Luego de retratar la guerra de Kosovo, Andrea Staccioli pasó a plasmar el calcio italiano

"Igual de importante, captar los momentos dramáticos del futbol que de una guerra"

Considera que no ha traicionado su trabajo, porque el deporte es parte de la sociedad

ANGEL VARGAS

El fotógrafo italiano Andrea Staccioli tiene muy claro que en nada ha traicionado ni banalizado la esencia de su trabajo. Para él, desde el punto de vista social, resulta tan importante captar los momentos dramáticos y humanos del futbol como los de un conflicto armado y las crudas consecuencias que éste desencadena.

Fue por ello, afirma, que nunca dudó cuando la agencia para la que laboraba decidió que había efectuado ya una gran cobertura de la guerra en Kosovo y le encomendó encargarse de las incidencias y entretelones del calcio italiano.

Así, en el transcurso de menos de un lustro se ha convertido en uno de los más prestigiados reporteros gráficos de Europa en el área deportiva, específicamente de futbol, haciendo la cobertura tanto del campeonato de su país, como de la Co- pa Europea, la Eurochampions y la Copa Confederaciones.

La particularidad de su quehacer radica en que la suya es una mirada preocupada por develar los secretos e intimidades suscitados en los estadios encuentro tras encuentro, más que por las acciones vistosas o espectaculares.

Es un cazador de detalles que desentraña la fugacidad de esos instantes a veces dramáticos o poéticos, a veces chuscos, grotescos o insolentes que ocurren sobre el terreno de juego y pasan desapercibidos para la vista de las mayorías.

De esa singular labor dan testimonio una exposición que actualmente se exhibe en la Universidad del Claustro de Sor Juana y el libro En el nombre del futbol, publicado recientemente en México por Ediciones B, del grupo Zeta, cuya presentación trajo en estos días a Andrea a nuestro país.

Para la elaboración del volumen, el fotógrafo contó con la colaboración de la periodista argentina Mónica Maristain, actual editora de Playboy para Latinoamérica.

A la par de la belleza de su contenido y acabados, el libro destaca por incluir textos de reconocidos especialistas en este deporte-espectáculo, entre ellos el ex jugador Jorge Valdano, el entrenador César Luis Menotti y el escritor Juan Villoro.

"No considero que sea insolente ni trivial", así responde Andrea cuando se le pregunta por qué busca traer el futbol al mundo del arte, cuando es una actividad más ligada al espectáculo y al comercio.

"Por arte entiendo todo aquello que gusta y hace soñar a la gente. Por eso, creo que mi trabajo puede caber bien en los parámetros de lo artístico, porque está cercano a esos sentimientos que se pro- ducen en la gente al mirar el futbol", puntualiza.

"Mi deseo es despertar las mismas emociones que tengo cuando capturo las imágenes. Considero que mis fotos son el principio y el fin de un viaje, un conglomerado de emociones que estallan continuamente", comenta.

Entrevistado, coincide con Mónica Maristain en precisar que la participación de especialistas e intelectuales en el libro no pretende intelectualizar ni su trabajo ni mucho menos la naturaleza del futbol.

"No son textos intelectuales. Son sólo parte de un proceso de comunicación, el complemento de un diálogo con las imágenes, una forma profunda de acercarse a cada una de las acciones que capto con la cámara", agrega.

"La intención de este trabajo es más sencilla. En Europa se ve a los futbolistas como estrellas, tanto dentro como fuera de las canchas, y mi búsqueda ha sido ubicar al futbol en una dimensión más terrena, más cercana, más popular. Finalmente, esta popularidad es lo que ha permitido la sobrevivencia de este deporte, más que toda la parafernalia comercial y mediática que lo envuelve."

Enfatiza Andrea: "Mis fotos están hechas desde la mirada de un aficionado, casi de un fanático. Pero me interesan no sólo los goles o las jugadas espectaculares, sino todos aquellos elementos que hacen de este deporte un fenómeno apasionante: la tensión, la tristeza, la euforia, la decepción, el cansancio.

"La gran fortuna que tenemos como fotógrafos es que en un partido un jugador no disimula ni posa, por ello todo es natural e intenso. Tengo una formación fotográfica de tipo social, cercana a la emoción de las personas, y por eso lo que más me gusta tomar del futbol es su profunda humanidad. Fotografiar el futbol tiene mucho que ver con lo que siente y vive la gente, y por eso no considero que mi trabajo esté tan lejano de la fotografía social."