Las leyes indígena, de transgénicos y del IMSS motivaron críticas de la sociedad

Choques con Fox, constante de la 58 legislatura de la Cámara de Senadores

Modificar la Ley Federal de Radio y Televisión, uno de los pendientes de esa instancia

ANDREA BECERRIL

En el contexto de una confrontación constante con el presidente Vicente Fox, el Senado de la República entrará al último año de la actual legislatura con dos pendientes fundamentales: la Ley Federal de Radio y Televisión y el paquete de reformas del Ejecutivo en materia de justicia y seguridad pública.

Los legisladores deberán, además, resolver el problema que significa que dos leyes de carácter social hayan sido vetadas por Fox. La que crea el ombudsman fiscal, que está de regreso en la Cámara con diversas modificaciones que hizo la Secretaría de Hacienda, y la Ley Cañera, que, según el anuncio del Presidente, tampoco se promulgará.

Las llamadas "reformas estructurales", motivo del enojo de Fox con el Legislativo, quedarán pendientes. "No creo que insistan más en ello y aunque lo hicieran no van a pasar, porque la mayoría en el Congreso pensamos que son lesivas para el país, porque sólo pretenden la privatización del petróleo y la electricidad", advirtió el senador del PRI Manuel Bartlett.

El encono

La pelea será para aprobar la Ley Federal de Radio y Televisión, expuso por su parte el vicepresidente de la mesa directiva del Senado, el panista César Jáuregui, quien ubicó las fuertes resistencias contra esa legislación en aquellos que pretenden beneficios electorales a cambio de no tocar el obsoleto marco jurídico que rige a los medios electrónicos.

El perredista Jesús Ortega consideró que aun en plena época electoral su bancada impulsará esa reforma, al igual que el paquete de justicia y seguridad pública, del que sólo se han aprobado algunas partes.

Para el coordinador de la bancada del PRI, Enrique Jackson, pese a las fricciones constantes con el Presidente de la República, el Senado tiene "buenas cuentas que rendir", toda vez que en los pasados cinco años se aprobaron nuevas leyes y modificaciones legales en beneficio del país y la sociedad.

En cifras, de septiembre de 2000, fecha en que comenzó la 58 legislatura, hasta el pasado abril, ya en la 59 legislatura -cambia cada tres años- el Senado aprobó 367 reformas legales, entre ellas varias leyes de nueva creación.

Durante los tres primeros años de este Senado, en la 58 legislatura, destacan las reformas constitucionales en materia indígena, que provocaron gran controversia, ya que motivaron el rechazo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), por considerar que no reflejaron el contenido de los acuerdos de San Andrés.

En el registro de nuevas leyes figuran, entre otras: Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, Ley de Desarrollo Social, Ley de Aguas Nacionales, Ley Federal de Protección de Datos Personales, Ley de Seguridad Nacional y Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado.

En muchas ocasiones PRI y PAN se aliaron para aprobar por mayoría reformas cuestionadas, como la Ley del Seguro Popular o las reformas a la Ley del Seguro Social, por las que se prohíbe el pago de las pensiones de los trabajadores del IMSS con las cuotas de ese instituto. Esta última modificación provocó el año pasado grandes movilizaciones obreras y que la sede senatorial fuera cercada por los sindicalizados.

También fue muy cuestionada la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, aprobada el pasado abril, entre quejas y observaciones de académicos y especialistas que expresaron su desacuerdo con una legislación incompleta, que no regula el uso de transgénicos.

Las divergencias entre Fox y el legislativo fueron constantes. El Ejecutivo reprochó en los primeros cuatro años de su administración al Senado que no aprobara la reforma eléctrica, por la que pretendía legalizar la inversión externa en la generación de electricidad.

En los meses recientes y luego de las protestas por el agravamiento de la violencia y la inseguridad, Fox responsabilizó de ello al Poder Legislativo, por no haber aprobado el paquete de reformas en materia de justicia penal y seguridad pública, que remitió al Senado hace dos años. Exigió que su propuesta se aprobara en conjunto, no en "abonitos".

Al respecto, el senador del PRI Antonio García Torres comentó que no pueden sacar al vapor un proyecto que cambia por completo el sistema penal mexicano, con miras a equipararlo al de Estados Unidos. Hizo notar que aprobaron iniciativas encaminadas a combatir la delincuencia organizada, entre ellas una nueva Ley de Justicia para Adolescentes y reformas para sancionar de manera estricta el secuestro exprés y el narcomenudeo.

La discusión de la parte toral de la reforma foxista, como son los juicios orales, el establecimiento de fiscales y la autonomía de la Procuraduría General de la República (PGR), se dará en el periodo de sesiones que comienza el primero de septiembre próximo.

Hay acuerdo entre todas las fuerzas políticas en revisar las 24 observaciones que Fox formuló a la ley que crea la Procuraduría Federal de Defensa del Contribuyente, pero sin modificar la esencia de esa legislación, que es proteger a los ciudadanos de los abusos de la autoridad hacendaria por medio del ombudsman fiscal. No tiene sustento el veto presidencial, señaló la senadora Martha Tamayo.

El otro tema fundamental pendiente que un grupo de senadores de diversas fuerzas políticas insistirá en agendar para este último año de la 59 legislatura es la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión. El senador del PAN Felipe Vicencio y el perredista César Raúl Ojeda coincidieron en que será difícil vencer las resistencias de todos aquellos que no quieren molestar a los concesionarios de los medios electrónicos, para poder aparecer en las pantallas.

El senador blanquiazul César Jáuregui señaló que es obligado que el tema esté en la agenda del próximo periodo de sesiones para que se dé la discusión y "esa mayoría" que no está de acuerdo con el dictamen elaborado por la Subcomisión Dictaminadora que encabezó Javier Corral Jurado acepte discutir una propuesta alterna.

"Ese es el reto para el próximo periodo de sesiones, porque ya sabemos que al inicio de 2006 todo mundo va a estar acomodándose, aterrizando o involucrado en las campañas electorales y será más difícil lograr los consensos", precisó Jáuregui.