Para la investigadora de la UNAM, sólo es un objeto
Julia Espresate: el décimo planeta no debe ser catalogado como tal
¿Planeta, planetoide, objeto o simple piedra? El descubrimiento de los astrónomos estadunidenses, que algunos se han inclinado por calificar como el décimo planeta del Sistema Solar, es tema de amplio debate en la comunidad astronómica internacional y nacional.
Sin embargo, nadie pone en duda la importancia científica del descubrimiento de lo que constituye el cuerpo más alejado del Sol, a 97 unidades astronómicas de distancia (cada unidad equivale a 150 millones de kilómetros).
Con el nombre temporal y de catálogo 2003UB313, este oscuro y frío cuerpo sideral forma parte de los cerca de 60 mil objetos descubiertos más allá de Neptuno, entre ellos Plutón, afirmó la investigadora Julia Espresate Eibenchutz, del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para quien este objeto, al igual que Plutón, no cumple con la definición de planeta.
En efecto, dicha definición divide a la comunidad de la Unión Astronómica Internacional, la misma que se encarga de bautizar los cuerpos celestes y de certificar los hallazgos de los astrónomos en todas partes del mundo.
Entre los miembros de esta unión se manejan por lo menos tres definiciones de lo que debe ser un planeta: primero, cualquier objeto con una masa mayor a Plutón que dé vueltas alrededor del Sol. Pero con esta definición, Ganímedes, satélite de Júpiter, sería considerado planeta, por lo que prácticamente es refutada por la mayoría de los astrónomos.
La segunda, que el cuerpo celeste no debe pertenecer a un grupo, como los cinturones de asteroides, y pueda ser considerado un objeto aparte, lo que también levanta dudas sobre las características del objeto encontrado el pasado viernes, ya que se le asocia al grupo de asteroides llamado Cinturón de Kuiper.
Finalmente, la última definición, comúnmente aceptada, es que un planeta es un cuerpo que no emite luz propia, que gira únicamente alrededor de otro cuerpo que sí emite luz debido a reacciones nucleares, y que pueda ser considerado, por sus características, único o individual, es decir, ni Marte ni Venus ni la Tierra se parecen a Saturno, Júpiter, Mercurio o Neptuno.
Acompañada de Julia Tagüeña, directora general de Divulgación Científica de la UNAM; del asesor José De la Herrán y el también investigador José Franco, Espresate Eibenchutz consideró en rueda de prensa celebrada en el Museo Universum que una de las características del objeto llamado anticipadamente el décimo planeta del sistema solar es que, al igual que Plutón, mantiene órbitas muy erráticas y "comportamientos excéntricos", ya que no giran a la misma distancia y en el mismo plano que los ocho planetas reconocidos.
Para la investigadora, más allá de Neptuno los objetos del tamaño de Plutón o del recién hallado deberían ser conocidos como cuerpos transneuptonianos o quizá planetoides, "y es necesario que el Sistema Solar conocido sea nada más de ocho planetas. Esa es mi posición y la de otros muchos astrónomos, aunque es cierto que no de todos".