Mujeres y jóvenes, de los sectores más afectados
Aún lejos, las Metas del Milenio; empeora el mercado de trabajo
Mujeres y jóvenes son dos de los sectores de la población más afectados en América Latina y el Caribe. Las primeras, por exclusión social y violencia intrafamiliar, y los segundos por falta de mercado laboral. El informe sobre el cumplimiento de las Metas del Milenio (compromiso mundial de 86 países para disminuir la desigualdad e impulsar el desarrollo humano) señala que la tasa de desempleo regional de quienes tienen entre 15 y 29 años aumentó de 12.8 por ciento en 1990 a 16.1 por ciento 10 años después. Es decir, más del doble de la tasa de desocupación promedio de los adultos de 30 a 64 años. Lo anterior, debido a un "empeoramiento general de la situación en el mercado de trabajo de muchos países de la región (entre ellos México)".
Sin embargo, son las mujeres quienes "están sobrerrepresentadas entre los pobres", y esto se refleja en porcentajes menores de asistencia a la escuela, así como en la violencia de género, porque quienes son víctimas "no consiguen salir de la pobreza, por estar sometidas a relaciones degradantes que se ejercen contra ellas, tanto en el ámbito privado como en el público".
Resalta el documento que para el inicio del siglo XXI hay un avance entre las tasas netas de matrícula en los niveles secundario y terciario de educación en beneficio de las niñas, excepto en Anguila, Guatemala y Perú, donde se reporta un saldo negativo, pero México, se subraya, es el único país que no supera la meta en el caso del segundo nivel.
En la Declaración del Milenio se reconoce la necesidad de avanzar en la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres como condición para cumplir los ocho objetivos que se plantean, entre ellos, erradicar la pobreza extrema y el hambre, fomentar una asociación mundial para el desarrollo, mejorar la salud materna, reducir la mortalidad en la niñez y garantizar la sustentabilidad del medio ambiente, entre otros puntos.
No obstante, afirman que los ingresos laborales de las mujeres aún son entre 30 y 40 por ciento más bajos que los de los varones, persisten dificultades como la violencia familiar y aún no hay suficiente representatividad de mujeres en los parlamentos. En proporción, en 14 de 26 países aumentó la participación laboral de las mujeres, mientras se mantiene un tercer grupo de cinco que muestra un rezago.
El problema es que pese a un creciente ingreso del sector, su mercado laboral se concentra en empleos precarios, mal remunerados y de baja productividad. Por ejemplo, en 2002 la percepción salarial de las mujeres alcanzó sólo 69 por ciento de la masculina, en promedio.
Con base en datos de la Organización Panamericana de la Salud en el informe -elaborado entre otros organismos internacionales por la CEPAL, la OIT, instancias de la Organización de las Naciones Unidas y más- se menciona que en la región una de cada tres mujeres es víctima de violencia. El 33 por ciento informa haber sufrido abuso sexual, y 45 por ciento, amenaza por parte de sus parejas.
En cuanto a los jóvenes de la región, subrayaron que son los más afectados por el desempleo, se manifiesta que en su mayoría pertenecen a los hogares de menores ingresos: "el desempleo juvenil en el quintil más pobre triplica el registrado entre los jóvenes del 20 por ciento más rico, que afecta más a las mujeres que a los varones, pese a que ellas se están incorporando al mercado de trabajo con más educación.
Considera que el aumento de la vulnerabilidad ocupacional entre esa población se expresa en empeoramiento de la calidad de los puestos de trabajo a los que acceden, en su mayoría, en el sector formal, según se registró durante la década pasada y a comienzos de la actual. "Con ello disminuyó la cobertura previsional de los trabajadores jóvenes y una proporción alta de los nuevos puestos de trabajo fueron empleos de tiempo parcial".