Usted está aquí: sábado 27 de agosto de 2005 Mundo Ex represores uruguayos usaron la valija diplomática para traficar armas

Las enviaban a miembros de las fuerzas conjuntas destacados en Buenos Aires

Ex represores uruguayos usaron la valija diplomática para traficar armas

Afirman abogados que con dicho armamento se asesinó a ex legisladores disidentes

AFP

Montevideo, 26 de agosto. Los uruguayos que huían de la dictadura militar de su país fueron perseguidos por las fuerzas conjuntas (formadas por militares y policías) en Argentina utilizando, entre otros mecanismos, la valija diplomática, que les permitía enviar armamento mientras realizaban viajes en aviones de la línea nacional Pluna, reveló este viernes el diario La República.

El periódico uruguayo informó que el envío incluyó "ametralladoras, subametralladoras y centenares de municiones", de acuerdo con documentos desclasificados del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay que el historiador Oscar Destouet entregó a los abogados Hebe Martínez Burlé y Walter de León, a los que tuvo acceso hace unos cuatro años.

"Un informe de febrero de 1976 detalla sobre una lista de armas de todo calibre y cantidad de municiones" que fueron enviadas a la embajada de Uruguay en Argentina, revelaron Martínez Burlé y De León, y agregaron que "la cancillería y la embajada de ese país en Buenos Aires" jugaron en los años 70 "un papel esencial en la represión" de los exiliados en Argentina.

Las armas eran para el uso de "militares y policías que actuaron en operaciones en Argentina en el marco del Plan Cóndor", de coordinación represiva entre las dictaduras sudamericanas de la época, y la vía diplomática fue usada para facilitar el cruce de las fronteras.

El golpe de Estado en Argentina se produjo el 24 de marzo de 1976, pero desde tiempo atrás los militares habían recibido la orden de "exterminar" a los subversivos, y en febrero de aquel año la Junta de Generales, presidida por Rafael Videla, ya ejercía fuerte influencia sobre la presidenta María Estela (Isabelita) Martínez de Perón.

Martínez Burlé y Walter de León dijeron al periódico que "es absolutamente razonable pensar que tal cantidad de armas y municiones" fueron utilizadas en "actividades represivas", y presuntamente usadas en mayo de 1976 para asesinar a cuatro uruguayos: el senador Zelmar Michelini (del izquierdista Frente Amplio), último presidente de la Cámara de Representantes antes de la dictadura; Héctor Gutiérrez Ruiz (del Partido Nacional), y los militantes Rosario Barredo de Schroeder y William Whitelaw.

Destouet, sin embargo, precisó este jueves al programa radial Tiempo Presente que no se puede afirmar que esas armas trasladadas en febrero de 1976 a la embajada uruguaya en Buenos Aires fueran las utilizadas para matar a los legisladores.

El canciller uruguayo en aquel año era Juan Carlos Blanco, procesado por ser coautor del homicidio de Elena Quinteros, en 1976 -presuntamente ejecutada tiempo después de ser secuestrada en la embajada de Venezuela en Montevideo, donde buscaba refugio-, y ahora investigado por los asesinatos de Michelini y Gutiérrez, junto con el ex dictador Juan María Bordaberry.

Los abogados manifestaron al diario que los documentos "no dejan dudas" de la responsabilidad de Blanco "en la dirección, ejecución y ocultamiento de las acciones más horrendas de la dictadura uruguaya (1973-1985)", y de su "participación como autor mediato o coautor de los homicidios" de Michelini, Gutiérrez, Barredo y Whitelaws.

 
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