Buscaremos seguir con el binomio, adelantó el tenor Rolando Villazón

Nada como la sensación de tener la piel chinita cuando se canta: Anna Netrebko

ANGEL VARGAS

Nada de comparaciones: ''¡María Callas, sólo una! Es única". Tampoco asume el papel de diva: ''Es muy triste no tener vida privada". Tal es la tarjeta de presentación de la rusa Anna Netrebko, la soprano más importante en el escenario mundial hoy día, en su primera visita a México.

Precedida de exitosas actuaciones en las principales capitales operísticas del orbe, entre las más recientes Munich, Los Angeles y Salzburgo, la cantante de 33 años estelarizará este domingo, al lado del tenor mexicano Rolando Villazón, la última función de Romeo y Julieta, de Gounod, en el Palacio de Bellas Artes, a las 16 horas.

De hermosura y encanto providenciales, además de trato sencillo y amable, Netrebko está convencida de que en la ópera contemporánea no caben las individualidades ni las estrellas.

''Es -define- un acto de conjunto, y tan importante es el personal técnico como lo son los músicos de la orquesta, el director y por supuesto los intérpretes."

De allí que no comulgue del todo con la ancestral etiqueta de la diva e inclusive precise que en ocasiones resulta algo no sólo contraproducente, sino una fatalidad.

Como ejemplo, menciona el caso de las estrellas del pop o el rock, ''que ganan mucho dinero, pero pierden su vida privada, lo cual me parece muy triste".

La voz, protagonista de la ópera

En breve entrevista con La Jornada, posterior a la conferencia de prensa que ofreció ayer al lado de Rolando Villazón, Netrebko señala que si bien la ópera ha cambiado en las dos décadas anteriores, al demandar ahora mayor capacidad histriónica de los cantantes que antaño, aclara que la voz continúa siendo el principal protagonista de este género.

''La presencia física ayuda, y mucho, pero la voz sigue siendo la gran protagonista de la ópera, el elemento esencial. Podrán maravillarnos varios elementos del montaje, pero nunca nada podrá superar esa sensación de tener chinita la piel que se produce cuando se escucha una nota sublime del cantante", agrega.

Por ello se muestra indignada por lo ocurrido el año pasado a la soprano estadunidense Deborah Voigt, quien, debido a su sobrepeso, fue despedida del papel protagónico de Ariadna en Naxos que la Royal Opera House montó a mediados de 2004 en el Covent Garden, en Londres.

''Ese es un hecho lamentable que jamás debe repetirse, fue un atentado contra la ópera, pues es una cantante excepcional."

Sonriente, Netrebko manifiesta que ser considerada parte del starsystem le provoca ''mucho miedo", aunque subraya que eso queda atrás cuando disfruta de la maravillosa oportunidad de compartir escenario con grandes cantantes, orquestas y directores.

Y para finalizar, aclara que lo que más adora de la ópera es la posibilidad que le brinda de ''ser tremendamente trágica".

Durante la rueda de prensa, Rolando Villazón se refirió a la singular química artística entre él y la soprano rusa, lo cual se ha confirmado en los cuatro títulos en los que han trabajado, y adelantó que buscarán continuar la mancuerna y acaso hacer historia como Callas y Giuseppe Di Stefano.

Habló también de su tercer disco, el cual incluirá arias de autores en diversos idiomas, entre ellos Verdi y Chaikovsky, así como de un proyecto para grabar un álbum con canciones latinoamericanas.

Para el tenor, quien asume a Romeo como ''un Hamlet enamorado", resulta esencial que se apoye a la ópera nacional, ante las satisfacciones y el prestigio que le han dado al país a escala internacional.