Trabajar con la ciencia devolverá brillo a la caminata, dijo
Difícil que marchistas alcancen el podio en Finlandia, declara Mercenario
El medallista olímpico de marcha en Barcelona 92, Carlos Mercenario, fue claro al señalar que los andarines nacionales se la verán muy difícil para subir al podio en el Campeonato Mundial de Helsinki, aunque señaló que nada le agradaría más que ver a alguno de sus compatriotas colgarse una medalla.
Destacó que una de las mejores cartas que lleva México a la justa es Bernardo Segura, aunque anticipa que si no se deja llevar por su arrojo y su, a veces, valentía desmedida, bien pudiera ser de los que estén en la búsqueda de una de las preseas.
El ex comisionado de la especialidad señaló que el juvenil Eder Sánchez está llamado para ser uno de los más destacados de su familia en esta disciplina -Joel Sánchez ganó bronce en Juegos Olímpicos-, aunque ubicado en la realidad "creo que, como se dice en el argot, todavía está muy verde para un campeonato mundial, pero se ganó su lugar y su participación le dará mucha madurez para despuntar más adelante".
Omar Zepeda fue señalado por Mercenario Carvajal como quien puede dar una gran sorpresa en los 50 kilómetros porque ya hizo un tiempo de 3:50 horas, lo que con seguridad tratará de mejorar, tomando en cuenta que para estar en la repartición de los metales deberán hacer un cronometraje de 3:40 en los 50, y por debajo de 1:20 horas, en los 20.
Quien ha sido candidateado para dirigir el deporte del estado México indicó que las envidias y el pirateo que eventualmente se han dado en la marcha nacional podría ser uno de los males que debe extirparse para que esta disciplina vuelva a vivir su época dorada, como lo fue en los años 80.
Hizo hincapié en que es indispensable tener de nueva cuenta una disciplinada conducción del trabajo como cuando Jerzy Hausleber se encargaba de coordi- nar los esfuerzos de los entrenadores, además de formarlos, aunque sin duda esto por sí sólo de poco serviría.
Sería fundamental que los andarines trabajaran con equipos interdisciplinarios para que los aconsejaran todo el tiempo, para que les dieran los programas de trabajo, pero siempre apoyados por las ciencias médicas, que fue lo que antes dio muy buenos resultados, de allí que marchistas de otros países venían aquí para ver qué se hacía para ganar.
Concluyó que a veces pareciera ser que a los jóvenes marchistas "les importan más el tener que el ser, cuando debe ser al revés; primero deben demostrar sus resultados, para luego exigir, con todo derecho, las becas, los apoyos, porque en ese momento en verdad se los habrán ganado".