¿Hasta qué punto se presupone un ganador?
El IPAB (antes Fobaproa) ha estado contratando deuda, incluso más cara que la vigente, para pagar anticipadamente la deuda (pagarés) a los bancos beneficiados por el llamado rescate bancario. Esto representa un cambio en relación con la anterior actitud de, por lo menos, el mayor de los bancos involucrados.
Si recordamos, hubo un momento en el que la Secretaría de Hacienda quiso pagar anticipadamente deuda al Citibank, el mayor del mundo. Se trata del banco que compró Banamex, aunque no sólo ese banco. Al Citibank no le hizo gracia el intento, pues los rendimientos del documento que se quería cancelar representaban un negocio fabuloso. El citado banco estadunidense amenazó con devolver Banca Confía, que había adquirido en medio de las negociaciones. Y Hacienda se tuvo que desistir.
Ahora, y pese al negocio que representan, los cuatro bancos aceptan sin decir media palabra (en público, claro) la cancelación anticipada de la deuda. Una interpretación: las encuestas indican que López Obrador ganará las elecciones presidenciales de 2006. En sus compromisos y, en especial, en el compromiso 43, se dice:
"Como principio, en el Proyecto Alternativo nos proponemos transparentar la deuda contingente, sumarla a la deuda presupuestal y luego proceder a examinar formas para reducir su costo, ya sea alargando los plazos de vencimiento, remplazando deuda en pesos por deuda en dólares o refinanciándola mediante otros pasivos.
"Para transparentarla, cada tramo de deuda debe tratarse por separado, pues el origen de estas obligaciones es distinto según se trate de la deuda de Fobaproa-IPAB o de los otros conceptos de pasivo. La operación de transparentarla será compleja y deberá satisfacer las normas legales."
En el compromiso 44 se analiza ampliamente el problema del Fobaproa y se cuestiona su legitimidad. Se concluye diciendo: "Nuestra propuesta de convocar a una Comisión de la Verdad sobre el Rescate Bancario, que aclare de manera definitiva todos los hechos relacionados y sus implicaciones."
El cuadro anterior plantea una alta probabilidad de que el temor al cambio haya hecho que los bancos aceptaran, o solicitaran, la terminación anticipada de los adeudos originados con el Fobaproa, a pesar del negocio tan grande que representaban. Esto presupone también que se considera muy probable que las encuestas se vean refrendadas por la votación del 2 de julio.
Esta misma creencia podría estar implícita en funcionarios que quieren aprovechar sus últimos meses en "negocios", para usar un término que ahora es privilegiado en documentos oficiales. Uno de ellos es el de algunas desgasificadoras, de las que la que lleva más avance está en Altamira, Tamaulipas. Y se quiere, de último momento, dejar firmado un contrato similar para Manzanillo, situado en una parte del país en la que no hay, ni de lejos, la demanda para una de esas plantas, que vuelven al estado gaseoso un gas licuado en otra parte del mundo por una trasnacional, que lo trae en unos buquetanques muy caros. Aunque los costos para la trasnacional son relativamente bajos, porque en los sitios de origen del gas no hay mercado para el mismo y por lo tanto no se hubiera podido vender, los "arreglos" llevan a precios carísimos.
Para dar la apariencia de que el gas es barato, se le restan a un precio de referencia unos centavos de dólar. Con el gas a nueve dólares por millón de BTU, como estuvo el viernes, el resultado sería de por sí carísimo. Pero no se toma como referencia el que la Comisión Reguladora de Energía ha definido en su página de Internet como tal, el de Tetco-Reynosa. Se toma otro, Henry Hub, de una terminal que está en el estado de Luisiana. Para llegar a México, a Reynosa en este caso, hay que cruzar Texas. No sólo va a haber más distancia, sino que los precios de Henry Hub son más altos que los de Tetco en Reynosa. Un promedio desde 1998 a la fecha nos da 24 centavos de dólar más, para el precio Henry Hub, sobre el precio de referencia de Reynosa. Pero con el promedio de lo que va de este año, la diferencia es de más de 60 centavos de dólar. De modo que no sólo están comprometiendo al país a pagar a largo plazo, sino que lo hacen a precios carísimos, y con una tendencia al alza.
Para justificar la falta de demanda en Manzanillo, quieren convertir o cambiar las plantas existentes, que consumen combustóleo, mucho más barato que el gas, al consumo de este producto caro y escaso. No les basta haber llevado al país a un punto en que importó, en 2004, el 38 por ciento del gas natural que requirió el mercado interno; quieren hundirnos en una dependencia aún mayor... no sea que se eche a perder el año de Hidalgo. Y si el pretexto es la contaminación, me permito informarles que desde hace años existen equipos y procesos anticontaminantes que permiten que, en Estados Unidos -que en varias de sus regiones tiene normas ambientales más rigurosas que las nuestras- se genere la mitad de su electricidad con carbón, que como tal es más contaminante que el combustóleo.