NAVEGACIONES
Confesionarios en línea
Los laicos le comen el mandado al Vaticano
EL CIBERESPACIO ES un sitio en el que proliferan las confidencias, y no estoy pensando sólo en esas parejas que asumen a fondo sus inquietudes y ponen un anuncio solicitando mujer, hombre u otro par conyugal para que les ayuden a arrancar de sus camas la mala hierba del tedio. Tomemos el caso de los blogs y de los blogueros, ya aludidos en alguna navegación antigua. No es infrecuente que el protagonista de una página de éstas consigne en ella los pormenores de su existencia que considera dignos de ser contados, y noto que los blogueros son cada vez más aventados y sinceros en lo que relatan. También me referí hace poco a un sitio (un blog, a fin de cuentas) que colecciona tarjetas postales, enviadas por quien quiera enviarlas, en las que se plasma una confesión cualquiera. No es ésa la única página que recopila confesiones. Daily Confession, de Greg Fox, ofrece el servicio de recibir de manera gratuita las deposiciones espirituales de cualquier cibernauta y ponerlas a consideración de los visitantes, quienes pueden comentarlas libremente.
Un recuento de culpas
"SOY UNA MUJER adulta. Cuando sufro momentos de tensión voy al baño y huelo los pliegues de mi ropa interior. Por alguna razón, eso me calma." Ese mensaje generó un intercambio leve de intervenciones. En cambio, el que sigue fue objeto de comentarios indignados y ofendidos: "Mientras mi esposa estaba en su trabajo, su mamá vino a nuestra casa para recoger unas cajas que le guardamos durante su mudanza. Una cosa llevó a otra y tuve una relación con ella. Confieso que había tenido esta fantasía por largo tiempo. Estoy de alguna forma contento de que haya ocurrido. No estoy seguro de lo que pasará en las próximas semanas". Reglas para confesarse: permanecer en el anonimato, si se desea; escribir con honestidad, aunque no sea necesario consignar nombres, fechas y detalles; ser breve, no hablar en nombre de alguien más, no falsificar los hechos, tergiversarlos o embellecerlos; no calumniar, denigrar, ni difamar a terceros; evitar detalles sexuales y situaciones de sexo con menores de 18 años; no publicitar nada ni buscar comunicación con otras personas por medio de la página, no incluir links ni direcciones de correo electrónico y, "por razones meramente legales", escribir únicamente en inglés. Recientemente, Fox publicó una recopilación de los materiales que llegan a su sitio. Limpiarse: lo mejor y lo peor de Daily Confession (Coming clean: the best and worst of Daily Confession.com) es un éxito de librería.
OTRO TANTO HIZO el portal Group Hug (Stoned, Naked and Looking in My Neighbor's Window, algo así como "Drogado, desnudo y viendo la ventana de mi vecino", Justin, Charles & Company), que empezó a operar el 1º de octubre de 2003, y que desde entonces ha reunido 203 mil 151 confesiones anónimas válidas, es decir, que se atienen a las prohibiciones de este sitio fundado por Gabriel Jeffrey: la vulgaridad gratuita, la difusión de leyendas urbanas, los mensajes en mayúsculas, los comandos especiales de formato, las mentiras evidentes, las confesiones de terceras personas, las respuestas a otros mensajes, las confesiones relacionadas con el sitio y la inclusión de datos de contacto, como direcciones de correo electrónico, números telefónicos o links a otras páginas.
"Me masturbo con fotos de soldados de la Guerra Civil"
NOT PROUD ("No me enorgullece", digamos) es un confesionario minimalista, tanto en su presentación gráfica como en sus contenidos, organizados en siete categorías correspondientes a los pecados capitales (soberbia, envidia, pereza, gula, avaricia, lujuria, ira), más una octava: miscelánea. Las faltas que encontré allí son, por lo general, más fresas e inocuas que los platillos que se degustan en los otros tres comederos de culpas ajenas ya mencionados.
