Absorben gran parte del presupuesto, dice informe 2004
Acciones contra diabetes, cáncer y cardiopatías, insuficientes: Ssa
Ampliar la imagen Mar�Santiz, una mujer tojolabal, es sometida a una colpoplast�anterior en el hospital La primera esperanza de los sin rostro de Pedro, en San Jos�el R� Chiapas FOTO Jos�u� Foto: Jos�u�
La atención de las enfermedades del corazón, la diabetes y los tumores malignos, entre otras, absorbe gran parte del presupuesto destinado a salud. Sólo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoce una inversión de 25 por ciento de sus recursos a este fin. No obstante, las acciones encaminadas a mejorar la prevención y control de estos males todavía son insuficientes, según revela el informe Salud México 2004.
Desde 1998 existe un programa para la detección, control y tratamiento del cáncer cérvico uterino, padecimiento prevenible y potencialmente curable, pero sólo 60 por ciento de las mujeres mexicanas se practicaron el papanicolau en los pasados tres años, cuando, según la Norma Oficial Mexicana respectiva, esta prueba deberíarealizarse dos veces en forma anual y luego cada tres años.
El reporte dado a conocer el miércoles pasado por la Secretaría de Salud (Ssa) destaca que persisten deficiencias en el manejo, lectura e interpretación de las muestras citológicas, así como la falta de acceso a tratamientos oportunos y efectivos. Aún así, las medidas adoptadas han servido para reducir la mortalidad por este tipo de cáncer a un ritmo de casi 5 por ciento por año a partir de 1998, cuando alrededor de 18 mujeres perdían la vida todos los días por esta causa.
Actualmente, a diario, un poco más de 10 mujeres, la mitad menores de 58 años, fallecen a consecuencia de tumores cervico uterinos. En el contexto latinoamericano, México reporta una de las tasas más altas de mortalidad, dos veces mayor que en Uruguay o Argentina, y 50 por ciento superior a la de Chile o Costa Rica.
Con respecto a la diabetes, el informe destaca el constante aumento en el número de muertes. En 2004 fallecieron 15 mil personas más que en el 2000, lo cual significa que 13 de cada 100 decesos en México se deben a este mal, pero la cifra se incrementa entre los individuos de entre 40 y 59 años de edad, donde 25 por ciento de las muertes se origina en esa incapacidad del organismo para metabolizar la glucosa, característica fundamental de la diabetes.
El documento presentado por la Ssa, como parte de la rendición de cuentas de la administración federal, reconoce que la diabetes puede ser diagnosticada fácilmente, y cada vez existen más tratamientos clínicos que ayudan a los enfermos a mantener bajo control sus niveles de glucosa; sin embargo, la mortalidad continúa en aumento. Además, dice, de los 6 millones de mexicanos que están afectados por este mal, más de 2 millones no han sido diagnosticados.
Estudios basados en los resultados de la Encuesta Nacional de Salud de 2000, estiman que más de 20 por ciento de la población entre 50 y 70 años de edad cumple con los requisitos para ser considerado diabético, lo cual significa, conservadoramente, señala el informe, que en este grupo de edad hay por lo menos 2.4 millones de enfermos y alrededor de 5 millones en la población adulta en su conjunto.
Todavía más grave resulta el dato de que sólo 40 por ciento de los individuos afectados está bajo algún tratamiento clínico.
Las afecciones isquémicas del corazón forman parte del grupo de padecimientos que representan un reto para la salud pública nacional. En 2004 se registraron más de 50 mil muertes en el país por esta causa, con lo cual ocupan el segundo sitio en la tabla de defunciones, y en los pasados 15 años prácticamente se duplicó el número de decesos asociados a estos males.
La disminución en el aporte de oxígeno al corazón, que da lugar a la isquemia cardiaca, se debe, por lo general, a la formación de placas de grasa que obstruyen las arterias coronarias. Con el tiempo esta situación provoca infartos al miocardio y muerte.
Algo similar ocurre con las enfermedades cerebrovasculares, también originadas por el descenso en la irrigación de oxígeno al cerebro, que puede ocasionar daños permanentes y la muerte -más de 26 mil en 2004.
Según el informe, los decesos son la punta del iceberg de un fenómeno que impacta severamente la salud de la población, porque si bien el acceso a la atención médica y a mejores alternativas de tratamiento previenen la muerte de los afectados, no se puede evitar que padezcan en mayor o menor medida y por periodos prolongados, secuelas discapacitantes como la parálisis de un lado o la totalidad del cuerpo.
El documento apunta que otros factores que aumentan la probabilidad de desarrollar un padecimiento cardiaco o cerebrovascular son la hipertensión, los altos niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, sobre los cuales tampoco existe un adecuado control en nuestro medio. El envejecimiento de la población y conductas poco saludables (alimentos saturados en grasas, tabaquismo y sedentarismo) también contribuyen en el aumento de estos problemas.
Además de la deficiente detección y control de la hipertensión y el colesterol elevado, influye en la alta prevalencia de estos males el hecho de que no causan síntomas, advierte el informe Salud México 2004.
Detalla que con la iniciativa de la Ssa para detectar diabetes, hipertensión arterial y obesidad entre los mexicanos se ha localizado a 13 millones 954 mil 577 hipertensos, de los cuales apenas 105 mil 727 han sido incorporados a algún esquema de tratamiento.