Emprenden en Costa Rica trabajo ante el crítico resurgimiento del mal
Hongos, potenciales depredadores del mosquito transmisor del dengue
La investigación combatiría de manera natural al Aedes aegypti, señala encargado del proyecto
San José, Costa Rica. 31 de agosto. La investigación científica ha encontrado en los hongos un promisorio potencial para la erradicación del mosquito transmisor del dengue, enfermedad que resurge cada año y afecta a más de 700 mil personas en América Latina y el Caribe, debido a que las acciones sanitarias emprendidas para combatirlo no han resultado del todo exitosas.
Jorge Blanco, master en manejo integrado de plagas por la Universidad de Costa Rica, explica que desde hace casi tres décadas se observó el daño que el uso de insecticidas causa a la salud de las personas y otros seres vivos, por lo que se ha optado por dejar de emplearlo, además de que los insectos son cada vez más resistentes a dichos productos químicos.
El dengue, enfermedad tropical antigua, típica de las áreas donde existen altas humedad y temperatura, así como estancamientos de agua sin saneamiento, está entre las principales preocupaciones del gobierno de la República, ya que sólo durante este año ha afectado a más de 16 mil personas, cifra que triplica el registro de casos de 2004 y representa una cuarta parte del número de enfermos reportado en 1980 en el continente.
Además, 26 personas han sido diagnosticadas con dengue hemorrágico y en 2005 hubo un muerto por esa causa en Costa Rica. Los cálculos oficiales estiman que al final del año, alrededor de 20 mil individuos habrán enfermado de dengue. Las zonas más afectadas en esa nación centroamericana son el centro del Pacífico y el Caribe. Allí se concentra 70 por ciento de los casos, señala la información del Ministerio de Salud.
A partir del resurgimiento del padecimiento en la región americana en la década de los 90, y las evidencias sobre las fallas en las actividades encaminadas a combatirlo, ha sido necesario buscar nuevas vertientes de investigación. Es así que la Unidad de Bioprospección del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inbio) de Costa Rica inició hace dos años un proyecto innovador para lograr el control del dengue.
Con la finalidad de fomentar la realización de investigaciones especializadas que aborden los problemas que afectan a cada país, laboratorios Pfizer abrió en Costa Rica una nueva unidad de su Instituto Científico (ICP), cuya sede principal se ubica en la ciudad de México.
En la ceremonia de inauguración del ICP, Sylvia Varela, gerente general de Pfizer Centroamérica, anunció que el primer proyecto seleccionado para recibir el financiamiento del ICP es este que se desarrolla en el Inbio.
El trabajo se concentra en la búsqueda de controladores biológicos que en forma "natural" combatan las larvas del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, explica Jorge Blanco, responsable de la investigación.
Tomando en cuenta que los hongos y bacterias son los principales controladores de los insectos, indica, se ha buscado aprovechar esta posibilidad para investigar a los hongos que afectan las larvas en forma natural, lo que hasta ahora se plantea como el mecanismo ideal para la erradicación del mosquito.
Bastaría con aplicar un pequeño inóculo del hongo en los criaderos del vector para matar a las larvas por mucho tiempo, inclusive en forma permanente en lagunas y lagos, o por el periodo en que el agua se encuentre estancada en un determinado lugar.
No obstante, dice Blanco, esto se tendría que sumar a las actividades preventivas y de saneamiento en los hogares para evitar la acumulación de basura y, por lo tanto, de criaderos de los zancudos. Y es que otro de los problemas que enfrenta Costa Rica es el deficiente manejo de los desechos.
Durante la primera fase del proyecto de investigación del Inbio, los biólogos generaron conocimiento sobre la diversidad de mosquitos que habitan en las zonas urbanas, así como de sus enemigos naturales y en particular, de las larvas.
Se recolectaron muestras de 50 especies de zancudos y 42 cepas de hongos. De estas últimas, dos resultaron muy promisorias para eliminar a las larvas, de las cuales más de 90 por ciento moría dentro de las primeras 72 horas después de entrar en contacto con los hongos.
La segunda fase del proyecto a realizarse en un año, contará con un financiamiento del Instituto Científico Pfizer por 27 mil dólares. Tiene la finalidad de determinar la taxonomía del hongo y el mecanismo de acción que utiliza para matar a las larvas, lo cual es innovador, resalta Blanco, porque hasta ahora las actividades de combate del dengue se han enfocado en los mosquitos en su etapa adulta.
Las exploraciones científicas también determinarán si además de eliminar las larvas, los hongos tienen algún impacto en otros seres vivos, incluidos los humanos y, de comprobarse que no existe ningún impedimento, podría continuarse con el desarrollo de un producto específico para lograr el control del dengue en la región, asegura el investigador.