PARA TERMINAR ESTE paseo por los confesionarios en línea -de los cuales no hallé ejemplos en español dignos de mención-, hace un par de meses realicé un primer cabotaje por el tema y me referí a Post Secret, cuya singularidad es que pone énfasis en lo gráfico y en las composiciones artísticas de las confesiones que recibe. Confieso que me he permitido piratearle algunas de sus postales para ilustrar esta navegación.
http://www.jornada.unam.mx/2005/jun05/050623/052o1soc.php
http://www.dailyconfession.com
http://www.grouphug.us
http://en.wikipedia.org/wiki/Grouphug.us
http://www.notproud.com
http://www.postsecret.com
"Tengo la certeza al 100 por ciento de que habría sido violador... si hubiera nacido hombre"
CON TODO Y que en los sitios referidos es posible leer confesiones abracadabrantes, encontré la que es para mi gusto la más auténtica, conmovedora y representativa de nuestro tiempo, en un blog cualquiera, redactada por una estudiante de nivel medio superior. Empieza así: "Creo que mi cadena de irresponsabilidades (y de cosas pendientes) es producto de una ausencia de pasiones y desmotivación absoluta de largos años atrás, todo me importa un culo, si no hago trabajos me da igual, si no estudio para los parciales me da igual, si llego tarde o no llego me da igual, si me levanto a las 11 de la mañana me da igual, si quedamos de tomar un café y no llego me da igual, si no escribo ese paper me da igual..."
http://mollyparker.blogspot.com/
"Cuando me enojo con mi esposo pongo mocos en su sopa"
LAS PAGINAS REFERIDAS son todas laicas. Pese al boom de confesiones internéticas, una evidente parte interesada en el tema, nuestra Santa Madre Iglesia, rechazó el uso de la tecnología IP para efectuar uno de sus servicios más conocidos. Aunque no encontré en el portal del Vaticano la fuente original, hallé dos referencias a unas declaraciones, que datan de 2001, del arzobispo John Foley, entonces presidente del Consejo Pontificio para la Comunicación Social, quien dijo que Internet podrá ser muy útil para evangelizar, pero no para confesar -por chat o por correo electrónico-, porque esta actividad "debe realizarse en el contexto del encuentro personal". Al parecer, no ha vuelto a haber desde entonces un cambio en las posturas de Roma, pese a que ésta reconoce, en un documento oficial, que "la práctica de la confesión ha disminuido en muchos lugares, con gran detrimento de la vida moral y de la buena conciencia de los creyentes (y) existe el peligro real de rebajar la densidad teológica y pastoral con la que el ministro de la confesión realiza su función".
PERO NO ES fácil masificar o digitalizar la tarea porque "el confesor debe rogar al paráclito la capacidad de llenar de sentido sobrenatural este momento salvífico y transformarlo en un encuentro auténtico del pecador con Jesús que perdona. Al mismo tiempo, debe aprovechar la oportunidad de la confesión para formar rectamente -tarea en extremo importante- la conciencia del penitente, dirigiéndole delicadamente las preguntas necesarias para asegurar la integridad de la confesión y la validez del sacramento". En otro texto tomado del sitio vaticano se afirma, con menos jaladas que en el anterior, que se debe "recibir siempre el cuerpo de Cristo con las debidas condiciones espirituales y corporales, y acudir por tanto a la confesión sacramental cuando se tiene conciencia de no estar en estado de gracia". Esto me hace pensar que, además de las objeciones a la confesión digital, con la comunión el problema es más difícil, porque antes pasará un camello por el ojo de una aguja que una hostia por una conexión DSL, y no se diga por un humilde (y estrecho) módem.
http://www.tectimes.com/secciones/notas.asp?codnota=11585
http://www.esmucho.net/documento.asp?id=810
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cclergy/documents/rc_con_cclergy_doc_19031999_maes_sp.html
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cclergy/documents/rc_con_cclergy_doc_19031999_maes_sp.html
REACCIONES A LA navegación antepasada: Beguina Giordano dice que "a veces insistir en el ministerio ordenado femenino es como dar golpes al aire, porque la resistencia no es sólo de los patriarcas ordenados, sino de las mismas mujeres que han pactado la sumisión a cambio de seguridades. Las dependencias que se crean en el interior de la iglesia van desde lo sicológico hasta lo económico. O al revés". Por su parte, Leopoldo Cervantes-Ortiz recuerda que "si se voltea la mirada hacia el campo protestante, las cosas también están difíciles para las mujeres" y que "entre los presbiterianos las dirigencias y ciertos pastores son enemigos a muerte de la ordenación femenina, dizque porque Dios no permitiría que predique una mujer embarazada y dé mal aspecto". Recuerda también que "hace unos nueve años, doña Evangelina Corona, ex lideresa de las costureras, fue 'des-ordenada' a un cargo directivo de su iglesia por el cuerpo eclesiástico 'progresista' al cual pertenece", y nos propone un link a la página de la Alianza Reformadora Mundial. Gracias a ambos por sus mensajes.
Y ya me voy.
http://www.warc.ch/dp/rw9912/04.html
"Con frecuencia pienso que la muerte de mi marido resolvería muchos de mis problemas"