A LA MITAD DEL FORO
Democracia fetiche. El zorro y el puercoespín
UN CONGRESO AMURALLADO y una clase política ensimismada, absorta en el ensueño fundacional, en la obsesión de haber transustanciado el régimen presidencial en régimen parlamentario. Vino viejo en odres nuevos. Aquí concluye un rito, diría Vicente Fox. Y procedió a recitar aforismos seleccionados por publicistas seguros de escribir el Génesis y dar nombre a todas las criaturas en la marcha de la locura.
MAS VALE RICO y sano que pobre y enfermo. Si el perro que va adelante no alcanza la liebre, los de atrás menos, diría el filósofo de Güemes. Una y otra vez la palabra democracia, con y sin adjetivos, siempre sin objetivos. Vicente Fox supo advertir que "el gobierno es medio y no fin". De la tantas veces invocada democracia, nada. Después de todo se trata de demoler las instituciones que dejaron en pie los tecnócratas del priato tardío. Gobernar estorba. Hablar del estado que guardan los asuntos de la nación, la cosa pública, la República, es cosa del pasado autoritario ido con el voto útil que nos obsequió la alternancia. Adiós al rito; se acabó el Informe como escenario para "el lucimiento personal" del Presidente en turno. Hoy, hoy, hoy. La luz se hizo el año 2000.
SE ACABO EL rito. Penúltimo Informe de gobierno. Y el presidente Fox propone "que hagamos un alto en el camino para hacer una reflexión política sobre los avances de México y también sobre nuestros desafíos". Luz en su camino de Damasco. Sin mayoría en el Congreso, el Presidente debe construir acuerdos parlamentarios y entre los partidos de nuestro sistema plural. ¡Por fin! Pero nuestra transición es marasmo y el plumaje de sus actores se uniforma de gris al volver al punto de partida. Es un decir. Hubo alternancia. La derecha gobierna sin velos. Vino el cambio. Y llegó la democracia fetiche. Que viene de hechizo; no de brujería, sino de lo hecho a modo para ser visto y aceptado como deidad.
DEL PORTUGUÉS PROVIENE el término aplicado a figurillas talladas para prácticas religiosas. Fetiche, fetichismo. "En Viena hay un salón lleno de espejos", dice el poeta en Nueva York. Y un diván. El de Sigmund Freud. La democracia fetiche se podría ilustrar con la propuesta de Porfirio Muñoz Ledo a la segunda legislatura del doctor Zedillo, primera en la que una coalición hizo mayoría y redujo al PRI a la minoría: ¡hay que eliminar el pasillo central del salón de plenos!, cuyo único objeto es dar paso triunfal y mayestático al Presidente en su día. Que utilice los pasillos laterales y el Informe será acto democrático. Por hechizo. O porque basta sustituir el fetiche imperial por el fetiche lateral que el gobierno sea del pueblo, para el pueblo, por el pueblo.
EL HECHIZO DE la interpelación a Miguel de la Madrid, que apenas se esbozó en llamado de atención al "señor Presidente", se tradujo en la desaparición del corredor central y la recitación de los fueros de Aragón: "Nos, que cada uno vale tanto como vos". El 2 de septiembre de 2005 la prensa reprodujo la proverbial imagen que dice más que mil palabras: Rubén Aguilar, vocero de Vicente Fox, abraza con ardor a Porfirio Muñoz Ledo y ambos sonríen beatíficamente: la victoria es nuestra. Se acabó el rito y el régimen presidencial se diluye en formal entrega por escrito; parieron los montes y nació un régimen parlamentario debidamente acotado por la majestad de un jefe de Estado que es jefe de gobierno y jefe de partido que puede ser angelicalmente imparcial en los comicios que vienen.
AHI ESTA EL Informe, diría el senador Diego Fernández de Cevallos. ¿Qué no lo vieron los opositores que preguntaban dónde estaba? Lo entregó en propia mano a Heliodoro Díaz, presidente de la Cámara de Diputados. Oaxaqueño que citó a Benito Juárez en su respuesta al Informe. Vicente Fox cumplió cabalmente al informar por escrito. Donde Diego dijo digo, Carlos María Abascal añadiría la beatífica visión de Bucareli. Todo está ahí en el texto dado al Poder Legislativo; ya iremos los secretarios del señor Presidente a revisar, discutir, glosar lo escrito; en comisiones y no ante el pleno, para evitar tentaciones de lucimiento personal o terquedad partidista. Un alto en el camino. Un hito.
¿POR QUÉ ENTONCES LA desazón, la angustia, la inquietud por escuchar qué se hace o se piensa hacer para enfrentar los riesgos de la globalidad agitada, y el peligro presente y constante que amenaza nuestra seguridad, nuestras personas, nuestros bienes ante la violencia criminal desatada y las fuerzas de la naturaleza que no reconocen fronteras ni obedecen las leyes del mercado?
NADA SE DIJO en San Lázaro del petróleo y los efectos del huracán Katrina sobre las ventas de crudo mexicano y la refinación de gasolinas en asociación con refinerías situadas al otro lado del río Bravo. Nada se dijo sobre el veto de facto al nuevo régimen fiscal de Pemex, aprobado por senadores y diputados del Congreso de la Unión. Nada se informó del proyecto Fénix, cuyas principales instalaciones se erigirán en Veracruz y otras plantas en Altamira, Tamaulipas. Se acabó el rito. Pero la oposición topó con la costumbre sexenal de decir y desdecirse. "Sin diálogo no hay acuerdo, sin acuerdo no hay avance", dijo el presidente Fox en San Lázaro. Imposible citarlo fuera de contexto. No hay contexto. Hay frases, certezas, decirse incontrovertible. Pero el quinto Informe no era el día de la creación.
