CI: crece productividad en la manufactura a costa del empleo
Entre 1993 y 2004 la industria manufacturera mexicana aumentó su productividad a una tasa anual promedio de 4.8 por ciento; sin embargo, más que por mejora de procesos, inversión en tecnología o mayor eficiencia, como ocurre en los países industrializados, este incremento se ha logrado mediante despidos y menos generación de empleo. De acuerdo con un análisis de Consultores Internacionales (CI), en el periodo mencionado la producción manufacturera aumentó 41 por ciento, pero el empleo se redujo 15 por ciento. La productividad mide la relación entre producción y empleo. Si un país o un sector incrementa su producción y mantiene su nivel de empleo la productividad crece; sin embargo, lo mismo ocurre si la producción se mantiene y hay pérdida de trabajos o si la producción crece más rápido que el empleo. La productividad es un indicador clave de la actividad económica; suele utilizarse en las negociaciones salariales o para medir el comportamiento de los salarios reales. El análisis de CI destaca que desde 1993 la productividad manufacturera ha seguido una línea ascendente; sin embargo, durante este sexenio la producción ha permanecido prácticamente estancada y el empleo se ha ido a pique. La industria de productos metálicos, maquinaria y equipo, que genera 29 por ciento del producto interno bruto (PIB) manufacturero, aumentó su productividad 7.2 por ciento entre 1993 y 2004. Este incremento se debe a que su producción creció a un promedio anual de 4.5 por ciento con una reducción de empleos.