Dos indígenas incluidas
Postulan a doce mexicanas al Nobel de la Paz 2005
"No puede haber paz en el mundo con hogares destrozados por la represión, la brutalidad tan terrible de gente que no ame la paz", fue la frase que ayer utilizó Rosario Ibarra de Piedra para englobar la lucha que 12 mexicanas postuladas al Premio Nobel de la Paz 2005, que propuso la Asociación 1000 Mujeres por la Paz e Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social, que encabeza Clara Jusidman.
En su momento, la presidenta del Comité Eureka, tomó la palabra para cuestionar al gobierno del presidente Vicente Fox por no cumplir con su promesa de campaña para resolver los delitos del pasado. En entrevista lo definió así: "Prometió el oro y el moro, pero no ha hecho nada o ha hecho cosas perversas. Por ejemplo, mandar al Senado a ratificar la Convención Interamericana sobre Desapariciones Forzadas con dos candados para que no se juzgue a militares en ámbitos civiles y que sólo se analizaran los crímenes de lesa humanidad en el momento de la ratificación del instrumento (hace tres años). Por tanto, la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado es un fraude".
Entre las mujeres postuladas al Premio Nobel hay quienes sostienen luchas sociales y por los derechos humanos desde diferentes ámbitos. Sandra Jiménez Loza tiene 18 años, padece parálisis cerebral. Creó el Primer Parlamento Infantil y Juvenil de la Ciudad de México y está convencida de que el mundo estará en paz cuando "el mundo sienta vergüenza".
También se encuentran las indígenas Macedonia Blas y Guadalupe Hernández Dimas que trabajan contra el racismo que padecen en sus comunidades las mujeres por los usos y costumbres, pero también por violación a sus derechos humanos.