Dos testigos desacataron nuevo llamado a careo; el juicio se retrasa otra vez
Difieren sentencia al ecologista Felipe Arreaga
La Procuraduría General de Justicia de Guerrero (PGJE) presentó conclusiones acusatorias en contra del campesino ecologista Felipe Arreaga "sin tomar en cuenta las más de 20 pruebas que la defensa ha brindado para demostrar su inocencia", informaron el Centro de Derechos Humanos de la Montaña de Guerrero Tlachinollan y Greenpeace. Asimismo, dos testigos que acusaron a Arreaga de homicidio no se presentaron ayer al careo, con lo que una vez más se retrasa el juicio.
Por su parte la familia de Albertano Peñaloza, también integrante de la Organización Ecologista de la Sierra de Petatlán (OESP), Guerrero, quien sufrió una emboscada en la que fueron asesinados dos de sus hijos -cuyos cuerpos serán exhumados mañana jueves en el marco de la investigación sobre dicho atentado-, exigió justicia y una investigación a fondo de los crímenes, negando que sus familiares hayan muerto "por un problema personal", como afirman las autoridades; "eso no es cierto, murieron por el bosque", afirmaron.
La familia Peñaloza Mojica cuestionó: "los asesinos andan libres, mientras nosotros estamos escondidos y con miedo. Otros campesinos que defienden el bosque tienen órdenes de aprehensión. ¿Por qué tanta injusticia para los pobres, y apoyo del gobierno para los caciques?"
Tlachinollan y Greenpeace señalaron que pese a que Bernardino Bautista, cacique maderero, y su hijo Presciliano -quienes levantaron cargos en contra de Felipe por homicidio en 1998- no se han vuelto a presentar para ratificar la acusación, no obstante que ya han sido citados en tres ocasiones, el Ministerio Público estatal insistió en llamarlos nuevamente, con lo cual se extiende el juicio "en forma injustificada".
"Lo anterior pone de manifiesto nuevamente la ausencia de voluntad política y falta de profesionalismo de la PGJE, dependiente del Poder Ejecutivo del estado de Guerrero (que encabeza Zeferino Torreblanca), que lejos de retirar los cargos -lo cual pudo haber hecho desde un inicio- ha extendido el juicio injustificadamente, con lo que propicia que Felipe Arreaga continúe preso a causa de una acusación con pruebas claramente fabricadas", apuntaron las citadas organizaciones.
Durante la audiencia de vista, llevada a cabo este 2 de agosto, Felipe Arreaga, reconocido por Amnistía Internacional como preso de conciencia, pidió una vez más justicia a las autoridades de Guerrero frente a las pruebas contundentes que demuestran su inocencia, y reiteró que se encuentra preso a causa de la defensa de los bosques y el medio ambiente, informaron.
Añadieron que después de que los testigos que acusan a Felipe no acudieron al llamado del juez primero de primera instancia en materia penal, con sede en Zihuatanejo, éste emitirá los edictos correspondientes y fijó como nueva fecha para desahogar los careos el próximo 25 de agosto, fecha en la que, de no acudir nuevamente los testigos, se darán por desiertos y el juez deberá emitir una sentencia final.
Felipe Arreaga fue detenido el 3 de noviembre de 2004 acusado del homicidio del hijo del cacique maderero local, Bernardino Bautista, ocurrido en 1998.
También fueron acusados de este homicidio otros 13 líderes campesinos ecologistas de la zona, entre los que se encuentran Albertano Peñaloza y Rodolfo Montiel (galardonado con el premio Goldman, equivalente al premio Nobel en los círculos de ambientalistas).
El comunicado de la familia Peñaloza Mojica incluye testimonios de los hijos de Albertano -Anabel, Ana Laura, Adisbeth, Isaac y Adilid Peñaloza Mojica- sobre su vida en el poblado de Banco Nuevo en la sierra de Petatlán, antes de la emboscada, ocurrida en mayo pasado. Piden a la gente que los apoye para que termine la injusticia de que persigan a su padre por delitos inventados, debido a que defiende el bosque, y puedan regresar a tener una vida tranquila, sin desconfianza, sin tener que estar encerrados, "como si estuviéramos en la cárcel".
Anabel rememora: "estudiaba el sexto año de primaria, me gustaba esa escuela, tenía amigos. Me gustaba recoger bellotas de los pinos. Era feliz. Con mis hermanos -Abatuel, Adisbeth y Ana Laura- íbamos juntos a la escuela. Mi papá sembraba maíz, caña, frijol, y también le gustaba cuidar el bosque (...) A veces se reunía con otros vecinos de la sierra y gente de otros lados para apagar incendios y cuidar el bosque. Mi mamá se la pasaba haciendo de comer, arreglando la casa y el jardín.
"(...) Un día, en la noche, estábamos con mi mamá en la casa. Ella hacia la cena y platicaba con Angeles en la cocina. Oímos que mi papá llegaba en la camioneta. De pronto oímos la balacera. Mi mamá salio corriendo con Angeles. No sé ni cómo decirlo, sentimos miedo. Luego se oyó un solo pitido de la camioneta, ensordecedor. (Después vi a) mi mamá con mis hermanos Armando y Abatuel muertos en las piernas, dándoles la bendición y rezando. Yo cargando a mi hermano Adrián...
"Ahora ya no vivo en mi casa en la sierra. Siento desconfianza, tenemos miedo, ya no sabemos ni de quien cuidarnos. Creo que ya no va a ser lo mismo. Queremos justicia, quiero volver a salir tranquila sin desconfianza.''