Con la consumación de la Independencia aumentó el consumo
El tequila, primer producto elaborado de exportación
A mediados del siglo XVII se legalizó su fabricación
Considerada como una de las bebidas más tradicionales de México y un símbolo nacional, el tequila a través de los años ha ganado su reconocimiento internacional por su calidad y buen sabor que lo distinguen.
La historia de esta tradicional bebida, al igual que el mariachi, esta ligada a la tierra azteca, ya que desde el siglo XVI comenzó a producirse en el país y aunque su sabor aguardentoso lo distinguió sobre otros productos, eso no fue impedimento para que se tratara de imitar o copiar, sin obtener buenos resultados.
Según información proporcionada por el Consejo Regulador de Tequila AC, este producto tuvo sus orígenes a mediados del siglo XVI. Aunque dicho descubrimiento no fue precisamente aplaudido por las autoridades, debido a que se deseaba seguir favoreciendo la exportación de vinos y aguardientes provenientes de España, por lo que el tequila tuvo que fabricarse de manera clandestina alcanzando volúmenes de producción enormes.
A mediados del siglo XVII el gobierno legaliza su fabricación y con los impuestos de este producto logra incrementar el erario, lo cual sirvió para realizar las primeras obras importantes en Guadalajara, como el palacio de gobierno.
Precisamente por fabricarse el tequila en el camino a San Blas, Nayarit, a mediados del siglo XVIII este puerto cobró cierta importancia, pues desde ahí se abastecía a las nuevas colonias españolas en el noroeste de México; así, el tequila se convirtió en el primer producto elaborado de exportación.
Con la consumación de la Independencia en 1821, los licores españoles empezaron a tener dificultades para llegar a México, lo cual dio oportunidad a que los fabricantes del "tequila" incrementasen sus ventas en Guadalajara y comenzaran su comercialización en la ciudad de México.
Nueva actitud de la sociedad
La Revolución Mexicana fue la que impulsó una nueva actitud entre la sociedad tras la caída de la dictadura de Porfirio Díaz, en 1911, se fortaleció el nacionalismo mexicano, y de esta forma la bebida cobró más prestigio por sus orígenes.
El cine tuvo mucho que ver con la creciente fama de la bebida y a partir de 1940 la industria del tequila estuvo lista para suplir al whisky, el cual dejaría de llegar a Estados Unidos debido a la Segunda Guerra Mundial, por lo que la exportación de tequila alcanzó niveles insospechados.
En 1950 la producción de tequila gozó de mejoras técnicas considerables y muchas fábricas, sin detrimento de la calidad, alcanzaron índices altos de rendimiento e higiene, además de que algunas marcas resultaron más accesibles, por ser de menos graduación.
El 27 de mayo de 1997, el gobierno de México y la Comunidad Económica Europea firmaron el acuerdo para el reconocimiento de la denominación de origen en favor del Tequila mexicano. Se entiende como tal, cuando existe una región geográfica que sirva para designar un producto originario de la misma y cuya calidad se debe a propiedades exclusivas de clima y altura.
Para garantizar el respeto a las normas y a la denominación de origen, se formó el Consejo Regulador del Tequila, el cual está integrado por los fabricantes y el gobierno.
Norma Oficial Mexicana
Su función y compromiso es vincular y difundir todos los proyectos y acciones que respalden la calidad y la cadena productiva agave-tequila, utilizando técnicas sofisticadas, como la huella genética molecular del agave, con la finalidad de aportar una herramienta para el control de la identidad de la materia prima utilizada en la industria tequilera.
De igual forma otorga la certificación de autenticidad, su embotellamiento de origen y que el producto sea añejo o reposado.
De hecho la Norma Oficial Mexicana determina que el embotellamiento del tequila debe ser a no menos de 35 por ciento alcohol volátil y cuatro por ciento para su venta al extranjero.