Debe pensar que puede jugar al nivel de cualquiera, recomienda el timonel de Chivas
Al futbolista mexicano le falta autoestima, asegura el entrenador Xabier Azkargorta
El técnico vasco es políglota, ávido lector, adicto al cine y escribió Futbolsofía
En el piso superior a los vestidores de las instalaciones de Chivas, en Verde Valle, hay un salón amplio, y mientras en un extremo la gente de una televisora acondiciona su foro para entrevistar a Xabier Azkargorta, éste, en la otra orilla continúa la charla con La Jornada. Refiere que está buscando casa para instalarse y entonces traerá a su esposa, quien todavía está en España.
Algunas veces ha hablado del placer de acompañar la comida con un buen vino de La Rioja o de la Ribera del Duero. Del tequila comenta: "me gusta, pero todavía no me he acostumbrado. Con la comida no tengo problema, sólo debo cuidar un poquito el picante, porque para mí es muy fuerte", señala el timonel nacido en Azpeitia, Guipúzcoa, y que el 26 de este mes cumplirá 52 años.
Azkargorta, quien debutó como entrenador en Tarragona (segunda división) en 1982 y ha dirigido en el máximo circuito al Español de Barcelona, Real Valladolid, Sevilla, Tenerife, al japonés Yokohama Marinos y a las selecciones de Bolivia (en Estados Unidos 1994) y Chile, respondió con cierta molestia ante la siguiente observación:
-Al llegar a Guadalajara he hablado en los trayectos con taxistas, se percibe todavía disgusto en la gente por la salida de Galindo ¿Usted pediría algo a la afición, quizá paciencia?.
Yo vengo a trabajar
-Yo no puedo pedir nada. Yo vengo a trabajar, si puedo trabajar, trabajaré. Pero no puedo exigir nada. Vengo a ofrecer mis conocimientos, ahí está mi hoja de vida (currículum), no he empezado ayer. He trabajado en varios continentes, en varios países, en selecciones, he estado en mundiales. Si puedo desempeñarme aquí ¡encantado! Haré un trabajo extraordinario y pondré todo en ello.
"¡Qué si no pude trabajar! ¡qué le vamos a hacer! No seré el primero ni el único. Pero no voy a estar perdiendo ni un segundo de mi energía en pensar qué me puede salir mal, qué no se va a poder ¡no, no!, yo toda la energía la voy a canalizar positivamente al trabajo. Que antes ocurriera lo que ocurriera con Benjamín, pues mira, ayer mismo tuve contacto con él mediante Juan Carlos Ortega para vernos un día, comentar y charlar.
"Con Benjamín nos conocemos desde hace tiempo, nos enfrentamos, yo dirigiendo a Bolivia y él en la selección de México, como jugador. Si alguien pretende en algún momento enfrentarnos, está muy equivocado. Cuando él dejó de ser entrenador de Chivas a mí me llamaron y acepté. No hay más, yo ya no puedo actuar sobre un tiempo pasado", puntualizó.
Refiere que en la calle, aunque no ha salido mucho, la gente lo ha animado, "me han dicho que adelante, que a ganar. La gente es muy amable".
-Aparte de un plan de trabajo que le entusiasmó ¿qué más lo trae a este país de contrastes, problemas de violencia, narcotráfico, secuestros?
-¿Dónde no hay esos problemas? Ocurren en muchos sitios. Yo nunca pensé en eso, sólo en la posibilidad que se me daba de trabajar, y en segundo lugar a México he venido muchas veces, por mi trabajo, por mis conferencias, y siempre me han tratado muy bien. He pensado que es momento de devolver algo por la amabilidad con que siempre se han portado conmigo, ojalá pueda.
Pero Azkargorta no sólo es un técnico que se graduó con honores (Oviedo, 1978), o un futbolista que se tituló como médico en la Universidad de Barcelona. Fue el encargado de prensa durante los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, es también un políglota, un hombre de familia, un ávido lector que, a su vez, escribió un libro en vasco (Futbolsofía) y un adicto al séptimo arte.
-¡Hábleme de su gusto por el cine!
-Me ha gustado vivir, me gustan muchas cosas simples de la vida. Es cierto, me gusta mucho el cine -ríe y el gesto se le suaviza.
