LOS DE ABAJO
LAS DECIDORAS ES UN grupo de feministas uruguayas que eligieron este nombre porque "tiene que ver con lo que queremos, con apropiarnos de nuestra práctica y nuestra palabra, resignificándolas para aportar en el debate y en la lucha junto a los otros excluidos". Se trata, dicen, de participar en la construcción de un mundo nuevo.
A Las Decidoras las podemos encontrar haciendo un desnudo en la Plaza Libertad, en El Pinar, para denunciar la situación de extrema violencia a la que son sometidas las mujeres afganas; montando una vigilia de denuncia frente a la casa de un secuestrador, en un día de la madre; participando en acciones contra el ALCA; soltando globos al aire con frases impertinentes en un día del trabajo; recorriendo los pasillos en los foros sociales de Porto Alegre; montando un performance en la Plaza Lafone, en el día de la no violencia contra la mujer, o debatiendo en las facultades durante ocupaciones universitarias.
Son un gran grupo de mujeres, pero no un grupo grande en cuanto a número de integrantes. Pocas mujeres y muchos propósitos y acciones. De diferentes edades y experiencias y de diversa procedencia ideológica, no todas enraizadas en el feminismo, están creando un nuevo estilo feminista en Uruguay, uno que, explican, no sólo haga proyectos y demandas en el contexto que el sistema ofrece y el feminismo acepta, sino un feminismo subversivo que "no melle su filo con la aceptación de lo posible".
Las Decidoras van a contracorriente del feminismo institucionalizado, ya sea por el gobierno, las organizaciones no gubernamentales o los partidos políticos. Se trata, dicen, de construir en la sociedad poderes autónomos circulantes que contengan tres dimensiones: ética, política y educación.
Todo empezó un día de 1999, cuando al finalizar el Encuentro de Mujeres Libres celebrado en El Pinar, las participantes decidieron realizar un desnudo en la Plaza Libertad para denunciar el maltrato y la violencia que padecen las mujeres en Afganistán. La acción se firmó como Feministas del Pinar y fue el preámbulo para la conformación posterior de Las Decidoras, quienes -desde un primer momento- se proclamaron feministas autónomas.
Este activo grupo de mujeres se planteó también desde un principio vincular la lucha de género con una más amplia, que tiene que ver con la construcción de una sociedad incluyente y demandante. De esta manera se explica la vigilia de 14 horas que realizaron frente a la casa del militar Nino Gabazzo, secuestrador de Simón Riquelo. A 25 años del plagio, apostando a nuevas formas de denuncia, Las Decidoras se plantaron frente a la casa del responsable y en una acción sin precedentes se apostaron en las esquinas y, en silencio, señalaron, interrogaron y acusaron al militar impune. La policía llegó pero no importó, pues los vecinos del barrio las apoyaron y se unieron a la protesta.
En la actualidad se reúnen semanalmente para realizar talleres de estudio, pues las acciones se acompañan de aproximaciones a definiciones que las sostengan. Se siguen haciendo preguntas. No dejan de actuar. No son muchas, pero qué ruido hacen.