Coincidencia afortunada de dos Juanes: Soriano y García Ponce
Enormes pájaros de bronce, trazos y encuentros en el Palacio de Bellas Artes
Los pájaros de bronce de Juan Soriano llegaron ''volando" a la explanada del Palacio de Bellas Artes.
Ante el asombro de quienes ayer pa-seaban por avenida Juárez y Eje Central, en el Centro Histórico, una grúa colocó en el piso, con sumo cuidado, las piezas monumentales envueltas en plástico. Parecían ligeras, realmente como aves suspendidas en el aire.
Minutos después, en la rueda de prensa para ofrecer detalles de las exposiciones que esta semana se inauguran en ese recinto, un jovial Soriano bromeó con los reporteros:
''¿Qué si me gustan las aves? Sí, me encanta el pato al orange. ¿Qué pienso de la medalla de oro de Bellas Artes que me entregarán el jueves? Creo que la voy a empeñar."
El artista jalisciense, a punto de cumplir 85 años, dijo sentirse ''contento, abierto a las cosas, aprovechando lo que nos regalan los amigos", en referencia a la muestra Las alas de Juan Soriano que a partir del 18 de agosto se podrá visitar en el Museo del Palacio de Bellas Artes. Formada por 24 esculturas de pequeño y gran formato, la exposición se inicia en la explanada del recinto y continúa en la sala Justino Fernández.
Tres regalos para Juan Soriano
Una ''coincidencia afortunada" ha hecho posible que la obra de Soriano se presente a la par de la magna exposición dedicada a uno de sus grandes amigos: el escritor Juan García Ponce (1932-2003).
Marek Keller, compañero del pintor, recordó que los Juanes hicieron un viaje a Tabasco y una noche, cuando viajaban en automóvil, chocaron contra un toro. El animal se cayó, pero, aún lastimado, se levantó y siguió su camino.
''De ese accidente surgieron varias obras de arte, en particular la escultura Toro echado, de Soriano, la cual se encuentra en el parque Tomás Garrido Canabal de Villahermosa. Fue una experiencia muy fuerte que compartieron ambos amigos."
La exposición Trazos y encuentros, dedicada al autor de Inmaculada, se inaugura mañana miércoles con más de 110 obras que reflejan el universo amplio, rico e intenso de ''uno de los grandes lectores de la novela moderna" y gran promotor cultural en los años 60.
El curador Miguel Cervantes destacó la exhibición de dos cuadros ''raros y difíciles" del escritor Pierre Klossowski, así como un boceto de unas montañas, elaborado por Balthus.
Juan García Oteyza, hijo de García Ponce, resaltó que Trazos y encuentros ''da una idea bastante certera de las obsesiones de mi padre; en particular del ámbito cultural de los años 60, cuando produjo una de sus obras más importantes, Crónica de la intervención".
El Instituto Nacional de Bellas Artes le dará tres regalos a Soriano el día de su cumpleaños (18 de agosto): la exposición, la medalla de oro y el homenaje escénico Alas, ángeles y libertad, dirigido por César Piña, en el que participarán Diana Bracho, Tania Libertad, Horacio Franco, Encarnación Vázquez, Román Revueltas y la Compañía Nacional de Danza, entre otros.
''Me siento muy libre, con alegría de vivir, la misma que me ha acompañado siempre y que se refleja en mi obra. No he hecho cosas tristes porque todo lo hago de buena fe, no para asustar a nadie", concluyó Soriano antes de recorrer una de las salas de Trazos y encuentros, así como la exposición de otra de sus colegas y amigas, Leonora Carrington.