Su derecho de prelar no rebasa al del CPN: Cervantes
Análisis jurídico priísta rechaza pretensión de Gordillo Morales
El bien jurídico tutelado por los artículos 81, 163 y 164 de los estatutos del PRI consiste en evitar la ausencia de representación legal y conducción política del tricolor ante la renuncia del presidente de este partido, que se solventa con la prelación de quien ocupa el cargo inmediato inferior, así como el derecho exclusivo del Consejo Político Nacional (CPN) de elegir al presidente sustituto, enfatizó el coordinador de asuntos jurídicos de dicho partido, Raúl Cervantes Andrade, tesis que comparten los abogados del gobernador del estado de México, Arturo Montiel, y de la Comisión de Procesos Internos, que encabeza Rafael Rodríguez Barrera.
De acuerdo con el análisis jurídico que, a petición de la Comisión Política Permanente (CPP) en su reunión del pasado jueves, realizó Cervantes Andrade sobre estos tres artículos, estando reunido el CPN y una vez conocida la renuncia de Roberto Madrazo, ''puede elegir presidente sustituto'', hecho que no impide la prelación de Elba Esther Gordillo Morales, pero no justifica su pretensión de permanecer en el cargo hasta que concluya la elección de Presidente de la República.
''La secretaria general del PRI no puede anteponer la obligación, que no derecho, de prelar, por encima del derecho que tiene el CPN de elegir a un presidente sustituto'', sostuvo Cervantes Andrade, mientras el secretario técnico del CPN, Mariano Palacios Alcocer, condenó los señalamientos que horas antes hizo Gordillo Morales respecto de la dirigencia tricolor.
''No compartimos que al interior del PRI se haga una política de descalificaciones y adjetivos. Respetamos la decisión expresada por la señora Gordillo de no asistir a la sesión del próximo miércoles, decisión que no es nueva y más bien parecería reiterativa. Es una visión sesgada del orden jurídico, defender con énfasis el ejercicio de los derechos y desentenderse del cumplimiento de las obligaciones'', dijo.
''Al partido y a los medios que han dado seguimiento de nuestra vida institucional, les consta que durante 21 sesiones de pleno del CPN, del CPP, en su carácter de ordinarias y extraordinarias, no ha asistido la señora Gordillo y en nada se ha alterado la vida institucional. La ausencia de facto de sus deberes no ha hecho que el partido pierda rumbo ni avance con éxito (sic). Puedo decir a ustedes que el Consejo Político, con absoluto respeto a la vida estatutaria, con una voluntad de cumplir cabalmente con la legalidad, tendrá la capacidad de construir los acuerdos necesarios'', enfatizó.
Palacios Alcocer y Cervantes Andrade, en conferencia de prensa conjunta, puntualizaron que la maestra no ha sustentado jurídicamente su dicho, cuando aduce que la dirigencia priísta pretende violentar su derecho de permanecer al frente del PRI hasta 2006. Recordaron que ofreció enviar a su abogada para que, en conjunto con el coordinador de Asuntos Jurídicos del PRI, el abogado de Arturo Montiel y el de la Comisión de Procesos Internos, elaboraran una opinión técnico jurídica sobre los artículos mencionados, pero nunca se presentó.
''Primero dijo que enviaría a su abogada, luego que enviaría a un abogado, el caso es que nunca se puso de acuerdo respecto del género que la representaría, y tampoco ha enviado su argumento jurídico'', reveló Cervantes Andrade, quien añadió que la decisión de Gordillo Morales de acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para impugnar la renovación de la directiva del PRI representa ''cero riesgo'' para el partido.
Palacios Alcocer reconoció que no es sano para la vida del PRI que se asuman posiciones de linchamiento, más aún cuando el tricolor reclama acuerdos, "no purgas". Empero, indicó que ni la unidad está en riesgo ni la fractura puede ser imputada según el dicho de uno de sus militantes. Incluso retó a la maestra al sostener que si es congruente con su actitud y conducta, en el sentido de buscar la unidad del Partido Revolucionario Institucional para ganar la Presidencia de la República, tendrá que avalar sus dichos, actuar en consecuencia y no promover una división.