Diferencias EU-Argentina en preparativos de la IV Cumbre de las Américas
Disturbios en marcha en Buenos Aires contra Bush
Buenos Aires, 9 de septiembre. Algunos disturbios se produjeron esta noche durante una marcha de diversos sectores contra la posible presencia del presidente George W. Bush en la IV Cumbre de las Américas, que se realizará en Mar del Plata en noviembre próximo.
En tanto, la posición de Estados Unidos sobre la necesidad de mantener las políticas aplicadas en América Latina en los años 90, surgidas del llamado Consenso de Washington, provocó polémicas con Argentina durante la XI reunión del Grupo de Revisión e Implementación de Cumbres, celebrada aquí, donde surgieron diferencias en aspectos clave como la relación entre el crecimiento, empleo y desigualdad.
Miles de manifestantes marcharon por las calles céntricas demandando que no sea invitado el presidente estadunidense, mientras que en el contexto de las reuniones preparatorias para redactar la declaración final y un plan de acción en la IV Cumbre de las Américas fueron también visibles las diferencias en las posiciones oficiales.
En su discurso inaugural de la víspera, el vicecanciller Jorge Taiana, quien representa a otros países de la región, caracterizó de "lento e inestable" el crecimiento entre 1990 y 2003, lo que generó "mercados laborales débiles y aumento de la informalidad", entre otros problemas en la región.
También citó los condicionamientos externos, el peso de la deuda, las medidas proteccionistas con distintos tipos de trabas comerciales que imponen los países desarrollados, "contexto internacional" que inciden duramente en los países más pobres.
Cuestionó Taiana las barreras comerciales, los subsidios, la aplicación indebida de medidas antidumping, las barreras técnicas y medidas sanitarias, y resaltó la preocupación de los países en vías de desarrollo por la calidad institucional para asegurar transparencia y participación y combatir corrupción e impunidad.
La respuesta de John Maisto, embajador de Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos, no se hizo esperar y mantuvo en forma cerrada sus posiciones al advertir que "la responsabilidad de crecimiento de una nación depende del país mismo, que tiene la obligación de desarrollarse y hacer crecer su economía con políticas inteligentes y correctas".
Maisto fue objeto de severas críticas de agrupaciones políticas y humanitarias, que antes de comenzar las manifestaciones de hoy contra Bush recordaron sus actividades como "embajador especial" para desestabilizar países, entre los que mencionaron a Panamá, en los tiempos previos a la invasión de 1989, y Venezuela, en la creación de una oposición "golpista" dirigida por Washington contra el presidente Hugo Chávez.
Maisto, coordinador de Bush para la IV cumbre, encendió los fuegos en las reuniones y en la entrevista con la prensa en la embajada de su país, al ratificar que Washington persistirá en su política de libre comercio y en favor de la creación de la Asociación de Libre Comercio de las Américas.
Precisamente, a pesar de que Maisto no bajó los decibeles en un discurso muy rechazado, organismos como la Consejo Económico para América Latina y la Organización Internacional del Trabajo, entre otros, mostraron ayer las cifras de la tragedia latinoamericana: 130 millones de personas con problemas de empleo, y además se dijo que los planes de los años 90 generaron una cantidad de trabajo informal dentro de las grandes empresas.
También se habló del "desconcierto" que se vive en los países que abrieron su comercio y cumplieron todos los mandatos, pero que no pueden resolver flagelos como el desempleo y sus consecuencias.
El canciller argentino, Rafael Bielsa, dijo "estar cansado" de rumores y noticias que circulan sobre la presencia o no de Bush en la Cumbre que reunirá a 34 presidentes.
Los rumores parten de las diferencias que surgen en torno a los objetivos de la cumbre para unos y para otros, y hasta algunos medios ultraconservadores locales mencionan "las diferencias ideológicas" entre Argentina y Estados Unidos.