Cuajimalpa: arrasan inmobiliarias con zonas ecológicas
Se extienden las construcciones de lujo en barrancas, pese a las denuncias de vecinos
Sin freno alguno, las empresas inmobiliarias invaden las barrancas de Cuajimalpa. Enormes condominios o residencias con lujosas terrazas, canchas de futbol y juegos infantiles que se extienden por laderas o cauces, continúan multiplicándose en La Diferencia, Milpa Vieja o El Zapote, a pesar de que esta última fue declarada, en agosto del año pasado, como zona de valor ambiental.
Durante un recorrido efectuado por estos tres espacios ecológicos, se corroboró que las compañías inmobiliarias siguen construyendo proyectos residenciales o en condominio de 10 o 20 pisos -con la anuencia de las autoridades, alegan vecinos y ambientalistas-, que hacen que las barrancas entren al mercado inmobiliario del Distrito Federal.
Obelisco Bosques, fraccionamiento La Punta o Bugambilias, y Dos Torres Bosques, son sólo algunos ejemplos de esos desarrollos que siguen invadiendo las laderas y cauces, afectando los servicios ambientales que proveen a esta capital, como es la captación de agua pluvial, regulación del clima, producción de oxígeno y conservación de la biodiversidad.
El subprocurador Miguel Angel Cancino, de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), asegura que hay ocasiones en que las inmobiliarias alegan tener "derechos adquiridos" para poder construir en esas zonas de conservación, lo que ha llevado a que los vecinos inconformes hayan presentado 31 denuncias por afectación a las barrancas de Cuajimalpa.
Un ejemplo: sobre la calle de Bosques de Canelos, en el número 85, está Residencial Insignia Canelos, cuya fachada es de tres pisos, pero hacia el fondo de la barranca de El Zapote se construyeron otros siete pisos; inclusive, en su cauce se colocaron juegos infantiles y una pequeña cancha de futbol de impecable pasto.
Metros adelante se observa, en la misma ladera, dos canchas de tenis, una cubierta y otra al aire libre, así como un campo de frontón y dos enormes antenas parabólicas. Aledaño a ese desarrollo se construye el proyecto inmobiliario Obelisco Bosques, que será un condominio de 18 "exclusivos departamentos", pero también en zona correspondiente a la barranca El Zapote.
Otro caso: en la calle de Secretaría de Marina 539, en la colonia Lomas de Chamizal, cuarta sección, está la entrada a un proyecto inmobiliario que se niega a morir. Desde hace algunos años, Grupo Promotor de Inversiones trata de concretar la edificación de dos enormes torres de 259 viviendas, en un área de 33 mil metros cuadrados que corresponde a la ladera de la barranca La Diferencia.
La diputada local Araceli Vázquez Camacho denunció inicialmente el proyecto, intervino la PAOT y se clausuró; impugnó la empresa inmobiliaria y después de un proceso administrativo se le otorgó de nuevo el permiso y sigue adelante después de haber derribado cientos de árboles de la mencionada barranca para levantar el conjunto habitacional.
Lauro Ortega, presidente de la Asociación de Colonos de Lomas de Chamizal, asegura: "los empresarios han hecho lo que han querido en esas barrancas, tanto en ésta como en las otras administraciones delegacionales, las cuales les han dado licencias, permisos, autorizaciones, todo, y no hay quien frene todos esos proyectos inmobiliarios que están acabando con el entorno".
Una prueba más. En la ladera de la barranca Milpa Vieja, frente a las torres conocidas como El Servilletero -cuyas terrazas también invaden esta área- decenas de albañiles construyen obras para otro condominio, que serían para ampliar el fraccionamiento La Punta o Bugambilias.
Miguel Angel Cancino, de la PAOT, precisa: "la zonificación de todo el fraccionamiento está en una zona muy baja de la barranca, que es lo que nosotros habíamos detectado. Lo malo es que nos puede gustar o no, pero en Las Bugambilias había autorización de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda. Desafortunadamente la falta de certeza de los programas delegacionales para decir dónde termina la zona susceptible de urbanización no está muy clara. Hay una discrecionalidad muy grande".
Resume: frente a todas estas situaciones, la salud ambiental de esas zonas de recarga en Cuajimalpa es muy seria. "Están en un proceso de deterioro importante, pues se vierte ahí no sólo basura, sino llegan las descargas de aguas residuales de los fraccionamientos legales e ilegales", y por eso reclama prioridad en las políticas ambientales a esas zonas.