Norberto Rivera: 2006 no debe ser un año perdido
Preocupa a la Iglesia el dispendio proselitista
El cardenal Norberto Rivera Carrera confió en que el quinto Informe de gobierno no sea el inicio del final del trabajo presidencial de Vicente Fox Quesada. Ojalá, apuntó, su última etapa "no sea un año perdido" porque la administración pública se concentre solamente en cuestiones políticas o de partido.
Mientras el arzobispo primado de México externó su confianza en que el Presidente dé buenas noticias, la curia metropolitana, en su periódico semanal, mostró preocupación porque el país, con los millonarios recursos destinados para las elecciones federales de 2006, retome nuevamente, pero "ahora por la vía democrática, el dominio de la corrupción, el fraude y el populismo".
Especialmente porque, acusó, "pensar en nuevos organismos que fiscalicen el empleo honesto de tan enormes recursos en el IFE y en los partidos políticos es manifestar más desconfianza y destinar mayores recursos".
Cuestionó que se vaya por el camino correcto si se aprueban 13 mil millones de pesos para un proceso electoral en un país con "niveles de pobreza extrema indignantes; falta de proyectos productivos en orden a un desarrollo sostenido; un campo olvidado y degradado que provoca más la migración a las ciudades y a Estados Unidos, con la consiguiente desintegración familiar y social; empresas nacionales que constantemente pasan a manos extranjeras; recursos estratégicos en bancarrota; educación e investigación en condiciones de atraso, y una clase media que no logra alcanzar un equilibrio y bienestar permanentes".
Renuente a dar su opinión sobre lo que prevé de la próxima comparecencia pública del Presidente, el cardenal Rivera Carrera se limitó a reiterar que espera palabras de aliento.
Al término de su homilía dominical, en breve entrevista, apuntó que es importante que el pueblo de México escuche este primero de septiembre a Vicente Fox, porque "el que esté bien informado puede tomar decisiones correctas. Un informe siempre nos servirá como punto de referencia, aunque algunas partes las aceptemos y en otras no estemos de acuerdo".
Confió en que el informe presidencial sea la pauta para que todos "nos dediquemos a trabajar por lo que México necesita y no nos concentremos solamente en cuestiones políticas. Creo que sería un año perdido si de aquí en adelante solamente nos interesáramos en cuestiones electorales y los mexicanos no nos dedicáramos a trabajar como debemos", reiteró.
En coincidencia con el editorial del periódico diocesano que se edita en la curia metropolitana, el prelado aceptó que la clase política, en general, resulta ganadora en materia de desconfianza, y cuestionó el excesivo gasto en campañas prelectorales, en especial porque "muchos de esos recursos no se transparentan. Ya llevamos muchos meses con expresiones de propaganda en los distintos medios y los únicos ganones son ustedes, los de los medios de comunicación. Felicidades".
Mientras tanto, en León, Guanajuato, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y obispo de la diócesis local, José Guadalupe Martín Rábago, pidió que el quinto Informe de gobierno que presentará el próximo jueves el presidente Vicente Fox "diga la verdad, que exponga la realidad tal como está en el ánimo del pueblo mexicano".
En conferencia de prensa al terminar la homilía dominical, el prelado hizo votos para que en el Informe de gobierno no "se maquille la realidad, sino que podamos tener una información verídica, inclusive con sus aspectos negativos. Más vale que conozcamos que hay cosas que a lo mejor no son tan gratas, pero que las conozcamos para que se puedan mejorar, pues un informe veraz es el anhelo de todos los mexicanos".
Aunque reconoció que hay avances en el país, dijo que existen pendientes en la generación de empleos, en seguridad pública, en derechos humanos, en educación y en combate a la pobreza, por lo que pidió al Presidente que durante el informe hable de los logros de su gobierno, pero también de las deficiencias, "que nos permita conocer lo que se consiguió en esto que es casi el término del periodo presidencial, que haga una autoevaluación con respecto a su función como presidente".
Martín Rabago dijo que aunque aún no existen elementos para hacer una evaluación amplia del trabajo del presidente Fox Quesada, consideró que "seríamos injustos si sólo queremos ver el aspecto negativo del régimen del Presidente . Pensamos que éste será un informe de luces y sombras".