Dice que por ahora no está interesado en política; se dedica a hacer su "vida normal"

Asegura Carlos Salinas que ahora es "facilitador de programas sociales"

Sobre el relevo en la directiva del PRI señala que "sólo voy a actuar como un ciudadano más"

PATRICIA MUÑOZ RIOS

El ex presidente Carlos Salinas de Gortari se desmarcó del conflicto desatado entre el dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo, y la secretaria general de ese partido, Elba Esther Gordillo, y se negó a externar opinión alguna sobre la ruptura entre esos dos personajes cercanos a él, con el argumento de que "ahora" no le interesa la política.

Sonriente, indicó que en este terreno él sólo va a actuar "como un ciudadano más"; en cambio, aseguró que lo que busca es convertirse en un "facilitador" de programas sociales para canalizar recursos hacia los que menos tienen.

Fue así como se negó a contestar las múltiples preguntas que le hicieron los reporteros sobre a quién de los dos dirigentes príistas daba su respaldo en este conflicto, uno de los más graves que ha vivido su partido después de la derrota del 2000.

Salinas, de regreso a la escena pública, fue entrevistado a las afueras del restaurante Meriden, en la segunda sección del bosque de Chapultepec, donde se reunió con un "grupo de amigos" a comer. Y no obstante sus declaraciones, ayer circularon con insistencia, en corrillos políticos, las versiones de que el ex mandatario busca un escaño en el Senado.

Allegado como es a la profesora Elba Esther Gorgillo -quien incluso es invitada a sus celebraciones familiares-, así como a Roberto Madrazo, con quien se ha dicho que se reunió en las semanas recientes, los reporteros inmediatamente le inquirieron sobre el conflicto surgido en la cúpula príista por la presidencia del partido. Sin embargo, el ex mandatario puso distancia.

"En este terreno sólo voy a actuar como un ciudadano más y voy a ejercer mi derecho a votar", señaló a los medios de comunicación reunidos ahí, sin perder su sonrisa mordaz.

Nada sobre la actual administración

Remarcó en distintos tonos que por ahora no está interesado en política y ni siquiera quiso opinar sobre la gestión del actual presidente Vicente Fox; en cambio, habló de sus tareas sociales.

Su aspiración, dijo, es convertirse ahora en un "facilitador" de programas de índole social y ser un agente de enlace entre "donde está la necesidad de la gente y todos aquellos que están dispuestos a participar en la solución de los problemas sociales".

Aseguró que sí hay mucha gente que quiere aportar para solucionar la problemática social que hay en México y, lo más importante, "también hay mucha gente que necesita de esta participación. Por ello queremos ser facilitadores de la sociedad civil". Por ello se dedicará a las tareas de su fundación Solidaridad, agregó.

En este contexto se encuadran su reciente visita a Valle de Chalco, donde el pasado 10 de agosto se rencontró con la gente que hace más de una década lo escuchó lanzar su programa Solidaridad, y que de nueva cuenta le pidió lo mismo: obras, construcción de una escuela, de una universidad.

Según Salinas, las visitas que ha realizado a varias zonas, como Chetumal, Quintana Roo, tienen ese propósito de ayudar a las comunidades más pobres del país, como la región maderera del municipio de Felipe Carrillo. Incluso se hace acompañar a estas "tareas" de su esposa Ana Paula Gerard y sus hijos pequeños.

Indicó que está dedicado a la reflexión de las ideas, al área del trabajo social, la búsqueda de ayuda para las comunidades y a hacer su "vida normal".