MEXICO SA
Dos mil millones de dólares libres de impuestos
No se enterarán al fisco 740 mdd; 45% del presupuesto de la UNAM
NADIE COMO LOS depauperados propietarios del regiomontano Grupo Alfa y demás accionistas de Hylsamex agradecieron el griterío de las ahora "unificadas" centrales obreras del país en su lucha por evitar que a partir de 2006 las prestaciones de los trabajadores sean gravadas con el impuesto sobre la renta.
JUSTO EL DIA en que los medios de información registraban el inédito suceso -la citada "unificación"- y recalcaban la rapiña de legisladores y gobierno federal en su afán de exprimir los de por sí estrujados bolsillos de los causantes cautivos, los dueños del Grupo Alfa, encabezados por Dionisio Garza Medina, y accionistas minoritarios de Hylsamex brindaban con champaña y daban gracias por las leyes de este país, porque los más de 2 mil millones de dólares que obtuvieron por la venta de ese consorcio acerero ingresarán libres de impuestos a sus respectivas chequeras, con el beneplácito de las autoridades fiscales, las mismas que impacientes esperan el 1º de enero de 2006 para clavarle el diente a las prestaciones de los trabajadores.
EL PASADO LUNES la trasnacional Techint pagó, en efectivo, cerca de 2 mil 250 millones de dólares por el total de las acciones de Hylsamex, de las que 42.5 por ciento (con derecho a voto mayoritario) eran propiedad del Grupo Alfa de Monterrey. El corporativo regiomontano recibió mil 65 millones de dólares (897 millones por los títulos de Hylsamex, más un dividendo de 61 millones, y 107 millones por su participación minoritaria en el consorcio Amazonia, que controla a la siderúrgica venezolana Sidor). Mil 185 millones adicionales se repartieron entre los propietarios -hasta ese día- de 57.5 por ciento restante de las acciones del consorcio acerero.
POR TRATARSE DE una operación financiera en la Bolsa Mexicana de Valores (como hicieron con Banamex y Bancomer Roberto Hernández, Alfredo Harp Helú, Eugenio Garza Lagüera, Lorenzo Zambrano, Claudio X. González y otros distinguidos empresarios), ni un solo centavo de esta voluminosa transacción terminará en las arcas nacionales. Los vendedores se ahorraron casi 740 millones de dólares (320 el Grupo Alfa) en impuestos, y una vez más el erario los ve pasar de lejos, muy lejos.
SOLO PARA UBICAR, esos 740 millones de dólares que los barones de Monterrey y asociados legalmente no enterarán al fisco equivalen a 45 por ciento del presupuesto 2005 de la UNAM; 120 por ciento del Instituto Politécnico Nacional; 100 por ciento del Conacyt; mil 897 por ciento de la Universidad Pedagógica Nacional; 3 mil 240 por ciento del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida; 116 por ciento de la Secretaría de Seguridad Pública federal; 35 por ciento de la Secretaría de Desarrollo Social; 200 por ciento de la Secretaría de Relaciones Exteriores; 256 por ciento de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social; 94 por ciento de la Secretaría de Marina y 790 por ciento del Cisen, por citar algunos ejemplos.
ATERRADOR RESULTA EL comparativo, pero la creencia del gobierno es que este tipo de operaciones financieras -en las que una trasnacional como Techint amplía su ya vasta red de negocios e intereses en sectores estratégicos (otrora) mexicanos, como la cuenca de Burgos- son sinónimo de "confianza en las autoridades y sus instituciones", mismas que se esfuerzan por ofrecer al capital extranjero "certidumbre jurídica y facilidades para su operación".
CON ESA "confianza", el capital trasnacional se quedó con el sistema de pagos que opera en el país; procede a quedarse con el sector eléctrico y reporta avances sustanciales en el petrolero y gasero, sin olvidar la creciente participación en todo lo demás.
ENTONCES, COMO FISCALMENTE hay que ayudar a las trasnacionales, no asustar a los inversionistas, colaborar con los grandes corporativos y facilitarles las cosas a los barones del dinero, no queda otro camino que exprimir los bolsillos de los causantes cautivos. Equilibrio ante todo. ¡Qué mejor camino que clavarle el impuesto sobre la renta no al capital, sino a las prestaciones de los trabajadores!
INMEDIATAMENTE DESPUES DE la venta, el Grupo Alfa se apresuró a notificar que a partir del 22 de agosto Hylsamex pasó a formar parte de Ternium, empresa del Grupo Techint. Además, que su consejo de administración nombró un nuevo presidente: Alejandro M. Elizondo Barragán, hermano de Fernando Elizondo Barragán, aún secretario de Energía, quien "de 1979 a 1989 ocupó diversas posiciones de dirección en el área legal del Grupo Industrial Alfa, en las cuales se destaca fungir como director jurídico de Hylsa y empresas subsidiarias y director jurídico de operaciones", de acuerdo con su currículum de gabinete.
UNA SEMANA ANTES de que se concretara la compra-venta, el Grupo Alfa gustosamente dijo lo siguiente: "no retención en la oferta pública de compra; se informa a los accionistas de Hylsamex y al público inversionista que Acciones y Valores Banamex, Casa de Bolsa, Grupo Financiero Banamex (el intermediario) nos ha comunicado que el 9 de agosto de 2005 la Comisión Nacional Bancaria y de Valores expidió la constancia a que se refiere la regla 3.11.3 de la resolución miscelánea fiscal para 2005 en relación con la oferta pública de compra acciones representativas del capital social de Hylsamex presentada por Industrial Investments Inc. y Siderar, la cual fue debidamente autorizada por la mencionada comisión. En consecuencia, de conformidad con la mencionada Regla y a los artículos 60 y 90 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, el intermediario no deberá llevar a cabo la retención a que se refieren dichos preceptos legales a los accionistas de Hylsamex que vendan sus acciones en la oferta pública y que sean personas físicas residentes en México o a residentes en el extranjero".
Y TODOS FUERON felices, independientemente de que, una vez concretada la operación de compra-venta, Hylsamex también se va de la Bolsa Mexicana de Valores.
Las rebanadas del pastel:
¿QUE NO HAY quinto malo? Esperen el Informe presidencial del próximo jueves.