucho tiempo. Pero, al pasar Sergio a Radio Onda, ahora llamada La Sabrosita, consiguió un espacio que tuvo gran éxito. El programa durante mucho tiempo se hizo con mi colección de discos y con información que le proporcionaba a Sergio. Este, su bonkó, evitaba aparecer al aire, de esta manera colaboré hasta que tuve que cumplir un compromiso de trabajo de relevancia: inaugurar el Acapulco Princess.

ESTA SITUACION TRAJO por consecuencia la intromisión de varios advenedizos que llevaron agua para su molino, restándole calidad al programa. Más tarde el retiro de Sergio hundió en la mediocridad dicho espacio y la intención que nos llevó a conseguir la aceptación del señor Venegas, a la sazón, gerente de Radio Onda, se fue perdiendo. Es decir, lo que buscábamos era difundir música de calidad y que el público escuchara orquestas e intérpretes que en aquellos años eran completamente desconocidos en México.

POR SUPUESTO, LA salsa aún no aparecía en la película. Pero, si vamos al pasado lo que difundimos en Festival Latino es lo que todavía se escucha en los programas Salsa de hoy y Salsa caliente los que, sin intención de ofender, conduce un advenedizo. Califico igual a gerentes, productores de discos, editores de revistas, catedráticos de la universidad y propietarios de salones de baile.

A ESTOS PERSONAJES les encanta disfrazarse de conocedores, pero puedo asegurarle mi yeneka, que no saben un ápice de lo que para mí es la expresión musical más bella: el son cubano. Estos señores han perjudicado al sonero mexicano discriminándolo, dándole un trato inferior en relación con los soneros de otros países, porque gracias a sus relaciones se colocaron en posiciones de mando en varios festivales y decidían de manera arbitraria quién asistía y quién no. Pero, el tiempo se encargará de poner en su sitio a los que han mangoneado a placer lo que pertenece al sonero mexicano.

MUCHOS SONEROS A toro pasado se quejan con éste, su enkobio, de que los hicieron firmar por mayor cantidad de la que recibieron. Pero, esto les pasa por arrastrados y serviles. A dichos soneros les he aconsejado que no acepten que su dignidad sea pisoteada y denuncien a tiempo a quien trate de explotarlos.

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