Fox ha fracasado "espectacularmente" y a su delfín "no se le ve más prometedor", refiere
Creel, candidato poco prometedor y "políticamente inepto": The Economist
Calderón le sigue de cerca; Madrazo, poca probidad; López Obrador encabeza encuestas
El precandidato panista y ex secretario de Gobernación, Santiago Creel, es un contendiente poco prometedor, un orador incapaz de inspirar a su auditorio y se le considera "políticamente inepto", señala la revista británica The Economist.
En la nota titulada "The underdogs bare their teeth" (que podría traducirse como "los retadores enseñan los dientes"), analistas señalan que si se pregunta a cualquiera de los principales candidatos a la Presidencia cuáles son sus objetivos las listas son muy parecidas: más inversión extranjera para incrementar la producción de energía, reformar el sistema de pensiones del sector público, un sistema judicial más parecido al de Estados Unidos y, desde luego, mejor educación.
La contienda política, sentencia, no es de ideas, sino de personalidades y maquinarias de partido. Quienquiera que gane, no tendrá mayoría en el Congreso. Así, una de las cualidades más importantes de cualquier candidato, además de la fuerza del aparato que lo respalde, será la habilidad que muestre para convencer a los legisladores de otros partidos de que apoyen las medidas que de cualquier forma aprobarían si su abanderado fuera el ganador.
El presidente Vicente Fox, agrega, ha fracasado "espectacularmente" en este punto y a su aparente delfín, Santiago Creel, "no se le ve más prometedor". De hecho, ya no está claro si Creel será el candidato del Partido Acción nacional (PAN), pues el "dinámico y joven" ex secretario de Energía, Felipe Calderón, ha ganado terreno consistentemente y le está pisando los talones.
Una encuesta realizada para Calderón entre simpatizantes del PAN muestra que está prácticamente empatado con Creel, quien hace 10 meses lo superaba por 20 puntos porcentuales. Las encuestas de Creel dicen que su rival aún está a la zaga, pero analistas independientes consideran que las cifras de Calderón son más confiables.
El hecho de que Calderón sea un viejo militante del PAN podría ser un obstáculo si los otros precandidatos logran mostrarlo como alguien que aprovecha su antigüedad en el partido para obtener cargos. Pero también podría ayudarle: Calderón podría encontrar la fórmula ganadora si convence a los votantes de que su experiencia política es el complemento ideal de la eficiencia tecnocrática que ya ha acreditado.
Cualquiera menos Madrazo
Calderón también enfrentará al ex secretario de Medio Ambiente y ex gobernador de Jalisco, Alerto Cárdenas, cuyos puntos van en aumento. Sin embargo, una victoria de Calderón podría mejorar las perspectivas del PAN ante dos duros contendientes. El Partido Revolucionario Institucional posee la maquinaria más fuerte luego de 71 años en el gobierno. El otro contendiente es el perredista Andrés Manuel López Obrador, quien sigue a la cabeza en las encuestas.
Hasta hace poco parecía casi seguro que el líder del PRI, Roberto Madrazo, sería el candidato. Sin embargo, hace unos días el grupo llamado Tucom (Todos unidos contra Madrazo) eligió a Arturo Montiel para disputarle la candidatura al tabasqueño.
Si la contienda panista se ha caracterizado por una aparente caballerosidad, la del PRI se perfila como una lucha agresiva. Interrogado sobre cuál es la principal diferencia entre él y Madrazo, Montiel respondió: "A mí me gusta decir la verdad".
Es un hecho que Madrazo es ampliamente percibido como alguien cuya probidad en la vida pública se queda corta aun para los bajos estándares de México, y que esto le afectará; sin embargo, Montiel también debe sacudirse la fama de priísta de viejo cuño, más interesado en que su partido gane que en la política. El ha admitido sin rubor que en las elecciones de julio pasado en el estado de México su prioridad era asegurarse de que el PRI siguiera en el poder, lo cual consiguió. Sólo entonces empezó a hablar de otras metas, como combatir el crimen y la pobreza.
Madrazo, como líder de su partido, también podría arreglar la elección interna para derrotar a su rival. El hecho de que el PRI ni siquiera haya fijado una fecha para la contienda ha alimentado las sospechas de que Madrazo podría estar buscando la forma de evitar una confrontación abierta.
Los candidatos en ascenso en el PRI y en el PAN siguen siendo los que podrían tener mayores posibilidades de vencer a López Obrador, especialmente si al menos una o dos figuras reconocidas se suman a la carrera presidencial. Cauhtémoc Cárdenas, quien perdió las pasadas tres elecciones presidenciales, podría contender por un partido pequeño. El ex canciller Jorge Castañeda, quiere ser candidato independiente, pero un reciente fallo de la Corte se lo ha puesto aún más difícil. Ninguno de los dos tienen posibilidades de ganar, pero cada uno podría quitarle muchos votos a López Obrador, cuya posición de puntero parece cada vez más frágil.
(Traducción: David Zúñiga)