Dirigentes de organizaciones agrarias censuran el grave "descuido gubernamental"
El saldo del foxismo en el campo: crisis económica, social y ambiental
Dirigentes de organizaciones campesinas coinciden: el agro vive una severa crisis económica, social y ambiental; los ingresos de la mayoría de los productores no rebasan los 2 dólares diarios, las remesas se han convertido en una parte fundamental para su sobrevivencia y la producción de granos y oleaginosas sigue reduciéndose.
La política agropecuaria, asientan, está llevando a la desintegración de las familias y ha puesto en jaque la soberanía alimentaria. El incumplimiento del Acuerdo Nacional para el Campo (ANC) y los subejercicios del presupuesto para el sector "muestran el descuido gubernamental", apuntan.
Dirigentes de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), de la Confederación Nacional Campesina (CNC), de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores (ANEC), Coalición de Organizaciones Campesinas y Populares (Cocyp) y de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) insisten en que las remesas se han convertido en sostén de la economía rural ante la ausencia de una política que genere empleo, que respalde la producción y que elimine burocratismos en la aplicación de los recursos.
José Jacobo Femat, presidente de la Cocyp, apunta que en una década abandonaron el campo 5 millones de personas y actualmente 80 de cada cien familias tienen a uno de sus integrantes fuera del hogar.
"Se sostienen por los recursos que les envían y que complementan con los programas gubernamentales que han servido para que el presidente Vicente Fox asegure ante organismos internacionales que miles de mexicanos han dejado de estar en la extrema pobreza para estar en el rango de pobres", añade.
No alcanza la cobija del presupuesto
Ahora la "cobija" del presupuesto ya no alcanza, y menos cuando los recursos se entregan desigualmente, ya que a las organizaciones que no firmaron el ANC se les están rechazando sus proyectos productivos. En el caso de la organización, dijo, de los 64 programas que presentó sólo se aprobaron seis, pero no se han entregado los recursos para ninguno.
Rafael Rodríguez Mayorga, director ejecutivo de la ANEC, destaca que el gobierno sostuvo un presupuesto para el campo por la presión de las organizaciones campesinas. Sin embargo, ha encontrado mecanismos para no aplicar los recursos.
"Vemos las cosas muy difíciles; queremos seguir siendo campesinos. Por eso estamos haciendo esfuerzos para crear nuestros propios instrumentos financieros, de comercialización e industrialización", puntualiza.
Alvaro López Ríos, de la UNTA, menciona que hay ausencia de políticas que fortalezcan al campo. Como ejemplo menciona que en estos cinco años de gobierno las importaciones de maíz, trigo, arroz, soya y frijol aumentaron a 18.5 millones de toneladas y se ha descuidado el mercado interno. "Ya no hay paracaídas ni colchón para amortiguar la caída", subraya.
Los dirigentes de la CIOAC, Federico Ovalle Vaquera; de la UNORCA, Olegario Carrillo Meza, y de la CNC, Heladio Ramírez López, apuntan que durante el gobierno foxista se ha hecho poco y las políticas agropecuarias, sociales y ambientales sólo han servido para experimentar y derrochar el presupuesto, y se han dejado de atender las demandas de los productores.