Usted está aquí: lunes 19 de septiembre de 2005 Estados La pesca de camarón, en declive; peligra la estabilidad en puertos

Empresarios demandan vigilancia en época de veda para evitar la depredación del crustáceo

La pesca de camarón, en declive; peligra la estabilidad en puertos

En Oaxaca sólo saldrán a alta mar 40 embarcaciones de 85; "retiro voluntario", una de las causas

DE LA CORRESPONSALIA

A tres días de que comience la pesca de camarón de exportación en las costas del océano Pacífico, los trabajadores de esta industria ven un panorama desalentador debido a la caída en la producción y a la falta de vigilancia en época de veda, pues los propietarios de cientos de lanchas y pangas, que sólo están autorizados para capturar en esteros y bahías desde el 3 de septiembre, invaden el área prohibida y depredan el crustáceo en su etapa juvenil, se quejan.

Esta situación ha llevado al declive de la actividad. La flota pesquera oaxaqueña de alta mar, por ejemplo, estuvo integrada en sus mejores años por 250 naves; de las 85 que quedan solamente 67 están en condiciones de salir, pero sólo lo harán 40 esta temporada. Las demás se quedarán en los muelles por falta de financiamiento, por deterioro o porque sus propietarios se acogieron al programa de "retiro voluntario" que instrumenta la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) del gobierno federal.

Anselmo López Villalobos, vicepresidente de la unión de productores y organizaciones de la industria pesquera en el estado de Oaxaca, con sede en Salina Cruz, dijo que un crucero que con fines de investigación llegó a ese puerto el pasado 9 de agosto obtuvo sólo 60 kilogramos de camarón en 24 horas, lo que significa que la temporada no será buena.

"Imagínate, si un barco que anda pescando solo, después de cuatro meses de veda en una área de 590 kilómetros de litoral oaxaqueño, tiene esos niveles de captura, qué se puede esperar para el próximo 20 de septiembre, cuando se iniciará oficialmente la temporada de pesca 2005/2006", dice el ex dirigente de la sección de cooperativas pesqueras (1986-1990), hoy Confederación Nacional de Cooperativas Pesqueras.

De manera urgente, precisó, se deben realizar los operativos de inspección y vigilancia, porque nadie supervisa, "los barcos que están saliendo a los cruceros de investigación están trayendo pruebas documentales de que existen cientos de redes prohibidas y lanchas pescando camarón en plena temporada de veda", lo que ocasiona desencanto y coraje de los pescadores que ven cómo poco a poco se va extinguiendo esta actividad.

López Villalobos confirmó que 11 propietarios de barcos camaroneros se apegaron al programa de Conapesca para disminuir la flota pesquera con el propósito hacer rentable la actividad. Unos manifestaron que lo hacían por la inoperancia de las embarcaciones, otros por la incosteabilidad o por tener fuertes adeudos con la banca y el comercio. A cambio, el gobierno federal les da por el retiro voluntario un millón de pesos.

El empresario asegura que debido a la falta de interés del gobierno federal por llevar a cabo operativos de vigilancia para evitar la depredación del camarón en época de veda, "en todo el Pacífico mexicano", año con año disminuirá la producción de camarón con calidad de exportación y, por tanto, la flota pesquera, lo que ocasionará un problema de carácter económico y social para el puerto de Salina Cruz, porque se dejan de generar recursos para el pescador, alimento para el pueblo y divisas por la exportación del crustáceo, todo generado en esta actividad importante, cuya reactivación debiera ser motivo de preocupación de los tres niveles de gobierno, que han perdido interés a esta actividad.

Isaías Piñón Pascasio, capitán del barco camaronero 12 de Diciembre, asegura que cuando la producción es buena en un lance (tirar las redes) de cuatro horas, sacan del mar unos 20 kilogramos revueltos, de exportación y de consumo nacional. Ahora, se lamenta, "el sector pesquero está muerto", sólo algunas empresas de particulares tienen vida, porque la producción cada vez es menor y eso hace incosteable la operación de los barcos.

El marinero Joaquín Guadalupe Canto Vázquez, con 20 años de experiencia, recuerda con tristeza que fue testigo de cómo antes los pescadores cerraban las puertas de los bares, porque eran los últimos en salir, y ahora a ellos les cierran las puertas, porque traen poco dinero.

Pescadores de aguas interiores quieren salir a alta mar

Pero del lado de los pescadores de bahías y esteros también hay quejas. En otro punto del Pacífico, en Sinaloa, desde hace tres días aproximadamente 300 cooperativistas mantienen ocupadas las casetas de peaje de Alhuey y San Miguel Zapotitlán, en los municipios de Angostura y El Fuerte, respectivamente, en demanda de que se les permita capturar camarón en alta mar antes de que salgan los llamados armadores.

Desesperados porque la captura es baja en comparación con otros años -40 kilogramos por panga en promedio-, los cooperativistas sinaloenses de aguas interiores decidieron invadir la zona de alta mar. Como la zona está vedada, los operativos de inspección y vigilancia llevados a cabo por la Secretaría de Marina, Policía Estatal Preventiva y Conapesca ocasionaron que a 17 ribereños se les decomisaran 20 pangas y 1.4 toneladas de camarón.

Por eso decidieron protestar, pero las autoridades estatales confían en que sus acciones, que han incluido la quema de pangas, disminuyan conforme se acerca el 20 de septiembre, cuando unas 600 embarcaciones mayores saldrán a capturar camarón en alta mar; se unirán los ribereños, que en el centro y norte de Sinaloa suman 8 mil.

En esta entidad, sólo por concepto de cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social, los cooperativistas ribereños adeudan aproximadamente 128 millones de pesos y han pedido apoyo a las autoridades estatales para enfrentar este pendiente.

Con información de Javier Valdez

 
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