"Se quiere enjuiciar a una parte de la historia de Chile", dice arrogante el ex dictador

Detienen a esposa de Pinochet y a un hijo como cómplices de fraude

Lucía Hiriart queda recluida en el Hospital Militar y Marco Antonio en la cárcel de Capuchinos

Fijan la libertad bajo fianza en 3 mil 800 dólares; debe ser ratificada por la Corte de Apelaciones

ENRIQUE GUTIERREZ CORRESPONSAL

Santiago, 10 de agosto. En una histórica resolución el juez especial Sergio Muñoz decidió este miércoles procesar a Lucía Hiriart Rodríguez, esposa del ex dictador Augusto Pinochet Ugarte, y a su hijo menor, Marco Antonio, como cómplices de fraude tributario.

Luego de las detenciones, el ex gobernante de facto dijo en una declaración que asume toda la responsabilidad, y en un acto de prepotencia aseguró que el magistrado está "enjuiciando a una parte de la historia de Chile".

La anciana está detenida en el Hospital Militar de esta capital, donde la internaron en una sala de cuidado intensivos por "hipertensión leve" con dolor de cabeza. Marco Antonio, de su lado, fue trasladado esta tarde a la céntrica cárcel para delincuentes de cuello blanco, Capuchinos.

La privación de libertad de ambos será breve, pues ya les fue concedida la libertad bajo fianza de 3 mil 800 dólares, que deberá ser ratificada en las próximas horas por una sala de la Corte de Apelaciones de Santiago.

Ultraderechistas como el senador electo de la Unión Demócrata Independiente (UDI), y almirante retirado, Jorge Arancibia visitaron a Lucía Hiriart en el Hospital Militar, al que fue enviada por tener más de 75 años de edad.

Por su parte y desmintiendo una vez más los rumores sobre su supuesto "grave estado de salud", también llegó al hospital Pinochet, fuertemente custodiado.

El ex dictador aseguró que su esposa y su hijo menor fueron detenidos injustamente y asumió total responsabilidad de los cargos que les fueron imputados, al afirmar que su familia nada tuvo que ver con los mismos.

"Asumo toda la responsabilidad por todos los hechos que investiga el ministro Muñoz y niego toda participación que en ellos pueda corresponder a mi cónyuge, mis hijos y mis colaboradores más próximos", sostuvo Pinochet en el comunicado.

Parientes aseguraron que el anciano ex gobernante chileno de facto recibió como "un balazo en la cabeza" la noticia de la detención de su esposa e hijo.

El proceso por evasión tributaria se sustenta en la investigación por las millonarias cuentas secretas que el ex dictador mantuvo, algunas veces bajo el seudónimo de John Long, en el banco Riggs de Estados Unidos y en otras instituciones financieras, tanto de ese país como españolas.

Los cargos se basan en que cuando se produjo, hace seis años, la detención de Pinochet en Londres éste pasó parte de sus bienes, propiedades, automóviles y joyas, a nombre de su mujer y su hijo.

La cifra total involucra, según el juez Muñoz, 37 millones de dólares. Ni la madre ni el hijo jamás pagaron impuestos por esa fortuna, como debieron haberlo hecho a partir de 1999.

La defensa de Lucía Hiriart, integrada por los abogados Fernando Barros y Teresa Cremaschi, alega que la mujer, conocida también por sus propios escándalos financieros, "no adeuda impuestos", bajo el débil argumento de que estos bienes no le pertenecían a ella, sino a su marido.

Visiblemente desencajado, el hijo mayor, Augusto, visitó de inmediato a su madre en el Hospital Militar y a la salida dijo que ella "está muy mal, está pésimo".

La familia y algunos fieles acusaron que el proceso "es una venganza" contra la familia Pinochet. Uno de los nietos llegó a decir que todo esto se hace "a costas de una pobre veterana".

A su vez, el presidente Ricardo Lagos sostuvo que el proceso demuestra que "nadie está por encima de la ley", mientras la hija de Salvador Allende, Isabel, tras evocar el procesamiento de Al Capone, consideró que la decisión es una "señal de que no hay en Chile una familia intocable".

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Gabriel Ascencio, señaló que los tribunales empiezan a aceptar "una verdad conocida: que hay una familia que usufructuó del poder y que golpeó a los chilenos de muchas maneras, una de éstas robándoles su dinero. A todos les parece raro que la señora Lucía esté detenida, pero si cometió un delito y se quedó con dinero de los chilenos, entonces tiene que estar presa".

Hasta el momento de los cargos contra madre e hijo, el juez Muñoz sólo había procesado a dos personas por esta causa, centrada en las 128 cuentas bancarias que Pinochet mantuvo con identidades falsas, en Chile y en el extranjero, igualmente por sustracción y falsificación de pasaportes y por la adquisición de joyas y artículos de lujo con recursos de fondos reservados de la Presidencia.

Durante las pasadas semanas el juez interrogó a Hiriart y a sus cinco hijos. El lunes anterior, Sergio Muñoz interrogó a cinco ex generales y coroneles de la llamada Casa Militar del ex dictador, que fueron quienes movieron muchos de los fondos sustraídos.

El círculo se cierra

El juez Muñoz no dejó cabos sueltos en la resolución de procesamiento contra Lucía Hiriart y Marco Antonio Pinochet.

Sobre la mujer, indica que "se desprenden presunciones fundadas de que le correspondió participación de cómplice pues tenía conocimiento de los ingresos regulares de su cónyuge, como de los montos que manejaba en sus inversiones en Chile y el extranjero, respecto de las cuales le ayudó a mantener en cuentas bancarias binominal. A esto se suma que ella y algunos integrantes de su familia recibían beneficios directos de tales cuentas".

Sin embargo, Lucía Hiriart, señala Muñoz, "ha negado su firma en algunos de los documentos, pero lo cierto es que el peritaje respectivo determinó que procede de su mano la firma puesta en esos documentos".

Según el juez, Hiriart, "sin actividad comercial, sin ingresos independientes, sin registro de contribuyentes y sin presentar declaraciones de impuestos anual a la renta, adquirió propiedades y vehículos antes de la separación de bienes (concretada en 1999)", y enumera varios de ellos.

El hijo del ex dictador también registra operaciones bancarias, pero igualmente se involucró en la obtención de pasaportes falsos y "cooperó en el manejo de fondos que mantiene Augusto Pinochet Ugarte en el extranjero, actividad en que inclusive utiliza documentación falsificada".

A juicio del juez, estos antecedentes bastan para señalar que "la falsificación de pasaportes se enmarca en una labor más amplia y está dirigida a ocultar la identidad de Augusto Pinochet como inversionista en el extranjero y, del mismo modo, imposibilitar que autoridades chilenas tomen conocimiento de tales inversiones", según el informe de Muñoz.

En materia de operaciones bancarias, se indica que en 1980, cuando Pinochet Hiriart estaba en la ciudad estadunidense de Oklahoma "abrió una cuenta bipersonal con el nombre de Marco P. Hiriart junto con Augusto Pinochet Ugarte, quien utilizó el nombre de José Ramón Ugarte en el First Tulsa Bank of Mid-América".