Arremete contra Garza y Richardson en la presentación de su plan de seguridad
Desairan a Creel agentes aduanales de Nuevo Laredo
Nuevo Laredo, Tamps., 27 de agosto. Santiago Creel Miranda acusó al embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, de utilizar el tema de la inseguridad fronteriza como "botín político" para fines personales y electorales.
En esta ciudad de ejecuciones diarias y donde el gobierno de George W. Bush cerró durante cinco días su consulado a causa de la criminalidad, el precandidato presidencial del PAN presentó su programa de seguridad, al que calificó como "revolucionario y la batalla más decidida contra la criminalidad", y arremetió contra Garza y el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, a quienes exigió que se concentren en obtener la gubernatura de Texas o la presidencia estadunidense en vez de estar criticando a México.
El ex secretario de Gobernación, quien imcumplió su promesa de hacer una gira por ciudades fronterizas cuando formaba parte del gabinete foxista, apenas estuvo cuatro horas en Nuevo Laredo, adonde llegó y se retiró en avión privado. "Tomé mis precauciones", reconoció.
Fue escoltado por un convoy de tres camionetas con sus colaboradores y en su primer acto estuvieron presentes cinco guardias de seguridad. Hace dos semanas el panista canceló su visita a causa del asesinato del regidor priísta Leopoldo Ramos.
En la presentación de su programa de seguridad fue desairado por la mayor parte de sus anfitriones: los agentes aduanales. Militantes locales estaban preocupados porque los convocantes al acto -salvo el presidente de la asociación- prefirieron asistir a los festejos por el 150 aniversario de su grupo.
Como los agentes aduanales no se presentaban, Creel tuvo que hacer tiempo (se demoró 45 minutos en llegar); finalmente logró un auditorio de poco más de 100 personas, ante quienes planteó su proyecto de seguridad sin explicar cómo va a financiarlo -salvo la creación de una agencia antidrogas, que se haría con recursos incautados- y tampoco cómo lograría el consenso del Congreso de la Unión para una serie de reformas legales.
A un mes del diferendo diplomático con el gobierno estadunidense por el cierre temporal de su consulado en Nuevo Laredo -ocurrido a partir del 29 de julio- a causa de la creciente criminalidad, el precandidato se lanzó duro contra funcionarios de alto nivel del vecino país.
"No se vale que actores con fines electorales en Estados Unidos tomen el tema de la inseguridad como asunto de carácter político. Hablo del gobernador (en referencia a Bill Richardson, quien el 12 de agosto decretó estado de emergencia en cuatro condados fronterizos por la inseguridad que impera en la zona) y del embajador (Tony Garza). Si tienen aspiraciones políticas en Texas o para la presidencia estadunidense que se concentren en ello", afirmó.
Quien como secretario de Gobernación dejara sus reclamos a los estadunidenses en el plano discursivo, señaló que ambas administraciones deben ponerse de acuerdo, porque los dimes y diretes ocurridos en los últimos tiempos no sirven a nadie.
Luego, en Matamoros, dio el ejemplo del gobernador de Texas, Rick Perry, quien cuando hacia campaña para la relección insistía en las diferencias con México por el tema del agua. Envalentonado, el panista dijo que mientras a México le toca hacer las aprehensiones de los grandes capos y ha brindado una cooperación efectiva impidiendo el paso de terroristas a territorio estadunidense, el gobierno de ese país captura a lugartenientes menores y no acepta un acuerdo migratorio.
Afirmó que de llegar a la Presidencia de la República buscaría suscribir un acuerdo de cooperación con su homólogo estadunidense, pero "eso sí, cada quien en su territorio, bajo su propia soberanía".
"Voy a apretar macizo a la criminalidad"
En la tierra de Los Zetas, el brazo armado del cártel del Golfo y donde elementos de la Policía Federal Preventiva continuamente hacen rondines por las calles y mantienen retenes en las carreteras en el contexto del programa México Seguro, Creel advirtió que su primera promesa de precampaña es liberar a esta ciudad de la criminalidad. "Vamos a apretar macizo".
El panista, quien se ha declarado defensor de la división de poderes, sostuvo que sus propuestas no requieren ser negociadas con el Congreso y que en el caso de la incautación de recursos para la creación de una agencia antidrogas, se puede hacer por decreto del Ejecutivo sin pasar por el acuerdo de los legisladores.
Su plan se divide en 17 puntos, entre los cuales destaca dar "golpes precisos y severos" a la delincuencia, haciendo una batalla cuadra por cuadra; impulsar un sistema nacional de policía y la figura del policía de barrio; crear una línea telefónica para denuncias ciudadanas y dar recompensas a quienes provean información para la captura de delincuentes.
También plantea crear una secretaría del interior que se encargue de las labores de inteligencia, policía nacional y del sistema carcelario federal, entre otros.