Fox, orador; Carlos Salinas, Roberto Madrazo y López Obrador, invitados

En escaparate político devino el acto de Televisa Celebremos México

En la campaña, con aire de festival del 10 de mayo, bailables, poca asistencia, errores e inspiración poética

El pintor Gilberto Aceves salió del guión y cuestionó el festejo

ROSA ELVIRA VARGAS Y JORGE CABALLERO

El septuagenario Palacio de Bellas Artes tuvo anoche huéspedes antagónicos: el aspirante del PRD a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, y el ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Apenas separados por algunas filas, pero en extremos equidistantes, ambos políticos participaron de una "gala", de la cual casi nadie de quienes están metidos en la próxima contienda electoral presidencial quiso quedar fuera. Lo mismo Roberto Madrazo que Arturo Montiel, del PRI; que Santiago Creel y Felipe Calderón, del PAN, atendieron la convocatoria de Televisa. Y con ellos los menos solicitados a estas alturas, casi todo el gabinete de Vicente Fox y algunos gobernadores y legisladores.

Y en esta celebración el propio titular del Ejecutivo aportó nuevas frases, que seguramente serán tomadas en cuenta en los próximos promocionales de la campaña Celebremos México.

"México es el poema que hemos sido, la canción de libertad que nos une, el cielo azul que nos protege y el nuevo horizonte de bienestar y justicia que hemos vislumbrado y hacia el cual juntos caminamos", recitó Fox con visible emoción.

En una amalgama sin contornos ni matices y a una sola voz de Televisa, políticos y miembros del mundo del espectáculo -claro, sólo los de esa casa- intentaron anoche "celebrar a México".

Pero casualmente la más poderosa empresa de televisión en español, la misma que presume los más altos niveles de audiencia, no logró o no quiso llenar las 3 mil butacas del principal recinto de las artes mexicanas.

En cambio ofreció un largo programa del mismo corte de todos los que presenta siempre, ya sea en vivo o a través de las pantallas en celebraciones como el 15 de septiembre, el 12 de diciembre, el Año Nuevo o el Teletón. Aquello parecía en realidad un festival de 10 de mayo, con lujoso vestuario, de escuelas primarias. Y en medio de los más estilizados bailables y "mosaicos" del folclore nacional, el programa incluyó participaciones del dueño de la empresa, Emilio Azcárraga, del historiador Enrique Krauze, del cantante Alejandro Fernández, en su faceta de orador; del premio Nobel de Química, Mario Molina, del pintor Gilberto Aceves Navarro y, para cerrar, la intervención del Presidente.

De entre ellos el único que se salió del guión fue el pintor Gilberto Aceves Navarro, quien rompiendo las hojas del discurso que tenía preparado dijo: "Iba a leer algo que me hiciera salir del compromiso", y luego interpelando a Vicente Fox, agregó: "¿Estamos de veras celebrando México, señor Presidente? No queremos un México de confeti y relumbrones, queremos un México con la capacidad de rehacernos, de demostrarle al mundo lo que realmente somos".

Entre los que se reunieron para "celebrar México" estuvieron el embajador estadunidense en México, Tony Garza; Pedro Cerisola, José Luis Soberanes, Daniel Cabeza de Vaca, Ramón Martín Huerta, Jesús Ortega, Enrique Jackson, Lorenzo Zambrano, los gobernadores Natividad González Parás, de Nuevo León, y Enrique Martínez, de Coahuila; Alberto Anaya, del PT; Emilio Gamboa, Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, Enrique Peña Nieto.

Actores antagónicos

En el acto, convertido por momentos en escaparate político, López Obrador y el ex presidente Salinas fueron de los asistentes más buscados, pero estuvieron igual de esquivos. El primero nunca se detuvo pese a la pregunta persistente sobre el haber sido convocado al mismo acto que el innombrable. "Nos invitaron y estuvimos aquí. Así es esto. Ya nos vamos", expresó.

Salinas de Gortari, quien según se supo en algún momento hizo chacota con Madrazo y Montiel, también se puso celebratorio. No quiso hablar de política y apenas respondió sobre si estaría tan activo el próximo año como está ahora: "En el 2006 estaré celebrando México", respondió.

Empresarios como Lorenzo Zambrano y Lorenzo Servitje, así como concesionarios de radio y televisión, no podían faltar al festejo.

Y en paralelo la farándula televisiva enfocó sus reflectores en Edith González, Susana Zavaleta, Lorena Velázquez, la productora Carla Estrada, Diana Bracho, Ana Martin, Elena Rojo, Luis de Alba, Tongolele, Adal Ramones, Consuelo Duval, Carmen Salinas, Maribel Guardia, Rafael Inclán y hasta los personajes de Odisea Burbujas.

Así, en esta noche celebratoria las frases de unos y otros políticos y actores usaban los mismo términos, aludían a los mismos lugares comunes, para hablar todos, del orgullo de ser mexicanos, aunque el presidente Fox en su texto alcanzó los niveles más sublimes: "Nuestra mayor riqueza está en el alma y el sudor del obrero y el maestro, del cafetalero y el comerciante, del atleta y el investigador". Pidió celebrar "al mismo tiempo al jaranero y al carpintero, al maderero y al agricultor, al mecánico y al empresario, al plomero y al trovador, al pescador y al dulcero, al soldado y al petrolero, al artesano y al jimador".

A la hora del discurso presidencial ya habían pasado frente a tantas celebridades Armando Manzanero, Lucero, Marco Antonio Muñiz, Fernando de la Mora y Juan Gabriel. Pero aquí también hubo su conflicto, pues cuando los conductores de la ceremonia, Joaquín López Dóriga y Adela Micha, llamaron a Juan Gabriel para que diera alguna apreciación de lo que significaba celebrar México, éste no hizo caso al llamado del comunicador. El cantante tampoco salió al cierre musical programado en la Jam Session, donde actuarían los cantantes que habían pasado por el proscenio. Los organizadores habilitaron a Alejandro Fernández en el popurrí para que acompañara a Lucero, Marco Antonio Muñiz y De la Mora a cantar México lindo y querido y Soy puro mexicano.

Por su parte el presidente de grupo Televisa, Emilio Azcárraga Jean, dijo sobre la nota principal de La Jornada de ayer sobre los telejuegos: "no leí la nota. Sólo leí el encabezado, así que no sabría decirte más".

Al final la música del organillero en la explanada del Palacio de Bellas Artes acompañaba a las personas de todos los días que, expectantes buscaba algún rostro famoso o conocido de ésos que Televisa les endilga a diario.