PABLO GOMEZ TRAJO a cuento la campaña mediática de espots triunfalistas; la política de la alternancia "no es más que la reproducción incesante de la anterior, la misma que ha llevado al país a una lamentable situación", dijo. Cierto. Y paradójica coartada para quienes persisten en gobernar con la vista fija en el pasado. Con los ojos en la nuca. Como el doctor Zedillo. Cada quien sus miedos. No se dijo en la tribuna de la Cámara, pero el veto al nuevo régimen fiscal de Pemex responde a la incapacidad de suplir lo que éste paga, sostén del fisco, del erario; Hacienda pide un lapso más largo para sustituir esos ingresos. Sin un sistema fiscal progresivo en el que los que más ganen paguen más. Eso nunca. No hay que asustar a los dueños del capital. Se llevarían su dinero a otras latitudes.
LOS MISMOS ARGUMENTOS triviales. No importa que George W. Bush convierta en deuda todo lo que toque. Ni que el FMI dé voces de alarma. El barril de crudo cuesta más de 60 dólares. Pemex salvaguardó instalaciones y plataformas; no tuvo que reducir la producción. Pero Katrina inhabilitó refinerías que nos compran crudo: dejamos de vender 300 mil barriles diarios. Hagan la cuenta que no se oyó en San Lázaro. Pero ya la televisión global transmitía y retransmitía la imagen de una plataforma marítima de Pemex arrastrada por los vientos huracanados hasta chocar con un puente en Estados Unidos. Nadie precisó que dicha plataforma estaba allá, en Louisiana, sometida a trabajos de reparación. No se la llevó el viento desde la sonda de Campeche hasta la desembocadura del Mississippi.
HAY QUE INSISTIR en la importancia del mensaje presidencial sobre el estado que guardan los asuntos de la República. Mal momento para suplirlo con la democracia fetiche. Se acabaron las crisis recurrentes, dijo Vicente Fox. Encomió la estabilidad y se congratuló por la abundancia de reservas, de dólares. Nada sobre el monto de las remesas de nuestros migrantes. Ni de cuántos miles de millones de dólares adicionales han enriquecido al erario por el alza portentosa y prolongada del costo del crudo en el mercado. Estable, pero la economía no crece. Y sin crecimiento no hay desarrollo, ni posibilidad de educar y atender la salud de nuestros 50 y tantos millones de pobres, cuyo número se ha reducido, según cuentas del INEGI.
A NOMBRE DE la bancada del PRI habló el diputado Enrique Burgos. Discurso político sin el tono rimbombante de la falsa retórica. Hace un año, recordó, el mensaje presidencial "fue de convocatoria al diálogo entre las fuerzas políticas, a la articulación de acuerdos y a la unidad esencial de la nación... el lenguaje y las actitudes no fueron congruentes". El queretano demandó respeto al Poder Legislativo: "No se olvide que el Ejecutivo no es ámbito de control del Congreso o los partidos; al contrario, el parlamento y su pluralidad son mecanismos de control del poder depositado en el Ejecutivo". Vademécum. Pero ante todo, reivindicó el proceso histórico. Nadie puede "arrogarse la condición de primer presidente del cambio (...) La jerarquía de primado la esculpió la historia misma, está aquí, en el muro de honor; Morelos, concibiendo el estado de justicia; Juárez, restaurando la República; Madero, mártir de la democracia; Carranza, en el impulso al constitucionalismo social de derecho."
EN RIGA, EN la calle Alberta, hay un formidable conjunto de obras art nouveau construidas por el arquitecto Eisenstein, a principios del siglo XX. Ahí vivió Isaiah Berlin los primeros años de su vida. El mundo de las ideas se enriqueció con la obras del autor para el cual "sin ley no hay libertad". En Los Pensadores Rusos, Berlin cita una línea del poeta griego Arquíloco: "El zorro sabe muchas cosas, pero el puercoespín sabe una cosa grande". Hay muchas y diversas interpretaciones "de estas oscuras palabras". Del abismo entre quienes todo lo relacionan a una visión central articulada por principios y quienes persiguen muchos fines, a menudo dispersos y contradictorios, enlazados, si acaso, por algún rasgo sicológico, sin relación con al- gún principio moral o estético.
OSCURAS PALABRAS, DICE quien habitó en casa construida por el padre de Sergei Eisenstein. El director de ¡Viva México! El de las inolvidables imágenes de peones acasillados enterrados hasta el cuello entre los magueyales. Hoy, el poder mediático espectacular nos pretende cautivos, avestruces con las cabezas enterradas en la pantalla del televisor. A la lección del zorro y el puercoespín hay que añadir las del huracán que desnudó la fragilidad social del imperio. Y la respuesta distante, irritante, insultante, de George W. Bush.
"DESINFORME", DICE LA Jornada del 2 de septiembre. Y la democracia fetiche pospone la crónica de desencuentros entre los muchos aspirantes. Y de la reaparición de Elba Ester Gordillo: "Es hora de hablar con la historia", dijo a Roberto Madrazo y Arturo Montiel. Orale.