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LA CAMINERA | 12 de septiembre de 2005 |
Las fiestas patrias están aquí. Una pausa para celebrar cualquier cosa que haya que celebrar no está de más. Se sabe que lo recomendable es beber con moderación y, mejor, si hay certeza de lo que está tomando. En todas las escenas de amor o decepción filmadas por el ídolo Pedro Infante, aparece una amiga inseparable, una botella de tequila. Si el actor viviera, es probable que como pasa a muchos, le sirvieran por ahí un "derecho" de tequila pirata. En los últimos años la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha intensificado sus operativos, para detectar la bebida falsa, pero los apócrifos ganan terreno. Marcas tan reconocidas como Sauza, Don Julio, Herradura y Cazadores, las hay ahora en dos versiones: la original y la pirata. Información
reglamentaria en las
etiquetas de bebidas alcohólicas
Aunque no se conoce el número exacto de marcas ilegales de tequila que circulan en el mercado, según la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, entre 2001 y 2004, los productores dejaron de vender 60 millones de litros por la competencia de los piratas. La venta de bebidas alcohólicas clandestinas en México llega a niveles enormes; se considera que el año pasado hasta 60 por ciento del consumo nacional de tequila, whisky, vodka, ron y brandy fue de líquidos pirata. Según informes de empresas del ramo, las compañías establecidas venden anualmente 17 millones de cajas de embriagantes, mientras que los falsificadores los superan con una venta de 23 millones de cajas. De acuerdo con la Profeco, más de 80 por ciento del producto falso se distribuye en expendios de vinos y licores. Aunque no se deben perder de vista las barras libres que ofrecen algunos bares y los servicios "todo incluido" de ciertos hoteles. La carretera de Tequila, en Jalisco, se ha convertido en centro de distribución al mayoreo de tequila falso. Mientras en el Distrito Federal, Tepito es por excelencia el mayor abastecedor de bebida pirata. La del estriboPero, la venta de tequila falso, no sólo causa dificultades a la industria, sino también al consumidor; cuando se ingieren bebidas alcohólicas adulteradas, aumentan los riesgos a la salud, que aparte de duplicar los efectos de la resaca, pueden llegar a ocasionar malestares estomacales y aun ceguera. Los primeros síntomas aparecen cuando la embriaguez llega más rápido de lo normal, siente dolor en la parte posterior de las piernas a la altura de las rodillas, o bien, en la parte frontal de la cabeza y la visión es borrosa. Se trata de bebidas que se elaboran a partir de alcohol etílico, agua y colorantes artificiales, no cumplen con los parámetros oficiales de alcohol en volumen ni con las especificaciones de metanol (alcohol de uso industrial utilizado en mínimas cantidades en todas las bebidas para dar color y sabor), alcoholes superiores y ésteres. En el mejor de los casos, el producto se elabora de manera casera con maguey distinto a la especie Agave tequilana Weber variedad azul, o con alcohol de caña. Comúnmente, estos negocios de carácter clandestino son depósitos de sustancias explosivas e inflamables, por el hecho de que se acumulan grandes cantidades de alcohol, por lo que sus fabricantes también están expuestos al riesgo. Si no quiere que el momento de celebración se convierta en visita al servicio de emergencias de un hospital, es importante verificar la autenticidad de la bebida antes de ingerirla. Póngase atento. Para evitar la cruda El tequila tiene dos variedades, una 100 por ciento agave y otra con un mínimo de 51 por ciento, y se dividen en cuatro presentaciones: blanca, joven, reposado (dos meses en recipientes de madera de roble o encino) y añejo (al menos un año en esos recipientes). "El tequila se debe envasar en recipientes nuevos, aceptados por las autoridades sanitarias, que garanticen su conservación y no alteren su calidad. "La capacidad de cada envase no debe ser mayor de 5 litros y, en ningún caso, se deben usar envases con marcas que pertenezcan a otro fabricante", explica Bertha Becerra, coordinadora de verificación nacional del Consejo Regulador del Tequila. La Profeco recomienda a los consumidores de cualquier tipo de bebida alcohólica que eviten comprarla en el comercio informal, verifiquen que la tapa de la botella esté perfectamente cerrada y cuente con los sellos correspondientes. Desconfíe de los precios excesivamente bajos; basta citar el caso de tequila Don Julio Añejo, una botella de 750 ml cuesta en el mercado formal entre 350 y 400 pesos, mientras en Tepito se consigue en 90 pesos. También se recomienda verificar que la botella incluya en su etiqueta principal la palabra tequila en forma destacada y legible, categoría a la que pertenece y tipo. Asegúrese que incluya además el contenido neto, porcentaje de alcohol y el signo de marca registrada. Revise que la información adicional que algunos productores incluyen aunque la NOM no los obliga a hacerlo, como nombre o razón social del productor o de la fábrica autorizada, domicilio, la leyenda "Hecho en México", contraseña oficial, lote, leyenda precautoria y logotipo de envasado de origen. Tenga en cuenta que en toda botella de tequila deberá aparecer impresa la advertencia: "El abuso en el consumo de este producto es nocivo para la salud". ¡Salucita! §
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