Usted está aquí: lunes 5 de septiembre de 2005 Política Nuevo juicio a cubanos en EU, ocasión para demostrar que luchan contra el terrorismo

Ahora estamos más seguros del triunfo, aseguró el abogado Roberto González

Nuevo juicio a cubanos en EU, ocasión para demostrar que luchan contra el terrorismo

Los acusados son optimistas, pero saben que están en manos de un gobierno que no se rige por la ética, comentó

Espera que haya más atención de la prensa al caso

BLANCHE PETRICH

Los cinco cubanos sentenciados por presunta conspiración y espionaje en Florida, en un juicio anulado recientemente por la Corte de Circuito 11 de Atlanta, saben que ahora tienen una segunda oportunidad, no sólo de probar su inocencia, sino "de demostrar al mundo que gente como ellos son útiles a la sociedad y necesarios para combatir el terrorismo", asegura el abogado Roberto González Sehweret, hermano de uno de los presos y parte del equipo de la defensa jurídica.

"El tiempo, siete largos años, nos ha dado la razón", expresa el jurista cubano en entrevista telefónica desde La Habana.

Confinados en cinco prisiones distintas, todas de máxima seguridad a pesar de que sus sentencias fueron revocadas, los condenados deben esperar por un plazo hasta de 30 días a que la fiscalía decida si apela o acata el fallo del tribunal de Atlanta antes de que sus defensores puedan pedir su liberación bajo fianza o, en su defecto, su traslado a una prisión del orden común en Miami, donde sean recluidos bajo el régimen de procesados, con derecho a reunirse entre ellos y con pleno acceso a familiares y abogados. Sólo pueden ser retenidos en los centros de máxima seguridad mientras dure el juicio de amparo.

Roberto González confía en que este segundo juicio, que tendrá que realizarse fuera del distrito de Florida y con jurado imparcial, será diferente "en forma y fondo" al que se vivió en Miami de noviembre de 2000 a junio de 2001, que concluyó declarándolos culpables con fuertes penas, incluso tres de cadena perpetua en contra de Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero.

Roberto, quien tiene doble nacionalidad, cubana y estadunidense, al igual que su hermano René, ha podido visitarlo en diversas ocasiones en la prisión de Marianna, Florida. Asegura que él está bien, a pesar de que ha purgado casi la mitad de una sentencia de 15 años que ya fue anulada. "Ellos siempre están bien, con el ánimo en alto, conscientes de que son castigados por la soberbia de un gobierno y alentados por la gran solidaridad internacional que se manifiesta en torno a su caso. La prisión está hecha para aislar al individuo, pero ellos no se sienten aislados, saben que tienen apoyo de muchos ciudadanos del mundo. Eso es lo que los mantiene con vida y esperanza."

-¿Cómo reaccionaron al conocer el fallo de la corte de Atlanta?

-Con optimismo, pero con los pies en la tierra. Saben que están en manos del gobierno de Estados Unidos, y que éste no se rige por la ética.

-¿Y los abogados de la defensa?

-Mucho más seguros del triunfo que durante el primer juicio. Fue muy difícil llegar a este punto. Ahora estamos convencidos de que en un segundo juicio las condiciones son mejores. Tenemos cartas muy fuertes a nuestro favor, las mismas que esgrimimos desde el principio. Es decir, los detenidos son cinco luchadores en contra del terrorismo.

Por el momento, la parte acusadora, en este caso la procuraduría federal, tiene dos opciones: aceptar la resolución de la Corte de Atlanta o presentar una apelación. Para decidir qué estrategia va a seguir pidió un plazo adicional de 30 días. Pero si apela, advierte González, el gobierno estadunidense se arriesga a perder una nueva instancia de un mismo caso en muy poco tiempo. "Lo que sucede es que la fiscalía tiene muy pocos elementos; su causa tiene poco mérito ante una decisión contundente y unánime de la corte en Atlanta."

Para el equipo de abogados estadunidenses de los cinco cubanos, el tribunal del 11 circuito sentó un precedente histórico en Estados Unidos. Richard Klugh ha comentado que esa opinión jurídica es quizá una de las más extensas emitidas en torno al tema del lugar del juicio y el proceso justo. "Desde el punto de vista jurídico, marca un parteaguas", declaró. Su colega Paul McKenna sostuvo que la corte de Alabama resolvió la revocación a pesar de reconocer que sería una decisión mal vista por la opinión pública de Florida; pero la consideró "necesaria desde el punto de vista de la Constitución, ni más ni menos".

El juicio, envenenado de principio a fin

En un documento de 93 páginas, de los más extensos de su tipo, los jueces del 11 circuito analizaron con todo detalle el proceso y pudieron evaluar toda la evidencia sobre la forma en que el juicio de Miami, según concluyen, "estuvo envenenado por el prejuicio de principio a fin".

Incluso Leonard Weinglass, otro de los abogados, señaló que Atlanta analizó un aspecto "que ninguno de los defensores anticipamos. Revisó toda la evidencia disponible sobre las actividades terroristas dirigidas contra Cuba de grupos paramilitares que existen en el sur de Florida como parte del entorno que rodeó el juicio, incluyendo el tema de la sede del proceso. Es un reconocimiento de que todos estos antecedentes también son parte del caso".

Desde su despacho en La Habana, González Sehweret se pregunta: "¿Por qué el gobierno de Estados Unidos -parte acusadora- no hizo bien el juicio desde el principio? ¿Por qué no eligió un lugar donde se pudiera reunir un jurado imparcial? ¿Por qué impidió el acceso a la prensa? Porque no tiene ningún elemento de peso para condenarlos. Si realmente los cinco detenidos fueran espías y conspiradores, ¿no era ésta la mejor oportunidad de demostrar que Cuba representa un peligro para Estados Unidos? Entonces, ¿por qué no ventilar públicamente el juicio? Porque no tiene evidencia. No tiene caso".

-¿Qué cambios sustanciales se verán en un segundo juicio respecto al proceso en Miami?

-El juez puede ser el mismo o no; esa es decisión de la corte de Florida. Pero el jurado y la sede no podrán ser los mismos y eso es de primera importancia. La evidencia será evaluada en la corte de Atlanta. La fiscalía podrá usar otras artimañas, pero no podrán ser las mismas que usó en Miami.

"En especial, por tratarse de un caso que se reactiva, de una sentencia que se anula, esperamos que haya más atención de la prensa, no el silencio absoluto que se impuso en el primer proceso. Esto permitirá a la opinión pública estadunidense darse cuenta de lo que se trata en realidad.

"Otro cambio se supone que sea la condición de reclusión. Durante el primer juicio fueron mantenidos no sólo en prisiones de máxima seguridad distintas, sino que además los cinco fueron encerrados en confinamiento solitario en momentos claves del proceso, obstaculizando así su defensa", dijo.

 
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