Usted está aquí: martes 30 de agosto de 2005 Sociedad y Justicia La industria avícola, afectada por depender del material genético de EU

En un seminario, expertos analizan la crítica situación del sector en el país

La industria avícola, afectada por depender del material genético de EU

MATILDE PEREZ U.

Los importadores de pollo dejaron de pagar 191 mil 379.5 millones de pesos el año pasado al fisco, de los cuales unos mil 346 millones correspondieron a contrabando técnico, asentó Francisco Alonso Pesado, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM al participar en el seminario La competencia económica del sector agropecuario mexicano en el ámbito de libre comercio, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de esa casa de estudios.

Al hablar de la avicultura mexicana durante el Tratado de Libre Comercio, crecimiento y concentración, el académico dijo que aunque México ocupa el cuarto lugar mundial en esa actividad, está muy distante de Estados Unidos, cuya producción es de 14 millones de toneladas anuales de pollo, y de Brasil, que el año pasado logró 7.7 millones de toneladas y se está colocando como el principal exportador mundial sin perder su autosuficiencia, mientras México no ha rebasado los 4.2 millones de toneladas.

Comentó que las principales debilidades de la industria avícola nacional son su dependencia del material genético proveniente de Estados Unidos y de las importaciones de granos forrajeros como sorgo, frijol soya; por ejemplo, de cada kilo, 400 gramos son importados.

Recordó que el consumo per cápita de pollo en el país es de 22.29 kilogramos, y de huevo 19.05 kilogramos; sin embrago los estratos económicos de muy bajos ingresos consumen apenas 10 por ciento de la producción, y 60 por ciento de ésta se concentra en la ciudad de México.

Agregó que en pocos años la producción avícola se ha concentrado en pocas industrias, en 2003 nueve de ellas aportaron 650 mil toneladas de pollo, equivalentes a 39 por ciento de la producción nacional; 35 medianas, 36 por ciento, y 166 empresas chicas, 29 por ciento.

En dicho foro, el presidente de la Confederación de Porcicultores Mexicanos, Julián Aguilera Urrea, explicó que los productores prefieren exportar sus productos a Japón que a Estados Unidos porque en este mercado "no hay muchas oportunidades para crecer", pues, además de que sólo se acepta la carne proveniente de Sonora y Michoacán -por aspectos sanitarios-, los costos de producción nacionales no son competitivos con los estadunidenses.

Además, abundó, no se puso freno a los cupos de importación que se otorgaron a la industria; en el caso del mercado interno por cada kilogramo que se importa de pastas de pollo se desplaza igual cantidad de carne de cerdo, así anualmente se dejan sin consumir 256 mil toneladas de dicha carne. Este año, dijo, se han exportado al mercado oriental 36 mil toneladas, y a Estados Unidos sólo mil.

Respecto al tema de la producción y exportación de azúcar, Rodolfo Cruz Miramontes, de la Universidad Iberoamericana, y Manuel Enríquez Poy, de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA), comentaron que México sí puede demandar a Estados Unidos por no cumplir con el acuerdo de comprar todo el excedente de producción del dulce que tenga México.

El acuerdo de azúcar firmado en el marco del TLCAN es muy favorable a México, sin embargo Estados Unidos ha recurrido a varios acuerdos internos -como las cartas paralelas- que carecen de validez legal, para eludir su responsabilidad, y tampoco puede invocar la Convención de Viena para protegerse porque no es firmante de ella, aclaró Cruz Miramontes.

Por su parte, Manuel Enríquez Poy dijo que a los productores de caña de azúcar mexicanos no deben ponerlos a competir con los productores de maíz de Estados Unidos, como lo hacen al referirse al asunto de la alta fructosa. "En el ámbito mundial no hay nada que hacer, pero en Estados Unidos, si se compara con los productores del ramo, sí es posible reducir costos de producción en el campo y en fábrica." Consideró que México sí puede regular la oferta del azúcar -para evitar los excedentes, que en esta cosecha se estiman en 800 mil toneladas- sin afectar al campo, e incentivar la producción de etanol y de otros usos para la caña de azúcar.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.