Informes del BdeM
Casi 10 mil mdd, inversión foránea en bonos de deuda interna
Dentro de una tendencia ascendente, que puede revertirse en cualquier momento, el monto de los recursos colocados por inversionistas extranjeros en valores de la deuda interna gubernamental se eleva ya a casi 10 mil millones de dólares, lo que representa un incremento de 961 por ciento respecto al nivel que tuvo este tipo de inversión al comienzo de la actual administración, indican informes del Banco de México (BdeM).
Conocidos como "capitales golondrinos" o "especulativos" por la rapidez con la que llegan y se retiran de una economía, en el transcurso de este año han ingresado 2 mil 979.8 millones de dólares, los cuales se encuentran colocados principalmente en bonos, la variedad de títulos de la deuda pública interna que permiten la más rápida convertibilidad en divisas.
Con un dinamismo que sólo tiene como precedente lo ocurrido en los últimos dos años de gobierno del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, cuando llegaron al país unos 30 mil millones de dólares que fueron colocados en los ya extintos Bonos de la Tesorería o Tesobonos, a partir de 2004 se observa un crecimiento constante en esta modalidad de inversión extranjera, que al 18 de agosto de 2005 ascendía a 9 mil 962 millones de dólares, según los reportes del banco central.
Casi 80 por ciento del saldo actual de esos recursos ingresó al país entre enero de 2004 y agosto de 2005. Se trata de 7 mil 855 millones de dólares, de los cuales 91.6 por ciento se concentra en un solo instrumento denominado bono, según reportes del Banco de México. El 8.4 por ciento restante se encuentra colocado principalmente en Bonos de Regulación Monetaria (Brems) que emite el propio banco central, y en Certificados de la Federación (Cetes)
El saldo actual de la inversión extranjera, en títulos de la deuda interna gubernamental, representa 17 por ciento del nivel en que se ubicaba la reserva internacional de divisas del país el 19 de agosto, el cual fue de 59 mil 175 millones de dólares, y constituye un factor que puede generar fluctuaciones drásticas en el mercado local de dinero en caso de que los inversionistas foráneos perciban que pueden encontrar mejores rendimientos en otros países.