Usted está aquí: jueves 11 de agosto de 2005 Sociedad y Justicia Sicólogos de EU premian a investigador mexicano

Eduardo Almeida destaca por su trabajo comunitario

Sicólogos de EU premian a investigador mexicano

El académico de la Uia busca con su labor la integración grupal de los pueblos indios de la sierra norte de Puebla

KARINA AVILES

Con un trabajo de 30 años en las comunidades indígenas de la sierra norte de Puebla, Eduardo Almeida Acosta, investigador de la Universidad Iberoamericana (Uia), se convertirá el próximo 19 de agosto en el primer mexicano que recibirá el premio que otorga la Asociación Americana de Sicología, una de las instancias de mayor prestigio en esta rama de las ciencias en el mundo.

Guiado por la convicción de vivir con los indios, aprender de ellos y juntos "hacer algo", el doctor en sicología y miembro del Sistema Nacional de Investigadores advierte que todas las soluciones que el gobierno ha dado a estos pueblos frente al incremento de la miseria en realidad "son parches, porque no se quiere enfrentar el problema de fondo que es el modelo neoliberal''.

En entrevista con La Jornada, con motivo de la distinción que recibirá, Almeida Acosta habla de su trabajo en las comunidades indias, del resultado de sus investigaciones y de lo que ha visto desde que se empezó a aplicar ese proyecto de dominación económica, social y cultural llamado neoliberalismo.

Jubilado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde laboró dos décadas, desde sus inicios como profesional tuvo la inquietud de encontrar respuestas para que la sicología social responda a las necesidades humanas. Esta fue parte de su preocupación en su tesis de doctorado, que fue dirigida por Urie Bronfen Brenner, uno de los sicólogos más connotados de Estados Unidos.

Después de trabajar con grupos marginados en la ciudad de México, comenzó su experiencia con los pueblos indios de la sierra norte de Puebla. Ahí, dice, mi trabajo ha tenido como fin la integración de grupo, pero también aprender de la vida comunitaria, campesina e indígena.

Participante de la organización no gubernamental Proyecto de Animación y Desarrollo (Prade), Almeida Acosta relata que su labor se ha centrado en cuestiones muy concretas, como propiciar sistemas de agua potable en varias comunidades de esa región, organizar proyectos de financiamiento para empedrado, así como propuestas para que los habitantes tengan fuentes de ingreso.

En todo este camino recorrido, indica, los abusos de las autoridades locales, regionales y nacionales en la forma de relacionarse con los indígenas siempre ha estado presente. Por ello surgió la necesidad de crear un movimiento por los derechos humanos en la región.

El profesor-investigador del Departamento de Educación y Sicología de la Uia, plantel Puebla, lamenta las ancestrales condiciones desfavorables de los indígenas. Son poblaciones en pobreza desde hace 500 años y si a nivel urbano las políticas neoliberales han tenido fuertes consecuencias, "imagínese cómo han pegado allá".

En este sentido, señala que la problemática de la región "se ha exacerbado" como consecuencia de este modelo neoliberal. Antes, expresa, la migración en la zona era temporal y a nivel interno. Los pobladores de la sierra se iban a la zafra de Veracruz, pero posteriormente regresaban a sus comunidades. Actualmente se tienen que ir a Estados Unidos porque no hay empleo, el café vale menos y "los problemas se han incrementado terriblemente".

Por ello, ahora que reciba la distinción de dicha asociación, dictará una conferencia en la que destacará la importancia de que el individuo no asuma que ya no puede cambiar el estado de cosas. La utopía y la esperanza deben mantenerse, añade.

Almeida Acosta apunta que el reconocimiento que recibirá el próximo viernes 19 en Washington fue respaldado por la directora de la Facultad de Sicología de la UNAM, así como por compañeros de la Fundación Getulio Vargas de Brasil, de la Universidad de Cornell y por la Comisión Takachiualis para la Defensa de los Derechos Humanos de la Sierra Norte de Puebla.

"Recibo este premio como una cosa muy compartida, porque mi trabajo ha sido en equipo, en la UNAM, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y en la Uia".

Finalmente, Eduardo Almeida destaca que no hay que esperar a "que tenga lugar la revolución mundial o a que cambien las políticas nacionales para hacer algo".

La idea es "ir haciendo", como ocurre en una "escuelita" de Ayotzinapan, donde los maestros, con sus propios sueldos, hacen posible que los niños cuenten con desayunos. "Con 99 centavos mexicanos se les incluye arroz, huevo duro y un atole". Esa acción ha tenido un impacto muy fuerte porque los niños "han florecido", destaca.

 
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