Se reunió con ocho amigos para celebrar sus 25 años de promotor cultural
Evocaron la prolífica labor de Jorge Pantoja en favor de la cultura chilanga
Jorge Pantoja está cumpliendo 25 años de promotor cultural. Para celebrarlo, ocho de sus amigos se reunieron la noche del martes y evocaron la prolífica e incansable labor de -en eso coincidieron todos- un protagonista clave de la cultura chilanga durante este periodo.
Personajes tan disímbolos como el actor Héctor Ortega, los músicos Oscar Sarquiz, Jorge Reyes, Armando Vega-Gil; el historiador Agustín Sánchez, Perico El Payaso Loco, Jorge Manuel Rodríguez y la periodista Elda Maceda, hablaron, moderados por Eugenio Sánchez Aldana, de sus particulares experiencias al trabajar, en distintas etapas, con Pantoja.
A partir de ahí, los participantes dieron cuenta del espíritu de una época, de los años en que el rock era ninguneado o estigmatizado, de tiempos de efervescencia cultural y social; días de rabia -dijo Jorge Reyes- ''porque no se podía uno expresar".
Fructífero paso por el Museo del Chopo
Héctor Ortega se remontó hasta principios de los años 80 del siglo pasado, cuando Pantoja apoyó a Cristina Payán (hoy fallecida) en los festivales del entonces Partido Socialista Unificado de México (PSUM), cuando Pablo Gómez, Jorge Alcocer, Rosario Robles y José Woldenberg compartían sueños e ideales políticos.
El homenaje se llevó a cabo en el Museo de las Culturas Populares, donde se congregaron más de 200 personas.
Uno de los aportes más mencionados de Pantoja fue su labor en el Museo Universitario del Chopo, cuando lo dirigía Angeles Mastretta. La escritora no asistió al acto pero envió un texto en el que recordó cuando el promotor le propuso hacer un tianguis del disco en aquel recinto; ése fue el origen de lo después se llamaría Tianguis Cultural de Chopo.
Agustín Sánchez presumió de ser el amigo más antiguo de Pantoja, a quien conoce de sus días de estudiante en el CCH, y habló del camino que han recorrido juntos, incluido su paso por el Chopo, el Crea y la delegación Coyoacán, hasta que la entonces delegada María Rojo ''nos corrió".
Por su parte Jorge Reyes dijo que la represión y el ninguneo hacia el rock no vino sólo del sistema priísta, sino también de la izquierda partidista, los socialistas y comunistas que ''nos acusaban de tocar la guitarra eléctrica", considerada un arma del imperialismo yanqui.
En ese contexto, Jorge Pantoja abrió espacios y promovió conciertos bien organizados, con profesionalismo, en buenas condiciones tanto para el público como para los artistas.
Sketch improvisado
Armando Vega-Gil fue más enfático: ''¿Qué sería del rock si no hubiera existido Jorge Pantoja?" El ex integrante de Botellita de Jerez reconoció el trabajo administrativo y operativo realizado por Pantoja; el papeleo, las llamadas, la contabilidad, los pagos, los permisos: ''Es una verdadera chinga a nivel administrativo".
Oscar Sarquiz coincidió con las apreciaciones de Reyes y Vega-Gil, y también valoró el trabajo de Pantoja en favor de una cultura del rock, al que entonces aún se le veía como ''el hermano idiota de la cultura".
José Manuel Rodríguez, Caníbal, hizo una relación de los ámbitos de la cultura en que ha incursionado Pantoja y como ejemplo de su creatividad recordó los títulos o lemas que daba a sus proyectos: Conciertos sin corbata (múisica de cámara en el Chopo), Del hoyo al rollo (mesas redondas sobre rock), El remedio y el trapito.
Perico El Payaso Loco improvisó un sketch con porras y mañanitas para Pantoja y la periodista Elda Maceda habló de cuando conoció al promotor -''inquieto creador de espacios"- en la Torre de Rectoría.
Pantoja en su turno leyó un texto en el que cuestionó la falta de políticas culturales de los partidos políticos y subrayó en particular su desilusión por las ''incoherencias" del PRD en el terreno cultural.
Al final, muchos aplausos y un brindis.