Instruye a agentes de pastoral en talleres informativos
Busca la CEM influir en los procesos comiciales
No se induce a los cristianos a elegir candidato: Obeso
Ampliar la imagen El sacerdote Jos�ntonio Sandoval y el obispo de Jalapa, Sergio Obeso Rivera, durante la conferencia de prensa que ofrecieron ayer en la Comisi�piscopal de Pastoral Social FOTO Luis Humberto Gonz�z Foto: Luis Humberto Gonz�z
La Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano instruye a sus agentes pastorales, mediante talleres informativos, para que tengan presencia activa en los procesos electorales, en las políticas públicas y sociales, además de que fomenten la participación ciudadana. El obispo Sergio Obeso, presidente del organismo, descartó que la jerarquía católica quiera hacer política de partido o inducir a los cristianos a elegir un instituto político o un candidato en concreto.
"Las promesas incumplidas, los arreglos por debajo del agua, las patadas debajo de la mesa, durante mucho tiempo han caracterizado la participación política en México", y por eso, abundó, intentamos tener un instrumento pedagógico que les permita abordar las problemáticas del país desde la óptica del bien común para ser partícipes del proceso de consolidación de la democracia, ante el peligro de "una regresión autoritaria de gobernar".
Insistió en que el propósito es influir para superar el abstencionismo, que la ciudadanía deje atrás "el clima de frustración y desilusión" que le provocan los partidos políticos y la actuación de gobernantes que anteponen intereses personales. "Queremos abrir la esperanza", por eso estamos abiertos a recibir en nuestra casa a personajes políticos a quienes expresamos nuestras preocupaciones.
Millones de pobres y "de hermanos viviendo en la miseria es ya, desde la perspectiva de la fe, algo que debería empujarnos a la acción. Muchas manifestaciones de dolor están tocando a las puertas de nuestro corazón: el desempleo, la migración, la violencia contra grupos concretos como las mujeres trabajadoras, la desolación del campo, el abandono de los indígenas, la frustración de los jóvenes y la vulnerabilidad de niños y ancianos".
Acompañado por el secretario ejecutivo de la comisión, el sacerdote José Antonio Sandoval, Obeso presentó la iniciativa y dejó en claro que no invitan sólo a la reflexión sobre los procesos electorales, ni se trata de "inducir" el voto, "pero nos sentimos en la obligación de enunciar los criterios generales para que los evalúen -los agentes de pastoral y que los transmitan a los feligreses- dejando el juicio a cada persona".
Denominado Participar y decidir el bien común en la justicia y la paz, el taller forma parte de la campaña Fe y política, que impulsa la CEM para "educar en la cultura democrática". El método de los obispos responde a las acciones ver-juzgar-actuar, que se aplica en cuatro módulos donde se liga la palabra bien común: los cristianos frente a las exigencias de la realidad; la participación ciudadana; nuestra participación desde los procesos electorales y nuestra participación desde los procesos ciudadanos.
A partir de ello analizan las "luces y sombras de la realidad mexicana" mediante ejemplos que reflejen injusticias sociales y el ejercicio no democrático del país o jurisdicciones locales. Reflexionan sobre cómo puede organizarse la gente para participar en la transición democrática, y reforzar el enunciado de que "el camino está por hacerse, que no ha sido suficiente lo hasta ahora logrado para alcanzar una verdadera democracia; más aún existe el peligro de una regresión autoritaria de gobernar. Por eso, los obispos exhortan a la construcción de una democracia participativa y representativa que haga posible una vida digna para todos y un desarrollo integral de la nación".
En cuanto a los procesos electorales, analizan lo mismo presiones para elegir a representantes que creer en lo que dicen los medios de comunicación sin comprobarlo. Hacen una valoración sobre los excesivos gastos de precampañas y campañas, mientras el "pueblo sigue aumentando en pobreza"; el incumplimiento de compromisos una vez que se llega al poder; presiones con programas sociales y la apatía para participar en comicios. Estudian y califican el perfil que deberían tener los candidatos, y consideran actitudes en favor de la vida desde la concepción hasta la muerte, la defensa de derechos humanos, la promoción del bien común o de intereses privados, entre otros aspectos.