Alternativas de empleo en el DF
Todo mundo propone la generación de empleos, particularmente en períodos electorales. Aunque para la propuesta de soluciones, numerosas fuerzas sociales no consideran el desplazamiento masivo e ininterrumpido de los trabajadores, debido a las innovaciones científicas y tecnológicas y, por tanto, al vertiginoso proceso de automatización de los procesos productivos, comerciales y de servicios que las tendencias internacionales dictan a las economías nacionales. Tampoco se toman en cuenta las debilidades y fortalezas de cada región en específico.
El DF no escapa a esta dinámica. Este se encuentra en la difícil disyuntiva de generar trabajo en un contexto en el que la actividad económica toma cauces difíciles. Para empezar, el número de desempleados capitalinos es de casi medio millón de personas, sin contar la población inactiva de los municipios conurbados.
Sin duda, para el próximo gobernador de la ciudad resultará un desafío ofrecer empleo a quienes más lo necesitan. Para ello, su esquema organizativo y administrativo deberá enmarcarse dentro un gobierno multinivel, término que utilizan los especialistas para designar a las entidades capaces de resolver desde problemas microlocales hasta los derivados del nuevo orden internacional.
Lo cierto es que todos esperamos que la ciudad se convierta en una metrópoli de primer mundo altamente competitiva con capacidad de liderazgo local, nacional e internacional, a partir de su potencial financiero, industrial, comercial, turístico, artesanal y de servicios, que satisface la demanda no sólo de la población urbana, sino también rural.
Es evidente que la globalización requiere de regiones que cuenten con infraestructura y servicios suficientes, fuerza de trabajo calificada, así como sistemas avanzados de producción, transporte, comunicaciones y comercio. Sin duda éstos son requisitos indispensables para que la capital participe en el concierto del mercado mundial.
Por ello es necesario contar con una perspectiva de desarrollo económico metropolitano más allá de los límites territoriales del DF, con la finalidad de participar favorablemente en los actuales procesos de mundialización de la economía.
En particular, habrá que promover cadenas productivas regionales, locales y microlocales que fomenten una autosuficiencia económica y complementareidad de los procesos de producción y distribución. Apoyar la micro y la pequeña empresas no sólo con créditos, sino con capacitación y adiestramiento técnico. Sobre todo, localizar los mercados potenciales del DF y área metropolitana, incorporar estos productos a la norma oficial mexicana e introducirlos a los mercados formales.
Al mismo tiempo, promover el autoempleo y los microcréditos, lo que generará trabajo, ingresos y productividad del sector familiar, gremial y artesanal. Será necesario fortalecer la cultura del esfuerzo personal, familiar y comunitario a partir de los beneficios económicos que ello conlleva.
Por otra parte, estimular la creación de micropolos de desarrollo en colonias estratégicas que contrarresten la concentración del centro de la ciudad y mejoren la economía y niveles de vida de tales zonas. Frente a las diversas asimetrías fiscales y regulatorias, dotar a las delegaciones de las atribuciones suficientes para atender el desarrollo económico microlocal y local, para de ahí estar en condiciones de lograr una coordinación metropolitana de largo alcance. Capacitar a los funcionarios tomadores de decisiones en materia de modelos de calidad administrativa avanzada.
Implementar proyectos productivos con participación ciudadana en las todavía zonas rurales del Distrito Federal, tendentes a diversificar cultivos, fomentar huertos familiares, crear centros acuícolas y preservar las áreas verdes que constituyen los pulmones de esta gran metrópoli. Promover un turismo ecológico que a la vez que estimule la generación de divisas para beneficio de la ciudad, procure el cuidado del medio ambiente.
Abatir el ambulantaje mediante la capacitación para el trabajo, asesoría para crear empresas familiares y prestación de microcréditos, sobre todo en sectores de la población con ingresos precarios. Regularizar el comercio informal retomando las experiencias nacionales e internacionales exitosas en este sentido y con la participación de los tres niveles de gobierno.
Estimular la formación técnica y profesional de los trabajadores. Concatenar las escuelas técnicas y universidades existentes en la capital con las empresas en sus necesidades laborales concretas y, de esta manera, evitar la importación de tecnología extranjera. Elevar la calidad de los contenidos de la enseñanza en computación, administración turística, estadística, diseño industrial, negocios internacionales, gerencia pública y privada, comunicación organizacional, entre otra.
Organizar ferias del empleo en cada delegación a fin de arraigar a los trabajadores en las colonias donde habitan. Preparar inventarios actualizados de los recursos humanos existentes en cada demarcación, con el propósito de detectar el potencial laboral de cada colonia del DF y promover su contratación en empresas cercanas. Crear microcorredores industriales, aunque blindando las colonias mismas, a fin de cuidar la armonía de las viviendas.
Finalmente, descentralizar las tomas de decisión, dotando a las delegaciones del DF de las atribuciones suficientes para diseñar y ejecutar micropolíticas que estimulen el empleo y la actividad productiva en cada demarcación. Así, la suma de cada desarrollo delegacional garantizará el desarrollo de la capital.
* Jefe delegacional de Benito Juárez.