Académicos mexicanos piden a la directora no basarse en la ley de Herodes
Rechazan investigadores en el extranjero "políticas arbitrarias" en el Cinvestav
Desde EU lamentan que el centro esté pasando por "una de sus peores administraciones"
Investigadores mexicanos en el extranjero manifestaron su rechazo a las políticas de la dirección general del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional y alertaron sobre el efecto negativo que para la calidad de las actividades de investigación en ciencia y tecnología tendrán las directrices "equivocadas" puestas en práctica por las autoridades encabezadas por Rosalinda Contreras Theurel.
Como centro de investigación de excelencia en el país, sus profesores e investigadores son continuamente invitados, por su labor profesional, a impartir cursos, seminarios o realizar actividades académicas en diversas universidades o centros de investigación de diversas partes del mundo. Y hasta allí han llegado las noticias sobre la crispación que rodea la relación de las autoridades del centro con la mayoría de los investigadores, por políticas laborales e institucionales erróneas.
"Más allá de los intereses personales y el uso de políticas irresponsables y arbitrarias, la dirección del Cinvestav debe servir como eje de equilibrio que permita el buen funcionamiento de una institución", escribe por correo electrónico el doctor en bioquímica L. Michel Espinoza-Fonseca, actualmente investigador en la Universidad de Minnesota, Estados Unidos.
"Un buen líder debe ser capaz de unificar, no de dividir; debe saber escuchar, no tomar decisiones basadas en percepciones personales", agrega en dicho escrito, dirigido a la directora Contreras Theurel. "Usted bien sabe que el Cinvestav es uno de los principales pilares de la investigación científica en México, y se debe equilibrar con la presencia de personas que sean capaces de aportar nuevos conocimientos, crear nuevas generaciones de futuros investigadores y, sobre todo, coadyuvar al impulso económico y social del país".
Más adelante, el investigador agrega en su carta que "este pequeño gran sistema de investigadores se ve dañado de manera importante si se aísla o se elimina a personas que, aún sin compartir ideas personales, convergen en el ideal y fundamento de la investigación científica".
Y explica que el correo electrónico sólo tiene como objetivo invitar a la directora Contreras Theurel "a la reflexión objetiva, plural y, sobre todo, imparcial", e insiste en que la actividad científica no debe basarse en la "política barata del 'amiguismo' o, como se dice coloquialmente, en la ley de Herodes, que usted conoce a la perfección".
Espinoza-Fonseca aclara que no se encuentra ligado a ninguna persona implicada "en estos problemas (despido, separación del cargo, hostigamiento, falta de pago de jubilaciones y persecución en contra de diversos investigadores del centro)", pero se confiesa "muy preocupado y ligado a todo aquello que acontece en el círculo científico mexicano.
"En otras palabras, soy un partidario del conocimiento y del crecimiento, y no de políticas que sólo benefician a un reducido grupo de personas, mediante el sacrificio de cosas esenciales como la libertad de expresión y el combate a la ignorancia".
Por su parte, el físico Jorge Arreola, de la Universidad de Rochester, también en Estados Unidos, lamenta que el Cinvestav esté pasando "por una de sus peores administraciones, por decir lo menos". Considera que el capital más importante en el Cinvestav son "indudablemente sus investigadores" y, por ello, debe ser protegido por sus administradores. "Sin embargo, este no es el caso, y lo más penoso es que los actos ya denunciados vengan de una administración liderada por un miembro del mismo centro, es decir, uno de nuestros 'colegas'".
Considera que más allá de los nombres de las personas afectadas, hecho que no debe minimizarse, está "el daño que esos malos manejos implica para el desarrollo de la investigación en nuestro país, y que puede traer al mismo Cinvestav".
Y advierte que, ante ello, "los científicos debemos reflexionar. Más aún, debemos estar atentos para que estos actos no tengan lugar en nuestra comunidad y ambiente de trabajo bajo ninguna circunstancia. Nuestra incipiente comunidad no debe pasar por alto estos maltratos".