"Dirigí varios años una revista a nivel local, en vasco, la traducción sería El cineclub, así se llamaba. Teníamos una sección de lecciones, explicábamos qué es un picado, un contrapicado, un fundido, un fundido negro, qué es un montaje, etcétera, etcétera... Me gusta mucho el cine, la lectura... Y lo que me gusta mucho es la vida".
-¿Qué tal una película de Chivas, ya ve que Vergara patrocinó una?
-Y tu mamá también ¿no? Me gustó -apunta.
-Pudiera darse el proyecto, tal vez en función de buenos resultados en el equipo.
-No, no, no. Por ahora déjelo que bastante tengo con el tema de hacer buen trabajo.
-¿Qué le gusta leer?
-Leo de todo tipo. Me ha gustado lo que se llama realismo mágico, desde García Márquez, Vargas Llosa, Julio Cortázar. Mexicanos: Carlos Fuentes, he leído ¡cómo no! A Juan Rulfo, el último ha sido El testigo, de Juan Villoro, me gustó muchísimo. Autores españoles también, los dos últimos de Bernardo Atxaga, Obabakoak y El hijo del acordeonista.
"Depende en qué periodo ando, a veces estoy más espeso, entonces me voy a buscar las novelas de Ken Foller o de John Grisham, que también me aireen un poco los famosos best sellers. De vez en cuando recurro a los de ensayo, incluso de Filosofía, me gusta mucho Savater.
"Poesía leo menos. La busco por un tema específico, por ejemplo, si me entero que a algún amigo se le ha muerto su padre o su madre, igual voy a buscar a Neruda, a ver qué tiene sobre la muerte... A la poesía voy muy puntualmente", explica.
El periodismo ha venido a mí
-¿Qué ha sido para usted el periodismo?
-Más que yo ir al periodismo, el periodismo me ha llamado a mí. Me invitan mucho a escribir, a colaborar en prensa. He trabajado en radio y en televisión. En catalán, en euskera, en castellano. Me gusta, sin más. Ahí uno también lo que hace es ponerse del otro lado de la trinchera en la pelea diaria del futbol.
"Lo que considero es que en este tema, la relación entre un periodista y un personaje público, en este caso de un reportero deportivo y un entrenador, debe ser de mutuo respeto, mientras exista eso la cosa va bien. Claro, a uno le gustaría oír que siempre hablan bien de uno, pero eso es imposible. Aunque una cosa es que se haga una crítica y otra hacer daño con mala onda.
-Volviendo al balompié, ¿cómo ve el futbol mexicano?
-Es mejor de lo que la gente piensa. Yo creo que en general al futbol nacional y al futbolista mexicano quizá le haría falta un poco más de autoestima, un poquito más de pensar que puede jugar al nivel de cualquiera.
-Tenemos casi la certeza fatalista de que en los momentos cumbre nos desplomamos.
-Lo que pasa es que tampoco es fácil, porque en los momentos cumbre, pues campeón del mundo sólo es uno, y ve la cantidad de países que hay. Eso no es fácil. A veces igual no se valora una clasificación o un puesto en su justa medida.
-La selección española tampoco ha hecho mucho en los últimos mundiales, ¿le gustaría dirigirla?
-Sí claro, a quién no. Me hubiera gustado que hiciera más cosas. Pero España ha sido un país importador, México también es importador. Fíjese, podemos decir que tres de los equipos que más han ganado en los últimos tiempos son Brasil, Argentina y Francia, y son eminentemente exportadores.
"Usted ve un partido de Argentina, y todos están jugando en Europa, lo mismo ocurre con Brasil, y los franceses están en ligas de España, Inglaterra e Italia".
-Para concluir, ¿quién cree que llegue primero al Real Madrid, Hugo Sánchez o Javier Aguirre?
-No tengo ni idea, no soy adivino. No, no, no, no puedo contestar... Se me escapa, a los dos los trato bien, me parecen grandes técnicos, pero quién va a llegar antes o quién va a llegar, eso se me escapa ¡igual soy yo! -Y el hombre del gran bigote blanco muestra el huequito de su dentadura inferior en sonora carcajada.