Se cumplen 12 años de que se realizó la Convención Nacional Democrática
Las juntas de buen gobierno y los caracoles celebran su segundo aniversario
Habrá dos noches de fiesta de las bases de apoyo al EZLN en la región de La Garrucha
Ampliar la imagen En San Rafael, municipio de La Garrucha, todo est�reparado, incluso las mantas de bienvenida, para que el Ej�ito Zapatista de Liberaci�acional se re�on miembros de organizaciones pol�cas de izquierda. Se trata de la primera junta preparatoria de la denominada La Otra Campa�OTO V�or camacho Foto: V�or camacho
La Garrucha, Chis., 5 de agosto. Los aniversarios zapatistas que convergen este fin de semana en el caracol Resistencia hacia un nuevo amanecer alcanzan para justificar dos noches de fiesta de las bases zapatistas de los cuatro municipios autónomos de la región. Las juntas de buen gobierno (JBG) y sus caracoles cumplen dos años de funcionamiento. También se cumplen 12 años de la Convención Nacional Democrática que el 7 de agosto de 1994 reunió en el Aguascalientes de Guadalupe Tepeyac las fuerzas que entonces se reconocían "de izquierda".
Este mismo fin de semana, a pocos kilómetros de aquí, habrá de celebrarse la primera reunión preparatoria de La Otra Campaña que, al calor de su Sexta Declaración de la Selva Lacandona, convoca el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Tres gobiernos federales después, con un mapa de la "izquierda" bastante modificado y un imparable avance del neoliberalismo en la conducción de la nación, los zapatistas dan otra vuelta de tuerca en su lucha de liberación nacional.
Por la tarde, la JBG Camino del futuro recibió a La Jornada para dejar claro que la fiesta en La Garrucha es para celebrar al gobierno autónomo, que además sigue en continua transformación. Centenares de familias tzeltales y tzotziles que habitan la región se han estado concentrando aquí a lo largo del día, mientras que la flecha en la tijera de San Miguel apuntaba en dirección al norte (o sea, a mano izquierda) para indicar su destino a los miembros de organizaciones políticas que hacen eco a la convocatoria zapatista.
Aquí la música manda. Los jóvenes se dan al baile. Están contentos, que es una forma de resistir que les ha dado resultado a las comunidades rebeldes.
En tanto, bien pendientes estaban en el crucero hacia Ocosingo los agentes de seguridad nacional en su vehículo azul, tomando fotos y datos de los vehículos que se internaban en la ruta de San Miguel. Estos días los patrullajes militares han sido cotidianos a lo largo de la cañada de La Garrucha, así como en el trayecto San Miguel-Nueva Estrella, donde se localiza la comunidad zapatista en la que este sábado se reúnen las izquierdas interesadas en discutir con el EZLN y acompañarlo en su actual iniciativa política.
El "nuevo poblado" San Rafael, que se fundó hace más de una década en tierras recuperadas por los indígenas a raíz del levantamiento zapatista, recibe desde la tarde a las delegaciones de grupos políticos que llegan de todo México. Aquella no será una fiesta, sino una reunión de trabajo.
Aunque en términos más modestos (¿realistas?), y no de un tirón sino por partes, la reunión propone la continuación de lo que la ya lejana Convención de Aguascalientes del zapatismo contemporáneo dejó en fuerte lluvia de espejos. Un histórico naufragio que ya hubiera querido Werner Herzog en su Fitzcarraldo.
Otra vez en el camino de una política distinta para México y una nueva Constitución. Pero antes de arrancar su marcha, las organizaciones políticas y sociales que se sumen a la invitación de los rebeldes necesitan encontrarse y hablarse, algo que ocurrirá este y los próximos fines de semana en diversas poblaciones autónomas pertenecientes al caracol de La Garrucha, según anunció ya el EZLN.
Ya no un gran barco con 6 mil asientos y velas gigantescas, como el ensayado en Guadalupe Tepeyac en 1994, sino pequeños cobertizos y champas que, cual embarcaciones pequeñas y diversas, con breves velas de plástico para enfrentar la misma lluvia durísima de los veranos en la Lacandona, se disponen a trabajar en diversas comunidades de la selva tzeltal durante agosto y septiembre de 2005.
Muchas aguas han corrido bajo los puentes de Chiapas estos 12 años, pero la ocupación militar y la guerra de baja intensidad siguen tal cual. De momento, el Revolucionario Institucional no gobierna el país ni el Estado, pero abundan los signos de una "restauración" inminente que sólo las fuerzas de izquierda podrían detener.
Algunos fotógrafos andan buscando ya la aparición de un pingüino, hoy o mañana. Nada indica que pudiera asomarse con las cumbias que inundan la noche en el caracol. Habrá que irlo a buscar mañana a San Rafael, municipio autónomo Francisco Gómez. Y si tampoco llegara allá el tal pingüino, al menos estarán muchas organizaciones políticas dispuestas a encontrarse, algo que en la izquierda mexicana es tan inusual como los pingüinos en el trópico.