Ux Onodanza festeja 20 años y se suma a la efeméride por los 4 siglos de esa novela

Unen coreografía y dramaturgia para explorar la inagotable veta de Don Quijote

La compañía presentó en Bellas Artes sólo una función de Don Bizarro Hidalgo

ARTURO JIMENEZ

Un espectáculo ''bizarro" que aprovecha las infinitas posibilidades de la novela Don Quijote es el que presentaron la noche del miércoles, por única vez ahí, en un semilleno Palacio de Bellas Artes, Raúl Parrao y su compañía Ux Onodanza.

De esa manera festejaron sus 20 años de existencia y, de paso, se sumaron a las celebraciones mundiales por los cuatro siglos de la edición de la primera parte de esa obra de Miguel de Cervantes.

Con aciertos en coreografías, vestuario y escenografía, pero sobre todo en capacidades imaginativas, Don Bizarro Hidalgo, El Quixote de otros mundos (fragmentos de la biblioteca del legendario Hotel X) se mostró como importante propuesta.

Se trata de una puesta en la que la co-reografía y la dramaturgia se conjugan para abordar una historia y personajes muy complejos y ''bizarros", es decir: extraños, singulares, anormales o insólitos.

Por ejemplo, los 13 cuadros de esa historia arrancan a partir del diario del personaje Carón Cide Hamete o El señor Botones, un ''loco cautivo" del legendario Hotel X que cuenta con gran capacidad para crear historias fantásticas.

Según la sinopsis, ''en el diario se cuenta la vida de ese personaje ezquizoide, quien tiene la misión de guiar a todos y cada uno de los huéspedes hacia las habitaciones donde aguardarán su destino".

El señor Botones, sigue el resumen, es víctima de la opresión de El-la señor Xétera, obsesionado a su vez por resguardar, descifrar e incrementar el acervo de la biblioteca del hotel.

Desesperado, el señor Botones viaja a lo más profundo de su imaginación y concibe al poeta Cervantes/Rocinante, quien del mismo modo ha creado a Don Bizarro Hidalgo El Quixote de otros mundos, quien representa la esperanza depositada en el otro y anhela encontrar a su amada Dulce Boop.

Tono estridentista

A partir de ahí se desatará una coreografía-dramaturgia con varias referencias directas a la obra de Cervantes, como los personajes gigantes en forma de Molinos de Viento, pero también con situaciones e imágenes sorprendentes surgidas de la imaginación del propio Raúl Parrao y de Héctor Garay.

Gran parte de ese mundo fantástico es generado también por el vestuario de las sombras, los moros, La Sobrina, El Diablo, Maese Fritz El Busto Predicador, El Arlequín, El Emperador, El Cura, La Ama, La Muerte y Sancho/Furcio, uno de los protagonistas fundamentales, quien cumple funciones diversas, como la de narrador.

Otro alimento de ese universo fantástico es la escenografía de recámaras, biblioteca y telones con un fragmento del Guernica, de Picasso, en el que se observa el caballo caído, la lámpara y el foco encendido.

En tono estridentista asumido por Parrao, quien ha reconocido la presencia de personajes de Germán List Arzubide, se consolida en gran parte con la música, la cual consta sobre todo de efectos y sonidos de tendencias industriales y tecno. Es una música que, sin embargo, por momentos llega a la saturación.

Como quiera que sea, Parrao y Ux Onodanza se han celebrado a sí mismos, a la danza, al teatro, a Cervantes, al Quijote y a la imaginación. Por ello cabe recordar lo dicho por el coreógrafo:

''Lo que ha sido fundamental en la creación de Don Bizarro Hidalgo es que en la novela hay un discurso que permite tener acceso a distintos niveles de realidad. Este laberinto de posibilidades que cruza no solamente por el cúmulo de historias, sino también por las identidades de los personajes, entre ellos el mismo narrador (Cervantes) y Don Quijote, me dieron la libertad de tomar la novela y crear mi propia historia."