Ha logrado abatir los costos de organización: Morales
Es imposible reducir más los gastos del IFE
Aun cuando el presupuesto para las elecciones de 2006 alcanzará casi 13 mil millones de pesos, esta cifra no refleja el abatimiento en los costos de organización que ha realizado el Instituto Federal Electoral (IFE), señaló el presidente de la Comisión de Administración del organismo, Rodrigo Morales. Subrayó que a pesar del incremento de 18 por ciento en el padrón electoral entre los comicios presidenciales de 2000 y 2006, el gasto de operación del IFE se mantendrá en el mismo nivel de 6 mil 932.5 millones de pesos.
Este comparativo histórico de cifras no incluye el escenario del voto de los mexicanos en el extranjero, que implicará una erogación de mil 62 millones de pesos. Sin embargo, Morales indicó que si el IFE no hubiese realizado esfuerzos de racionalización en algunos rubros, el gasto de operación para organizar las elecciones en el país habría superado 8 mil millones de pesos, con un total superior a 14 mil millones.
Entrevistado acerca del presupuesto, Morales dijo que prevalece la percepción social de que los comicios en México son muy caros, y quizá esto "sea porque el ciclo en el que el monto para realizar elecciones no se cuestionaba ya se acabó. De eso estamos conscientes y hemos realizado esfuerzos por reducir los gastos lo más que se ha podido, sin sacrificar los programas prioritarios para el proceso electoral ni la seguridad de los comicios".
No obstante, indicó que difícilmente el IFE podrá abatir aún más el gasto de operación en el futuro, pues prácticamente ha llegado al límite de racionalización de su economía. "Siempre he dicho que el costo de operación del IFE es el que señala el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales", por lo que abatir más los gastos ya no corresponde al instituto, sino a una reforma electoral.
Esto, porque en los factores aplicables en la fórmula para asignar las prerrogativas a los partidos políticos, la variable del número que participan en los comicios impacta sensiblemente en las partidas adjudicadas. Por esta razón, dijo Morales, en 2003, a pesar de que fueron elecciones intermedias y sólo se eligió a diputados federales, la participación de 11 partidos elevó a 5 mil 947 millones de pesos las asignaciones. Una partida que superó inclusive la posibilidad que tenían los partidos de gastar en las campañas, en función de los topes establecidos.
Dijo que quizá en este ámbito sí convendría ajustar la fórmula para que no se dispare tanto la asignación cuando incursionan nuevos partidos. No tanto por las prerrogativas que reciben éstos -Alternativa Socialdemócrata y Campesina, así como Nueva Alianza sólo recibirán 82.2 millones de pesos en 2006-, sino que el impacto al ampliarse el número de partidos incrementa más el gasto electoral.
En el abatimiento del costo de la organización electoral -"que pudiera ser de 18 por ciento si se impacta directamente el incremento del padrón entre 2000 y 2006 en el gasto, porque a más votantes se incrementan casillas, materiales electorales, funcionarios de casilla y capacitadores"- ha repercutido la reducción del padrón electoral en el gasto.
Comparativamente, el costo del padrón electoral en 1996 alcanzó casi 2 mil 800 millones de pesos, con un listado de 51 millones de votantes, pero aumentó 15 por ciento en 2000, cuando se ubicó en cerca de 60 millones de electores. Para 2006, los votantes potenciales sumarán 70.7 millones, con un gasto en el padrón de mil 800 millones de pesos, lo cual, explicó Morales, es producto de las inversiones realizadas para modernizarlo y la reasignación de partidas, lo cual no ha modificado los candados de seguridad.
Comentó que se incrementaron 33 por ciento los recursos de los programas de modernización relacionados con el proceso electoral, que equivalen a 621 millones de pesos. Explicó que el Registro Federal Electoral recibirá 125 millones.
El consejero señaló que otras variables se han tratado en los niveles de 2000, como el rubro de materiales y suministros, para lo cual se buscó un esquema de compras consolidadas con el propósito de abatir los costos, en lugar de adquirir en función de los requerimientos de una sola área. También se pretende modernizar el equipo de cómputo en varias áreas del IFE.