Llega a categoría cinco; temor porque puede causar nueva alza en precio del crudo

Katrina obliga a evacuar a cientos de miles de residentes de Nueva Orleáns

El huracán aún afecta a Cuba, donde deja saldo positivo por aumento en reservas de agua

AFP, REUTERS Y DPA

Nueva Orleans, 28 de agosto. Autoridades de Nueva Orleáns ordenaron hoy la evacuación de cientos de miles de residentes de esta ciudad, debido a que el huracán Katrina cobró intensidad al llegar a la categoría cinco -máxima en la escala Saffir-Simpson-, y su posible entrada en los campos petroleros y gasíferos del Golfo de México generó la preocupación de un impacto dramático sobre los precios del crudo.

Las cotizaciones del petróleo alcanzaron cotizaciones récord desde el jueves pasado, y la producción de crudo en el Golfo de México se redujo más de un tercio el sábado, al tiempo que el huracán parece prepararse para golpear áreas centrales de los campos petroleros, como ocurrió con Iván en septiembre del año pasado. Por eso fueron evacuados 21 pozos y plataformas petroleras situados a lo largo de Nueva Orleáns.

En ese contexto, el precio del barril de crudo puede llegar a la cifra récord de 70 dólares este lunes a primera hora, de acuerdo con expertos citados por televisoras estadunidenses.

Los campos petroleros del Golfo de México producen la cuarta parte del bombeo de hidrocarburos de Estados Unidos.

La trayectoria prevista para Katrina lo ubica tocando tierra este lunes en algún lugar entre la devastada región de Florida y la costa de Luisiana, y se espera que azote Nueva Orleáns.

Bush declara emergencia en tres estados

El presidente estadunidense, George W. Bush, declaró estado de emergencia en Luisiana -abriendo el camino legal para ofrecer ayuda federal a los potenciales damnificados-, así como en Alabama y Mississippi, y exhortó a los residentes a refugiarse en lugares seguros, de preferencia zonas altas.

En el sitio donde tomará tierra el huracán, que alcanzó vientos de 280 kilómetros por hora, se esperan oleajes de cinco a siete metros de altura, con rompientes muy peligrosas, que podrían caer sobre los diques de Nueva Orleáns e inundar el histórico barrio francés, cuando haga su segundo y potencialmente más fuerte embate sobre las costas estadunidenses.

El primero fue el pasado jueves, cuando Katrina era menos fuerte y azotó el sureste de Florida, dejando siete muertos y daños de entre 600 y 2 mil millones de dólares. La agricultura, una de las bases económicas de la región, fue uno de los sectores las más afectados, sobre todo la producción de aguacates.

Un ciclón de categoría cinco tiene poder suficiente para arrancar techos de residencias y edificios industriales, así como de derribar pequeñas edificaciones.

Como buena parte de Nueva Orleáns, ubicada en el sureño estado de Luisiana, está por debajo del nivel del mar, las inundaciones podrían alcanzar más de seis metros, advirtió la gobernadora del estado, Kathleen Babineaux Blanco.

Las autoridades también ordenaron evacuaciones en el estado vecino de Mississipi, mientras en Alabama se almacenó combustible del Golfo de México, aprovechando su proximidad a la costa estadunidense.

Fundada por los franceses en 1718 y considerada la cuna del jazz, Nueva Orleáns cuenta con 1.4 millones de habitantes, tomando en cuenta los barrios adyacentes, y aproximadamente 485 mil residen en las partes bajas de la ciudad.

La ciudad está situada entre la desembocadura del río Mississippi y el lago Pontchartrain, en el sudeste de Estados Unidos. Es la metrópoli más grande de Luisiana, aunque la capital del estado es Baton Rouge.

Sólo el personal de los servicios de emergencia fue autorizado a quedarse en la ciudad. Quienes no puedan irse antes de la llegada de Katrina deberán dirigirse al enorme estadio Superdome, con capacidad para 60 mil personas.

Las principales rutas de salida de la ciudad quedaron bloqueadas en las primeras horas del domingo, cuando habitantes y turistas se apresuraban a abandonar la ciudad. En el aeropuerto Louis Armstrong había largas filas de pasajeros. La mayoría de los vuelos que aterrizaban lo hacían vacíos, mientras los que despegaban iban llenos.

Las lluvias serán todavía copiosas el martes y el miércoles, cuando Katrina se haya debilitado y vaya rumbo a su extinción en el Valle de Ohio y la región oriental de los grandes lagos.

Mientras, una legión de técnicos trabajaba para normalizar los servicios eléctrico y telefónico en Miami, para lo cual fueron traídos miles de empleados de otros estados. Dado que otro de los problemas es la falta de gasolina, 19 barcos están en marcha hacia la vecina Fort Lauderdale con 151 millones de litros. Decenas de urbanizaciones continuaban bajo el agua, y también prosiguen las lluvias torrenciales, aunque esporádicas.

Katrina continúa afectando Cuba con lluvias, vientos y "trenes de olas", que han provocado penetraciones marinas y obligado a realizar evacuaciones, informó la prensa local. Habrá "chubascos, lluvias y posibles tormentas eléctricas sobre la mitad occidental del país, principalmente sobre la (occidental) provincia de Pinar del Río durante el día de hoy", informó el Instituto de Meteorología de Cuba (IMC).

El diario Juventud Rebelde señaló que el número de evacuados en Pinar del Río se elevó a 8 mil. No se reportaron grandes daños o pérdida de vidas humanas. Por otra parte, Katrina ha dejado un saldo positivo en reservas de agua, pues hasta el sábado el líquido almacenado en los embalses de la isla había aumentado en 181 millones de metros cúbicos, dijo el periódico.